ALICANTE. Desde que el maestro alicantino Ruperto Chapí (1851-1909), originario de Villena, impulsara la ‘zarzuela por horas’ a principios del siglo XX y popularizara esta disciplina como ‘género chico’, se ha seguido manteniendo esa afición del público en el territorio, mantenida en gran medida, en la actualidad, gracias a la Compañía Lírica Alicantina. Este domingo, 22 de enero, la entidad vuelve a dar buena muestra de ello en el Teatro Principal de Alicante, donde ha programado una nueva cita con sesión doble de este ‘género chico’. Dos obras de una hora de duración cada una, en una misma sesión, a partir de las 18 horas: La canción del olvido y La viejecita.
Se trata de un programa doble inédito en Alicante. “Hemos elegido dos operetas españolas cuya trama tienen cierta similitud, pero sin parecerse en nada”, explica Ignacio Hernández, presidente de la compañía alicantina. “Digamos que es un programa coherente con una música excepcional”, apunta, siendo diferentes, pero manteniendo grandes similitudes. De hecho, en ambas, los protagonistas son militares y, al mismo tiempo, se desarrollan en ambientes palaciegos. Además, en las dos, los personajes se travisten. Mientras que en La canción del olvido la princesa se viste de paje, en La viejecita uno de los militares se convierte en una señora anciana.
“Son dos obras cortas muy divertidas”, destaca Hernández. La canción del olvido es una zarzuela en un acto y cuatro cuadros, en verso y prosa, con música de José Serrano y libreto de Federico Romero y Guillermo Fernández-Shaw. Por su parte, La viejecita es una zarzuela en un acto y dos cuadros, en verso, con música de Manuel Fernández Caballero y libreto de Miguel Echegaray. Ambos títulos, de tramas sencillas y bien llevadas, presentan todas las características de la opereta con ambientes refinados y de corte romántico, escenas de gran lirismo y comicidad. “Es una oportunidad única para pasar un buen rato con unas tramas ‘de enredo’ y deleitarse con una música excelente”, describe Hernández.
Desde hace unos años, la compañía pone en marcha una producción anual, lo que conlleva un intenso trabajo durante todo ese ejercicio. “Tras la elección de cada título, lo primero es soñarlo, imaginarlo y, después, comenzar a crearlo”, explica. Un proceso creativo “muy intenso y gratificante”, describe, durante el que también se va perfilando el elenco. Al mismo tiempo, los solistas y el coro comienzan a estudiar las partituras y se inician los ensayos. “En enero de 2022 empezábamos a trabajar estas dos obras a nivel musical, mientras que los directores de escena comenzaron a darle forma al sueño con las intenciones, los movimientos y las acciones físicas”, explica.
Por su parte, el escenógrafo comenzó a realizar sus bocetos que, después, los técnicos intentan hacer realidad. Por último, el indumentarista diseña el vestuario y, “entre todos, intentamos hacer algo sostenible, convirtiéndonos en auténticos maestros del reciclaje”, comenta, dándole así una segunda oportunidad a decorados antiguos, paneles, ropa, atrezo, etcétera. En esta ocasión, con un decorado en papel que reproduce una casa alicantina de la desaparecida calle Montangón, en el casco antiguo de Alicante. “Si no lo tiene ya, rondará el siglo de antigüedad”, apunta. En total, más de medio centenar de personas sobre el escenario, a pesar de que la compañía la compongan 38, ya que en ocasiones especiales cuentan con colaboraciones externas. Además, a ellos se les suman 26 músicos que integran la Orquesta Sinfónica del Vinalopó, dirigida por José Antonio Pérez Botella. “Un gran despliegue y todo un reto de coordinación”, sentencia el presidente de la compañía lírica.
Desde que en 2017 grabaran con Producciones GDP la zarzuela Luisa Fernanda, no han dejado de hacerlo. Eso fue lo que les llevó a los cines. Unas producciones innovadoras como las de la Compañía Lírica Alicantina, con una grabación profesional y una cadena de cines como Yelmo, preocupada por los contenidos alternativos y que emite ópera en directo desde el Metropolitan de Nueva York, fueron los ingredientes que compusieron la receta perfecta para que la entidad diera el salto y que ese salto fuera exitoso. Así lograron llevar el año pasado sus obras hasta siete salas nacionales en ciudades como Madrid o Barcelona. “Este año seguiremos grabando para los cines”, explica, y aunque la emisión en directo aún no la contemplan, todo se andará. “Técnica y tecnológicamente estamos preparados”, sentencia.
Acostumbrados a innovar, esta vez proponen más ingredientes disruptivos con los que abrirse a nuevos públicos. “Nuestro lema es Tradición y modernidad; queremos innovar, además de hacer más entendible y amigable la zarzuela”, explica. Así, este domingo, durante la representación, se proyectarán cortos cinematográficos de productores alicantinos como Santi Gatto o Producciones GDP. Además, uniendo cultura y deporte, entre las imágenes que se proyectarán se podrán ver, también, momentos de un partido de rugby femenino del equipo Akra de La Vila Joiosa rodadas en su estadio. El objetivo es rejuvenecer el público que va a verlos y, gracias a estas cosas, lo estamos logrando”. Un público que, según asegura, cada vez es más joven y que, cuando conoce el género, regresa y se queda.
“En el caso de La viejecita, hemos trasladado la trama de época unos pocos años y el ambiente castrense que se respira en el libro original se ha suavizado al convertir un cuerpo de caballería inglés en un equipo de rugby, pero lo mejor de todo es que no hemos cambiado ni una nota de la partitura ni una letra del libro y, en cambio, todo es distinto y, a la vez, más atractivo para los jóvenes”, describe el presidente de la compañía. “Si, además, incluimos la proyección de cortos que introduzcan la obra e ilustren la trama, creo que vamos en la buena línea”, concluye. Objetivo conseguido.