ALICANTE. Con el tercero y el cuarto a siete puntos más el golaveraje y solo nueve jornadas de la liga regular por disputarse, el Hércules se asemeja a ese conjunto de la temporada 2004/05, también en Segunda División B, que acabó noveno a doce puntos del 'play-off'.
La única diferencia con ese curso es que este año no se ha llegado a coquetear con el descenso, si bien este domingo, sin ir más lejos, no se perdía en casa del penúltimo de milagro y, en lo que llevamos de segunda vuelta, solo hay cuatro equipos (todos ellos habitan la parte baja de la tabla) que lo han hecho peor que el equipo que dirige Carlos Luque.
El mejor en El Prat y no solo por su gol, que también, fue un jugador cedido por el Alcorcón y que la temporada que viene no estará en Alicante: Fernando Román. El defensa madrileño decía este lunes que ve al equipo "bloqueado (...), con miedo (...), falto de confianza"..., vaya, que está para sentarlo en un diván.
Al igual que Carlos Luque tras el partido, Román se agarra a las matemáticas y a la necesidad de lograr una victoria cuanto antes. Puede que lo anterior sirva para superar el bloqueo, pero el problema del equipo es que necesita ganarlo todo y que uno de sus dos rivales directos, Valencia Mestalla y Badalona se dejen casi un tercio de los puntos pendientes de aquí al final de liga... Lo que ayer bautizábamos como 'hacer un Socuéllamos'.
El equipo anda hoy alicaído, pero es evidente que le está superando la presión desde el minuto uno... Porque es una plantilla que adolece de carácter. Carencia que uno esperaba (no ha sido así) que este año se supliese gracias a la presencia de Luis García Tevenet en el banquillo, porque no es un problema solo de la presente temporada: basta con remitirse a las dos eliminatorias de 'play-off' disputadas con el Cádiz en la 2014/15 y la 2015/16 para saber que es el principal mal que se arrastra, junto con la falta de tino a la hora de fichar a un nueve goleador.
Salvo Chema, Chechu y puede que Peña, al resto del equipo de este y años anteriores se le ha visto siempre 'apagado'... Hace nueve meses, el animoso Ramón de Carranza que se había soliviantado sobremanera durante el calentamiento (nunca mejor dicho) del lateral extremeño, enmudecía cada vez que el centrocampista gerundense cogía el esférico y miraba hacia el área local. Y qué decir de la Nueva Condomina con el portero de oriolano hace casi dos años. Pero poco más.
A juzgar por las incendiarias declaraciones de Pedro Dólera, técnico de El Prat tras el partido del domingo, su colega Carlos Luque no le va a la zaga en lo que a sangre caliente se refiere. Lástima que las transfusiones estén prohibidas en el fútbol, porque ahí tenía el Hércules una primera solución al'marrón' de evitar que, casi tres meses antes de acabar la competición, en Alicante se hable de lo institucional y no de lo deportivo.