VALÈNCIA (EFE/Lucía Ruiz Simón). El 30 % de los empresarios de distribución augura que este año su volumen de venta va a decaer, una cifra que sube hasta el 47 % si se pregunta a los fabricantes; un menor volumen en expectativa de ventas del gran consumo que inquieta al acabar un año en el que la gran beneficiada es la marca blanca.
La Asociación de Fabricantes y Distribuidores Aecoc ha realizado un sondeo entre empresas de distribución y centrales de compra con una cuota de mercado del 90 %, al que ha tenido acceso EFE, que concluye que en un contexto marcado por la inflación la prioridad es recuperar el volumen y el margen de negocio perdido en los últimos años.
"El gran consumo es un negocio de volumen, por lo tanto es muy importante que se mantenga; al final, es un negocio de rotación", detalla a EFE la gerente del área comercial y de marketing de Aecoc, Rosario Pedrosa.
Se trata, según explica, de una preocupación para las empresas, que Pedrosa prevé que van a actuar en consecuencia; por eso, "vamos a ver un año con más actividad promocional", una estrategia que ya se ha visto muy acentuada en este ejercicio y en la que han entrado todos los distribuidores.
La caída en volumen, sin embargo, no llega a la línea de la facturación debido al contexto de inflación; al menos, así lo prevén el 96 % de los distribuidores y el 86 % de los fabricantes, que esperan cerrar el año mejorando su caja.
Del sondeo se desprende un mayor pesimismo en el caso de la industria, pues sólo una de cada cinco empresas consultadas estima que mejorará un 10 % su facturación este año; el 43 % de la distribución cree que rebasará esta cifra psicológica.
La previsión para 2024 conduce a un término: estancamiento; en torno a la mitad de ambos sectores vaticinan que el año próximo no avanzará el negocio en volumen ni en valor, en un escenario que el 13 % define como de "máxima incertidumbre".
Tras dos años de precios desbocados en el súper, la marca blanca se ha elevado con la gran beneficiada de esta situación (además de las promociones), y en el tercer trimestre de 2023 se ha hecho con hasta el 56 % del total de todo el volumen de compra en el gran consumo.
"Posiblemente el año que viene sigamos viendo ese crecimiento", añade Pedrosa, sin atreverse a situar un "techo" para esta tendencia que dependerá de esas incertidumbres apuntadas por los empresarios, sobre "los entornos macroeconómicos".
Si esto es lo que opinan los empresarios encuestados, los datos cerrados de gran consumo hasta octubre van en dicha línea.
De acuerdo a las cifras de la consultora Circana, cerradas hasta octubre, se observa un mejor desarrollo de la marca de distribuidor a la de fabricante.
Sin tener en cuenta los frescos, la evolución en volumen de la alimentación de la marca de fabricante ha caído hasta un 10,8 %, mientras que la marca de distribuidor ha repuntado un tímido 0,3 %.
En términos absolutos del total de ventas de gran consumo, apenas crece un 1,5 en la marca blanca, frente a la caída del 5,3 % en el caso de las de fabricante; en el caso de las bebidas, las enseñas de los distribuidores han avanzado un 5,3 % y las de fabricantes han caído un 1,6 %, en volumen.
Del análisis también destaca que los productos de marca blanca se ha encarecido más, un 18,3 %, frente a los vivido por las firmas industriales, que ha sido un 10,7 %.
La portavoz de esta consultora, Sandra Latorre, incide también en la "incertidumbre" como la característica general de esta radiografía del gran consumo, que ve desvanecerse las perspectivas de un repunte con fuerza para 2024, ejercicio para el que no obstante se espera una demanda "algo más dinámica".
Promociones y marca blanca seguirán, de este modo, conformando el día a día en la distribución en los próximos meses, con precios aún "muy tensionados", o lo que es lo mismo, con una cesta de la compra que seguirá encareciéndose -aunque parece que algo menos- y poniendo en apuros a muchas familias.