ALICANTE. La 'startup' alicantina All in Biking, convertida en una cada vez mayor comunidad virtual de ciclistas aficionados gracias a su disruptiva propuesta de 'documentación' para las bicicletas a través del blockchain, ha superado ampliamente el objetivo inicial marcado en su última ronda de inversión. La firma fundada por Juan Antonio Cano y José Julio Becerril (a partir de una experiencia personal del segundo) se ha puesto de moda entre los inversores especializados en el ecosistema emprendedor, y el capital levantado a través de Fellow Funders, con agosto de por medio, es prueba de ello.
Si bien es cierto que finalmente All in Biking no ha llegado a los dos millones de euros que se marcó como nuevo objetivo una vez cumplido el inicial (un millón, que levantó en solo tres días), la firma ha rebasado en más de un 25% el umbral de la ronda de inversión. Al cierre del periodo para que los inversores interesados adquiriesen su paquete de acciones (con un ticket mínimo de 585 euros), a las 22 horas de este viernes, All in Biking había captado algo más de 1,33 millones de euros. Como se decía, un 25% más del objetivo.
La plataforma especializada en financiación alternativa Fellow Funders, que ha canalizado esta segunda ronda (la startup ya levantó 600.000 euros hace año y medio, aún en 'fase semilla'), amplió el plazo ante el interés de potenciales inversores para sortear el parón estival. Sin embargo, lo cierto es que ese plazo adicional de un mes (originalmente se cerraba el 18 de agosto) ha permitido elevar la cifra final pero no de forma exponencial: unos 130.000 euros más.
En todo caso, All in Biking podrá ahora destinar el capital captado (las aportaciones convierten a los inversores en accionistas) a su plan de crecimiento: la mitad a marketing, otro 33% a personal y el resto a estructura y desarrollo. El porcentaje de equity (la parte de la empresa en manos de sus fundadores) tras la ronda será minoritario aunque significativo, por encima del 20%, según el proyecto, que ofrece un dividendo de un 10%.
Definida por sus propios fundadores como una 'comunidad ciclista', la app ideada por Becerril es en realidad revolucionaria no por poner en contacto a aficionados de la bicicleta, sino por emplear blockchain para establecer la trazabilidad de los vehículos y que sea más difícil robar una bici. O, al menos, que sea posible recuperarla si eso sucede, cosa que en la actualidad es una utopía. "Estando de vacaciones en un camping, en 2020, me volvieron a robar la bici, porque no era la primera vez, y la de mi hijo", recuerda Becerril. "Esta vez decidí denunciar, pero sabía que por una pura cuestión tecnológica la policía iba a ser incapaz de encontrar mi bicicleta".
El fundador de la startup se lanzó a hacer un estudio de mercado y constató que en Estados Unidos, Latinoamérica y Europa tenían el mismo problema: se puede encontrar un coche robado, pero es imposible saber dónde ha terminado una bici robada, ni detectar cuándo una lo es. Becerril estaba terminando una certificación en el MIT sobre la aplicación del blockchain a la trazabilidad industrial, y decidió llevarlo a su terreno. All in Biking genera un título único de propiedad sobre la bicicleta, quedando marcada de por vida para que cualquier usuario pueda identificarla de forma sencilla en cualquier parte del mundo, en caso de robo o pérdida.
A partir de esta idea inicial, la app alicantina ha terminado convertida en una auténtica red social con "un ritmo de crecimiento muy potente". La empresa tiene seis verticales de negocio: la propia red, la publicidad personalizada que pueden contratar empresas del sector, el marketplace, la gestión de talleres, la herramienta para las administraciones públicas, y la organización de pruebas deportivas. El ciclismo mueve más de 3.000 millones anuales solo en España con más de 7 millones de ciclistas heavy users, o sea, que salen como mínimo una vez a la semana, con lo que sus impulsores esperan multiplicar por cuatro el valor de la empresa a corto plazo.