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Sigue el baile (electoral) de las cuentas de Alicante: PP y Cs intentan sumar a la oposición por separado

14/02/2023 - 

ALICANTE. Los seis grupos representados en el Ayuntamiento de Alicante (PP, PSOE, Cs, Unides Podem EU, Compromís y Vox) afrontan este miércoles la que puede convertirse en la última oportunidad sobre el futuro del presupuesto municipal de 2023. Como mínimo, la última hasta que se celebren las elecciones municipales del próximo 28 de mayo: la fecha que, a la postre, ha acabado contaminando el debate sobre la planificación económica municipal, en lo que se ha convertido en todo un pulso entre los dos ejes del espectro ideológico por el desgaste del contrincante político.

La prueba más evidente de ello es que esa última oportunidad se ha planteado a partir de dos procesos paralelos abordados por representantes de los dos partidos que conforman el equipo de gobierno (Partido Popular y Ciudadanos): uno impulsado por la edil de Hacienda, la popular Lidia López, y otro por el edil de Urbanismo y candidato a la Alcaldía por Cs, Adrián Santos Pérez. Los dos han concertado encuentros por separado con los portavoces de los partidos que ejercen funciones de oposición con la pretensión de intentar convencerles para que no obstaculicen la aprobación de las cuentas, pese a que nada parece indicar que ninguna de las cuatro fuerzas vaya a modificar su posición de voto y sus condiciones para cambiar de opinión.

Por lo pronto, según fuentes consultadas, tanto López como Santos Pérez prevén recurrir a los argumentos que ya se han dado a conocer en las últimas semanas para que pueda materializarse un reposicionamiento en las filas de la oposición. Es decir, la necesidad de proveer de fondos a las inversiones incorporadas en las cuentas, como la construcción del CEE El Somni o todos los proyectos de remodelación urbanística cofinanciados con fondos europeos iniciados en 2022 a los que se pretende dar continuidad en este ejercicio, además de la dotación de partidas para sufragar los gastos asociados a la renovación de las contratas de transporte público en autobús y la de limpieza viaria y recogida de residuos, por ejemplo. 

Así, tras la cancelación de la comisión de Hacienda que debía haberse celebrado el pasado viernes, se planteó la posibilidad de que el bipartito aceptase todas las enmiendas registradas por el PSOE que superaron el filtro de la viabilidad técnica (11 de 69) y 10 de las 14 de Compromís que también fueron admitidas a debate en el informe emitido por la Oficina Presupuestaria.

En principio, el intento a protagonizar por López será el que quede abocado a un recorrido más corto, ya que sólo ha concertado un único encuentro con los ediles de Compromís, Natxo Bellido y Rafa Mas. Los representantes de la coalición valencianista están dispuestos a escuchar la propuesta que se les pueda formular, aunque ya han anticipado que solo estarían abiertos a apoyar un nuevo presupuesto reelaborado de principio a fin en el que se diera cabida a la participación.

Con el PSOE, sin embargo, solo se ha producido un conato de citación, a través de la remisión de un correo electrónico por parte de la edil de Hacienda que los socialistas no habrían respondido en la medida en que se mantiene la misma postura anticipada por su candidata a la Alcaldía, Ana Barceló, la semana pasada: que no habría nada que negociar sobre las cuentas si el equipo de gobierno no derogaba la ordenanza de convivencia cívica. La misma Barceló se encargó de recordarlo este martes en un nuevo comunicado en el que criticaba el incumplimiento en el desarrollo del proyecto del centro de congresos e incidía en la postura sobre el presupuesto.

Y con Unides Podem EU y con Vox, la Concejalía de Hacienda ni siquiera ha tratado de buscar un nuevo punto de encuentro toda vez que las dos formaciones han sido tajantes al expresar su rechazo al presupuesto, según resumió este martes el portavoz adjunto del equipo de gobierno, Manuel Villar (PP), durante la comparecencia semanal en la que se da cuenta de los acuerdos alcanzados en Junta Local. "Hay un partido, como es Podemos, que ni lo intentaremos, porque las posiciones son tan radicalmente opuestas, que ni lo vamos a intentar; luego está Vox, que no ha presentado enmiendas parciales, con lo cual, no tenemos nada que negociar; y luego están los otros dos partidos: si el PSOE se le admiten 11 enmiendas y aun así no lo aprueban, será que no les interesa el presupuesto y están a otras cosas; y lo mismo con Compromís, si no quieren, que lo digan y no perdemos el tiempo", apuntó.

Por su parte, la tentativa de Santos Pérez sí queda abierta a los cuatro partidos opositores. El responsable de Urbanismo ha concertado encuentros con los portavoces de PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox, con la pretensión de ofrecerse como mediador, a pesar de que no asume la función de portavoz municipal de su grupo y pese a que no ha participado activamente en las negociaciones emprendidas en la tramitación de los tres presupuestos precedentes del actual mandato. Así, su ofrecimiento de mediación se ha interpretado ya en las filas de la oposición como un intento de buscar repercusión y visibilidad en la antesala de la campaña electoral con el objetivo de arrancar votos en las urnas en el flanco del centro-derecha.

¿Supone ese movimiento de Santos Pérez la muestra de discrepancias en el seno del bipartito? Como mínimo, su portavoz titular y edil de Cultura, Antonio Manresa (Ciudadanos), señaló que el movimiento de Santos Pérez viene a "sumar en los esfuerzos" de intentar convencer a los grupos de la oposición para conseguir el objetivo común compartido por PP y Cs, que es que puedan aprobarse los presupuestos, según enfatizó.

Con todo, fuentes de los cuatro grupos consultadas por Alicante Plaza han insistido en que sus respectivos encuentros con Santos Pérez no depararán un resultado diferente siempre que no haya una propuesta presupuestaria diferente. Además, incidieron en que la organización de dos encuentros por separado por parte de dos representantes distintos de los dos partidos que conforman el equipo de gobierno serían una muestra de que "el bipartito está roto". 

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