VALÈNCIA. El grupo empresarial Atitlan da gas a su negocio de cría y engorde de lenguado con una inyección de 30 millones de euros en Sea Eight, que opera su negocio de acuicultura. La compañía, propiedad de Roberto Centeno y Aritza Rodero, ha acometido esta ampliación de capital para, por un lado, construir una nueva piscifactoría en Asturias y modernizar sus actuales instalaciones, y, por otro, abrir nuevos mercados de venta en Europa.
Con esta operación, Atitlan podrá acelerar su plan de expansión en este segmento y superar en 2025 las 1.500 toneladas de capacidad instalada. Y todo ello con el objetivo de alcanzar las 7.000 toneladas de producción antes de 2030, según explican fuentes de la firma inversora.
En concreto, en estos momentos la nueva piscifactoría se encuentra en fase de construcción y se ubicará en Gijón. El calendario que maneja Atitlan es que esté operativa en el primer semestre de 2024, con una capacidad superior a las 1.000 toneladas de producción. Además, estará equipada con la más avanzada tecnología, en línea con las mejoras que Sea Eight está acometiendo en otros de sus centros para reducir el consumo energético y disminuir el consumo de oxígeno.
En la actualidad, Sea Eight cuenta con tres centros productivos: un criadero en Povoa de Varzim (Portugal), donde se inicia la producción; y dos unidades de engorde, donde finaliza el proceso, y que están en Cambados (Pontevedra) y Murtosa (Portugal). A ellos se unirá en 2024 el nuevo espacio en Gijón.
Pero, además, esos 30 millones también irán destinados a ampliar las instalaciones productivas del criadero en Portugal para duplicar su capacidad actual, así como a la entrada en nuevos mercados en Europa. Solo en 2022, la empresa ha comenzado a vender lenguado en Italia, Grecia y Francia.
También, se quieren iniciar nuevos proyectos de investigación y desarrollo, tanto interna como externamente de la mano de universidades y centros de investigación, para mejorar los sistemas de tratamiento de agua y valorización para su retorno al mar.
Al respecto, el consejero delegado y socio de Sea Eight, Jaime León, destaca que esta inyección de capital da "un fuerte impulso" a su plan de crecimiento, orientado a satisfacer la creciente demanda de lenguado. "La Península Ibérica es una localización ideal para la producción de esta especie por la calidad de sus aguas, competitividad y cercanía logística a los principales mercados", remarca.
De hecho, León avanza que en 2022 la compañía incrementó un 30% su producción hasta superar las 470 toneladas respecto a los ejercicios anteriores, recuperando los niveles previos a la pandemia gracias a las mejoras operativas implantadas. Y ello pese a un accidente mecánico que impactó en los resultados del segundo semestre.
Atitlan lleva en el negocio del lenguado desde 2012, cuando constituyó Sea Eight. En solos diez años, la empresa se ha convertido en líder a nivel mundial en la producción de lenguado sostenible y en el desarrollo de tecnología de recirculación eficiente y respetuosa con el medio ambiente (RAS). Así, sus centros utilizan agua marina que filtran intensamente, lo que permite que el consumo de agua sea un 97% menor que los sistemas abiertos en piscifactorías.
El lenguado, considerado un producto de alto valor gastronómico y nutricional, está afectado por la pesca intensiva, con el consecuente deterioro de los caladeros, motivo por el que laUnión Europea reduce cada año el volumen autorizado de pescas para paliar este efecto. "Esta situación hace que la acuicultura se convierta en la única fuente viable y sostenible de producir este pescado a largo plazo", destacan desde Atitlan.