ALICANTE. Un viejo conocido, el Lleida Esportiu (no confundir con la desaparecida Unió Esportiva Lleida) será el primer rival del Hércules de Manolo Díaz en la segunda fase del curso liguero 2020/21, en la que estarán en juego dos plazas en la Segunda B-Pro (quedarse fuera de ella equivale a descender).
Así lo deparaba el sorteo (privado) del calendario por parte de la Real Federación Española de Fútbol, que este lunes cedía a la presión de los clubes y lo hacía público después de manifestarles su intención de no hacerlo hasta la tarde-noche del miércoles, cuando se conociera el resultado de un Espanyol B-Olot intrascendente para los intereses de los equipos del grupo 3 que van a pelear por el 'play-off' de ascenso a Segunda A o por la 'Pro'.
Un mínimo de cinco victorias
Los blanquizules disputarán la mañana del domingo (12 horas) en el Camp d'Esports de Lleida el primero de los ocho encuentros de una liguilla a doble vuelta en la que lo tienen complicado: además de poner fin a la dinámica de juego y resultados que protagonizan (una victoria y cuatro derrotas son los resultados que han obtenido en las cuatro últimas jornadas de la anterior fase), el equipo que entrena Manolo Díaz tendrá que compensar la desventaja de puntos que tienen en relación a los equipos que le preceden en la tabla (Llagostera, con 29 puntos; Cornellà, también con 29; Badalona, con 28 puntos; y Lleida con 27), al haber contado el subgrupo 3B con un equipo menos en la fase regular que el 3A (en este se han jugado 20 partidos en la anterior fase y no 18). Es verdad que el Hércules disputará ahora dos encuentros más (un total de ocho) que sus adversarios catalanes para corregir lo anterior, pero el déficit de puntos que presenta ahora mismo le obliga a ganar no menos de cinco partidos de ocho cuando viene de ganar solo seis de 18...
De más a menos y con problemas internos
El almeriense Manuel Jesús Casas 'Molo', que colgó precisamente las botas cuando defendía la camiseta del Lleida, entrena ahora a un conjunto que cerraba la fase regular este domingo con un empate (1-1 con el Andorra, que se jugaba estar en la fase de ascenso y marcó en el añadido) y, como el Hércules, lejos del objetivo de acabar entre los tres primeros.
Los ilerdenses arrancaron la fase regular con dos derrotas y aunque lograron la primera victoria en la jornada 3 (0-2 en Badalona) y llegaron a enlazar tres triunfos consecutivos (1-0 sobre la Llagostera y 2-3 ante el Espanyol B en la Ciudad Deportiva Dani Jarque) que les llevaron a la primera plaza del subgrupo 3A a la finalización de la jornada 5, una segunda crisis de resultados (solo sumó 1 punto de los 12 siguientes) les apartó de la zona de noble a la que ya solo volvería al cierre de la jornada 10 (tras ganar 1-0 a El Prat) y de manera anecdótica. Es más, en el tramo final de la fase regular han llegado a estar más cerca del descenso que de la cabeza (solo han sumado un tercio de los últimos 15 puntos disputados: una victoria, dos empates y dos derrotas).
El Lleida ha ganado ocho partidos (cinco como local), empatado tres (dos en casa) y perdido nueve (seis a domicilio) de los 20 que ha disputado; ha marcado 23 tantos y recibido 22 (el Hércules ha anotado 15 y encajado 14 en 18 encuentros), lo que le ha convertido en el cuarto más goleador y el quinto más goleado de su subgrupo. Es precisamente la falta de seguridad defensiva lo que durante la primera fase ha lastrado al conjunto de Molo, que suele apostar por el 4-2-3-1 como sistema.
La plantilla del Lleida tiene una media de 28,1 años de edad (27,7 tiene la blanquiazul), un valor de mercado para 'Transfermarkt' de 3.250.000 euros (5.650.000 tiene la del Hércules) y en ella destacan futbolistas como el meta Albert Torras, el central Fall, el lateral José Ruiz, los mediocentros Marc Martínez, Quim Araujo, Alejandro Chavero y Fernando Cano, el extremo Abel Molinero y el delantero centro Raúl González (alicantino de 29, que llegó a jugar con el filial del Hércules y es el máximo realizador del equipo con ocho tantos).
Césped natural, público y 'streaming'
El conjunto ilerdense es el único al que ha de medirse el blanquiazul en la segunda fase que juega sus encuentros como local en un campo de césped natural, por lo que esa debe ser una baza a favor del Hércules, que en su última visita a la 'terra ferma' lograron la victoria: 0-1 en el choque correspondiente a jornada 10 de la Liga regular 2018/19, la última disputada completa hasta la fecha en Segunda B.
El encuentro del próximo domingo podrá disputarse con público en las gradas, concretamente ante un máximo de 1.000 espectadores, de acuerdo con la regulación anti-Covid vigente en la comunidad autónoma vecina que establece que se puede hacer uso del 50% de las localidades con el tope máximo de 1.000.
Además, se podrá ver por 'streaming' al precio de 15 euros.