ALICANTE. Un proyecto de Pablo Muñoz Payá Arquitectos ha sido galardonado con una mención especial del Colegio Territorial de Arquitectos de Alicante. Y es que, cada dos años, un prestigioso jurado formado por profesionales de dentro y de fuera de la provincia escoge los mejores proyectos que se han construido en Alicante durante el periodo. Situados en Petrer, este estudio galardonado se centra en la arquitectura y el interiorismo de proyectos residenciales y comerciales con un lenguaje propio.
La obra galardonada se trata del restaurante Nakano, en la calle Belando de Alicante, próximo al Mercado Central. Un local de comida japonesa para llevar que nació en el contexto de las primeras restricciones por la crisis sanitaria del coronavirus y el auge del take away. “El horario de Nakano, sería principalmente nocturno. Buscamos una sensación de atracción que fuera principalmente visible de noche. Y pronto nos vinieron a la mente las imágenes de las calles y callejones de la noche de Tokyo”.
El jurado de esta selección realizada por el Colegio Territorial de Arquitectura de Alicante estaba formado por Enrique Abad Monllor, jefe del Departamento de Cultura del CTAA; Javier Esteban Garballo, arquitecto y profesor de proyectos arquitectónicos de la Escuela de Arquitectura de Zaragoza; Enrique Fernández–Vivancos González, arquitecto; Paula Franco Sánchez, vocal de Cultura del CTAA, y Javier García Solera Vera, arquitecto propuesto por los participantes.
“El encargo nos viene a los pocos meses de comenzar la pandemia. Nuestros clientes ya tienen un local de comida para llevar en Elda, cuyo proyecto hicimos hace unos años, llamado Kekomo”, apunta Muñoz Payá. “Tras las primeras semanas de pánico total en todos los sectores tras la llegada de la covid-19, la comida a domicilio se convirtió en la única alternativa a bares y restaurantes. Nuestros clientes se deciden entonces a abrir un nuevo negocio en la ciudad de Alicante, llamado Nakano”.
El local, estrecho de fachada y profundo de largo, brindó la inspiración. Un posible defecto que pronto se convirtió en una virtud, con un local que podía acoger largas colas. Teniendo en cuenta que Nakano está especializado en comida japonesa, pronto la geometría del local se impregnó de referencias de una ciudad como Tokio, y especialmente de sus líneas de metro.
La sensación de atracción la puso el propio diseño. Un revestimiento cerámico permitía usar tonos cálidos y generar una sección curva que recogía todo el local hasta el mostrador, dirigiendo a ella toda la clientela y los riders que recogen los pedidos. “Buscábamos esa sugestión y magnetismo que se puede conseguir ya solo cuando destaca la luz artificial, en la noche, queríamos despertar inquietud por adentrarte en el local”.
Situado en el centro de Alicante, el diseño aprovecha su estrechez para materializar los valores de rapidez y calidad que debe transmitir este tipo de locales. Como si fuera un viaje por la noche de Tokio, la pared curva de gresite traslada a la clientela a un túnel del metro nipón bañado por la luz cálida. Lo hace desde el minimalismo y la limpieza, sin vitrinas expositoras, ni carteles publicitarios, ni refrigeradores a la vista, ni mesas.
En la distribución espacial destaca solo la información de los menús que se muestra en unas grandes pantallas. Una sensación acrecentada por la iluminación, con una sucesión de huecos en la pared lateral a modo de jardineras, cuya sutil iluminación es la única que el proyecto reserva a esta franja oscura del local.
El proyecto se puede conocer de cerca en la exposición itinerante del CTAA, que pasa por diferentes ciudades de la provincia para dar a conocer los mejores proyectos de dos años marcados por la pandemia, que ha brindado momentos como este para reinventar espacios. Disponible en el Forn Cultural de Petrer, desde el pasado 20 de enero hasta el 9 de febrero, la exposición incluye una veintena de propuestas de diferentes firmas de la provincia para ofrecer un panorama actual de la arquitectura reciente de las comarcas de Alicante.