VALÈNCIA. Apenas quedan unos días para que el audiovisual valenciano se celebre con la quinta edición de los Premis Berlanga, cuya quinta edición acogerá este sábado el Auditori de Castelló. Con los nominados pendientes de saber su destino, ha sido este martes cuando se ha desvelado uno de los grandes misterios de la edición, el recipiente del Premio de Honor, y ya tiene nombre: Antonio Llorens. Así lo anunció la consellera de Educació, Cultura i Esport, Raquel Tamarit, en un acto celebrado en el Teatre Principal de València que sirvió de antesala a la entrega de premios y en el que el propio Llorens tuvo la oportunidad de agradecer un galardón con el que la Academia Valenciana de l’Audiovisual (AVAV) quiere celebrar a esas otras profesiones del cine que hacen industria.
Así lo celebró Llorens durante su discurso, en el que agradeció, entre otros, a la nueva presidenta de AVAV, Teresa Cebrián, subrayando que este premio fuera “de un obrero a un obrero” del audiovisual. “Este premio abre la posibilidad de que le premio pueda ir a manos del resto de profesiones del cine”. Y es que su perfil es el de alguien que ha formado parte del cine desde muchas aristas. Fue en las décadas de los sesenta y setenta cuando se inició con el rodaje de cortometrajes en colaboración con Pedro Uris, piezas como A propósito de… (1969), Los héroes (1969) o Acción (1969), para después iniciar su trabajo como crítico cinematográfico en Carteleria Turia y sumergirse en las labores de distribución cinematográfica.
Desde finales de los años setenta, Llorens mantiene una actividad intensa como asesor, programador y escritor para festivales de cine nacionales e internacionales como la SEMINCI de Valladolid, Festival de Málaga o La Mostra de València. En paralelo a su trabajo de crítico escritor cinematográfico, también trabajó como programador de los Cines Babel y de los Cines Albatros. Después de casi veinte años sin rodar, volvió a ponerse tras la cámara para dirigir el largometraje Après le Trou (Después de la evasión) (2002), sobre el escritor y cineasta José Giovanni, que fue presentado en el Festival de Locarno, al que le siguieron otros proyectos como los cortos La culpa ajena (2007) y Marxmadera (2009) o el documental Un jardí a la memòria (2014), en el que que recupera imágenes y fragmentos de sus propios cortometrajes elaborados entre 1969 y 1973.
La consellera tildó a Llorens de “enamorado” del audiovisual valenciano, un profesional que “ha hecho todos los papeles posibles” en el sector. También la presidenta de AVAV destacó esa condición de “obrero” del audiovisual durante su parlamento, un discurso en el que también tuvo palabras para los nominados de este año en los premios del audiovisual valenciano, de los que destacó su “altísimo nivel”. Del mismo modo, subrayó la buena aceptación que están teniendo entre festivales, no solo del circuito nacional, sino también internacional, con especial mención a El agua de Elena López Riera, que fue seleccionada en la Quincena de Realizadores del Festival de Cannes. “Esto habla del excelente momento en el que está el audiovisual”.