Reparto en el centro de lectura Juan XXIIIALICANTE. Alicante ha amanecido con libros en sus parques, plazas y otros espacios públicos. Regalos literarios envueltos en papel negro, blanco y con puntos de colores que se confundían con la noche, pero que al despuntar de los rayos del Sol dejaban entrever que 'los Reyes Magos de la literatura' habían hecho su visita. No iban con sus camellos, no venían de Oriente y eran más de tres, pero tenían como misión inundar de letras la ciudad y de regalar el hábito lector. La asociación cultural Literates ha sido la artífice de este reparto.
Los libros han salido de distintas estanterías: espacios culturales que han retirado ejemplares, las bibliotecas particulares de los miembros de Literates o donaciones amigas que acudieron a esta llamada del colectivo cultural. Así, alrededor de un centenar de obras tanto infantiles como para público adulto reposan ya en las manos de sus nuevos dueños y dueñas, como regalo de la víspera de la noche de Reyes.
El punto de reparto ha sido la zona norte de Alicante, en concreto el centro de lectura Juan XXIII, la sede de la asociación vecinal Juan XXIII y el parque Lo Morant. Los repartidores, los fundadores Adrián Mazón (área de comunicación), Marina Pérez (área de formación), además de las miembros Laura Sánchez (formación), Thais Peñalver (comunicación) y Ariadna Vega (delegación de relaciones institucionales).
Reparto en el parque Lo Morant
Desde Literates cuentan que esta iniciativa surgió para fomentar el hábito de la lectura a través de un regalo material como es el libro. Un objetivo -el de potenciar hábitos lectores- que, precisamente, está en consonancia con la esencia de la asociación. "Queríamos tener este pequeño gesto en Navidad, porque, aunque siempre es buen momento para leer, consideramos que es una buena época del año en que regalar un libro". Y confiesan que llevan recolectando ejemplares desde agosto para poder ejecutar este reparto.
Desde la asociación literaria también indican que se han decidido por la zona norte de Alicante por la "falta de espacios públicos y de promoción cultural, ya que se han cerrado bibliotecas en esa área". Asimismo, reivindican que "se trata de unos barrios "en los que se vuelve doblemente importante concienciar a niños y mayores de que la lectura es esencial para el camino". Y apelan a los dirigentes para "que tengan en cuenta la cultura como motor esencial de una sociedad que pide letras, arte, música y otras muchas disciplinas".
