ALICANTE. El Ayuntamiento de Alicante aborda el futuro de la isla de Tabarca con el fin de sondear opciones que eviten una hipotética saturación turística como consecuencia del incremento de visitantes que suele experimentarse fundamentalmente durante la temporada estival, como refleja el estudio de capacidad de cargas elaborado por el Instituto de Ecología Litoral y la consultora Soc Activa, en mayo de este año, a instancias del Patronato Municipal de Turismo. De hecho, el mismo Patronato prevé concertar un próximo encuentro de trabajo con representantes de Turisme Comunitat Valenciana y del Instituto Valenciano de Investigaciones Turísticas (Invattur) para sondear iniciativas con las que seguir promoviendo la desestacionalización de las visitas, como el proyecto Tabarca Starlight en el que se ofrece la isla como punto de observación astronómica. Se trata de una iniciativa que se pretende poner en marcha, como muy tarde, desde principios de 2023, tras la adquisición de equipos necesarios (fotómetros, etc).
Además, en ese encuentro también se prevé determinar -junto a otras administraciones, como el Ministerio de Transición Ecológica, la Conselleria de Transición Ecológica y la de Política Territorial Obras Públicas y Transportes (competente sobre los sistemas de transporte marítimo hasta la isla- si procede acordar limitaciones de aforo en determinados momentos del año. Para ello, según fuentes consultadas, se debería disponer, también de un estudio en el que se determinase la cifra real de visitantes que se concentran en la isla y cuál sería el volumen óptimo de visitas límite a aplicar.
Lo cierto es que el estudio de capacidad de carga -dado a conocer por el edil de Medio Ambiente, Manuel Villar, en el transcurso del pleno de septiembre- no llega a cuantificar ninguno de esos dos parámetros, aunque sí recomienda la conveniencia de desestacionalizar los desplazamientos y de redistribuir a los visitantes en distintas zonas de la isla para minimizar el efecto de las pisadas sobre la posidonia oceánica: el principal impacto de la presencia humana sobre el medio marino en las aguas del borde de la isla.
En concreto, el informe de capacidad de carga reseña que las primeras estimaciones cifraban en 300.000 las visitas anuales a la isla a principios de los años 90, "con picos de saturación de hasta 3.500 visitantes diarios durante los fines de semana de agosto". No obstante, el propio estudio considera que ese cálculo no era válido y quedó rebajado en estudios posteriores, en base a las estadísticas de viajeros que se estimaron en 2004: 155.227. Sea como fuere, tras reconocer las dificultades para disponer de una balance válido real, el estudio se refiere a otras recientes estimaciones en las que se concretaría que la isla alcanzaría los 230.000 visitantes anuales, con picos diarios de hasta 7.500- 10.000 visitantes.
Así, sin llegar a dar por cerrada una estadística definitiva, el informe pone el foco en la necesidad de tener en cuenta el servicio de transporte que conecta con la isla para tener una base mínima sobre la que estimar cuál podría ser el potencial volumen de visitas. En esta línea, el informe señala que en la actualidad existen cinco empresas que conectan Tabarca con Santa Pola -aunque solo dos de ellas trabajarían todos los días del año- que tendrían capacidad para desplazar 1.128.750 personas. Además, desde Alicante existiría otra empresa que opera durante todo el año y dispone de 3 embarcaciones con una capacidad de 150 a 250 pasajeros. En esta línea, el informe concreta que "la capacidad máxima de transporte de pasajeros desde la capital se estima de abril a octubre en 37.582 pasajeros. Los fines de semana se estima que podrían desplazar a unas 575 personas diarias". Y se añade que el puerto de Torrevieja está conectado con la isla por una empresa de abril a octubre con una capacidad de transporte de 18.000 pasajeros, al margen de la existencia de otra línea marítima parte del puerto de Benidorm con escala en El Campello con una capacidad estimada de 26.000 personas al año.
De este modo, el informe concluye que "en total, las empresas que operan en Tabarca de abril a octubre tienen una capacidad de 1.210.332 pasajeros. Las mayores capacidades de desplazamiento se producen los sábados con 7.089 personas y los domingos baja ligeramente hasta los 7.063 pasajeros". A esta cifra habría que sumarle las personas que se desplazan con embarcaciones privadas. Se estima que durante los fines de semana de la temporada alta "podrían haber fondeadas unas 200 embarcaciones. Si se acepta una ocupación media de 4 personas, los visitantes sumarían en torno a 800 personas".
Al tiempo, el informe señala que "el elevado número de visitantes en contraste con la reducida oferta de alojamiento, indica que lo habitual en Tabarca es que respondan mayoritariamente al perfil propio de los excursionistas. Se trata de visitantes del día, es decir, que no pernoctan en un medio o servicio de alojamiento colectivo o privado en la isla, que se desplazan hasta Tabarca movidos "por el disfrute del baño, seguido de lejos por la gastronomía local, y como tercer elemento el esnórquel".
El informe también alude a las posibilidades de alojamiento de la isla para señalar que "la oferta total es de 306 plazas repartidas entre 32 establecimientos. Se han inventariado 9 establecimientos hoteleros", de entre una y tres estrellas, que cuentan con 89 plazas. "El resto se reparte entre 23 establecimientos con una capacidad media de 6,5 personas. Se trata de las casas tabarqueras, apartamentos y viviendas de uso turístico". Y se añade que "los establecimientos permanecen normalmente cerrados fuera de la temporada alta".
Y, por último, el estudio también concreta cuál es el peso de la actividad hostelera en la isla al referir que "se han inventariado 21 establecimientos de restauración" que podrían llegar a ofertar 2.088 plazas, según las publicaciones precedentes disponibles. Eso sí, también se remara que dicha oferta está al 100% "solamente en temporada alta, pues son muchos los establecimientos que cierran cuando no hay afluencia de visitantes o ésta es escasa".
Respecto a la situación ambiental de la isla, el estudio apunta que "se considera que las aguas de la isla están en un óptimo estado ambiental, al igual que las especies y comunidades subacuáticas del entorno de la isla de Tabarca, las cuales se encuentran, por lo general, bien conservadas, con plataformas de roca litoral con una buena representación de vermétidos y especies algales del género Cystoseira; así como las praderas de Posidonia oceánica, que muestran un buen estado de conservación, con tendencias estables y/o positivas".
Al margen de ello, se señala que "el análisis del potencial impacto de los usos marinos en las especies y comunidades marinas, revela que:
-La pesca profesional, se encuentra regulada y permite sólo el uso de artes de escaso impacto. Así los estudios de seguimiento, demuestran que: el número de especies de peces es igual o superior número de especies en el interior de la reserva respecto a otras zonas no protegidas; hay mayor abundancia de especies objetivo para la pesca (sargos, meros, falso abadejo, doradas, o gallinas) en el interior de la reserva, que en el exterior.
-El buceo autónomo se encuentra regulado en el ámbito de la RMIP de la Isla de Tabarca, estableciéndose cupos máximos por zonas y épocas, no encontrándose situaciones que muestren una saturación, estando cerca del límite tan sólo las zonas de aguas exteriores en los meses de julio y agosto; tampoco se han registrado diferencias significativas en relación a la alteración de colonias de invertebrados.
-Respecto al fondeo de embarcaciones sobre la pradera de P. oceánica, a pesar de estar prohibido, los estudios llevados a cabo entre 2016 y 2018, revelaron una cierta regresión en las praderas superficiales de la Reserva Marina de Tabarca en la zona donde fondean las embarcaciones de recreo. Este proceso de regresión puede provocar una cierta erosión en la pradera de P. oceánica, la pérdida de la densidad de haces y el aumento de la mata muerta".
Con todo, el informe también apunta que "en este sentido el Servicio de Pesca de la Conselleria está planificando la instalación de trenes de fondeo de bajo impacto para paliar tales efectos", mediante la instalación de dos campos de boyas ecológicas, frente a los que el Ayuntamiento de Alicante habría registrado alegaciones, al no compartir la disposición propuesta.
De igual modo, el informe detalla que "la frecuentación y/o pisoteo de las plataformas rocosas, según los estudios de referencia muestran poblamientos de Cystoseira spp. y vermétidos en buen estado de conservación, con formaciones de esta última especie, raras o muy raras en el resto de la costa, como son las formaciones de interior de plataforma o mamelones, o los microatolones. Los poblamientos de lapas mostraron mayor abundancia y tallas en las poblaciones de la isla que las observadas en ambientes similares en la costa continental. No obstante, debe prestarse especial atención a las formaciones del islote de la Cantera, en los meses centrales del verano, donde en los días de calma, los visitantes pueden acceder en gran número pudiendo afectar por efecto del pisoteo a las formaciones de vermétidos".
De igual modo, se apunta que "el vertido de aguas residuales de la estación de depuración no ha presentado resultados que alejen de la condición de buen estado ambiental las aguas situadas alrededor de este emisario, ni en cuanto a concentración de sustancias tóxicas, ni por incremento en las concentraciones de nutrientes. Tampoco se han observado concentraciones microbianas (Beggiatoa o clostridio-sulfito reductores) en los sedimentos próximos al punto de vertido.
En paralelo, se subraya que "en el medio terrestre la zona de El Campo es la que alberga la mayor concentración de valores ambientales. Este es el espacio que debe aglutinar las medidas de gestión orientadas a la conservación de los hábitats y especies de interés. La configuración de la red caminera es más densa hacia el istmo, y se reduce considerablemente en la zona del faro. Se debe probablemente a que la primera es frecuentada por un mayor número de visitantes. Es vital contar con información sobre la distribución espacial de los usuarios de las sendas para diseñar medidas de gestión. En principio, debe considerarse la restricción del acceso a algunas de las sendas creadas espontáneamente por el tránsito de viandantes. Unas son sendas redundantes que pueden ser cerradas sin problema, otras se deben eliminar para evitar la fragmentación de hábitats y favorecer su recuperación. Asimismo, las medidas que se tomen para la flora benefician directamente a la fauna, pues mejora las condiciones del hábitat como espacio vital".
Por lo pronto, el equipo de gobierno acaba de promover un acuerdo encaminado a ampliar la protección de ese entorno al disponer la compra de 23 hectáreas de suelo del Campo de la isla que hasta ahora permanecían en manos de una empresa basada en Madrid. Ese suelo, próximo a la ubicación de la Torre de San José, quedará preservado para garantizar su conservación, según precisó el edil de Medio Ambiente al informar sobre el acuerdo de compra de esos terrenos.
Además, el informe insiste en que "en el medio marino, no se han visto incidencias, salvo las comentadas sobre el pisoteo y los fondeos. Otro de los usos que se llevan en la reserva, el buceo con escafandra autónoma experimenta en los meses centrales del verano una elevada demanda, próxima a sobrepasar el 100% del cupo permitido, en los puntos de buceo de aguas exteriores, razón que ha llevado a ciertas empresas dedicadas al buceo a solicitar un aumento de tales cupos".
Y prosigue exponiendo que "en aguas interiores la situación no alcanza el 40%, por lo que bien podría derivarse parte de esa demanda hacia aguas interiores, priorizándose las inmersiones en aguas exteriores a los buceadores más experimentados o los grupos que lleven dos buzos guía, como medida para garantizar la preservación de especies y comunidades marinas". Es decir, que en lugar de la aplicación de restricciones de aforo, se aboga por la ya citada reorganización de los flujos de visitantes para evitar un exceso de concentración en determinadas zonas.