Una de las protestas organizadas por los vecinos del Casco Antiguo frente a las molestias por ruido.ALICANTE. El conflicto del ruido que perturba el descanso vecinal especialmente en los barrios del Casco Antiguo y el Centro Tradicional de Alicante vuelve a concitar unidad política en la búsqueda de las soluciones que no se llegaron a implementar al cierre del pasado mandato. Cuatro de los cinco grupos políticos que conforman la corporación municipal en el Ayuntamiento de Alicante tras las elecciones del pasado 28 de mayo (el PSOE no estuvo presente en la reunión convocada a través de la Concejalía de Medio Ambiente, al no haber sido convocados en tiempo, según fuentes consultadas) alcanzaron este miércoles un principio de acuerdo para reactivar la comisión específica creada el pasado mes de mayo, a instancias de una iniciativa de Compromís -modulada durante el debate por el PSOE- con el fin de adoptar medidas de control que eviten desmanes asociados a la actividad del ocio y la hostelería.
Esa comisión inicial solo llegó a celebrar dos únicas reuniones antes de los comicios de mayo y se extinguió con el compromiso de que volvería a constituirse para perfilar esas soluciones, entre las que se concertó la necesidad de trazar un Plan Zonal de Ruido como base para determinar si resultaba necesario acordar la declaración del Casco Antiguo como Zona Acústica Saturada (ZAS), como planteaba de partida la iniciativa de Compromís, o cualquier otra de las herramientas de control y limitación del ruido previstas en la nueva ordenanza de protección acústica, tras la actualización aprobada provisionalmente el pasado mes de abril. Una revisión que sigue sin entrar en vigor, a la espera de que se resuelvan las alegaciones presentadas por colectivos vecinales y entidades que agrupan al sector del ocio y la hostelería, como la Asociación de Locales de Ocio y Restauración (Alroa).
Como informó este diario, la elaboración de ese Plan Zonal de Ruido es, en realidad, una deuda que viene arrastrándose desde el año 2018, cuando se aprobó la última modificación del Plan Especial del Casco Antiguo y se acordó su declaración como Zona de Protección Acústica Especial (ZPAE) para incorporar medidas frente al problema de ruido asociado a la concentración de locales de ocio y hostelería. Entre esas medidas se incluía la redacción de ese Plan Zonal, según concretaron los técnicos del departamento de Urbanismo durante el desenlace de la última reunión de esa primera comisión.
El acuerdo consensuado este miércoles prevé el debate de una nueva iniciativa en el pleno de septiembre para que vuelva a constituirse dicha comisión. En el articulado de esa iniciativa se habría incorporado la solicitud planteada por el grupo municipal de Vox con el fin de que también se incluyesen medidas para atajar actividades incívicas en la vía pública, sin que se responsabilizase de la generación del conflicto del ruido a los negocios hosteleros. Es más, se habría subrayado la necesidad de que las medidas que se habiliten no impliquen la prohibición del desarrollo de esa actividad económica. Al tiempo, también se habría añadido que dicha comisión concrete la posible determinación de responsabilidades en que puedan incurrir los negocios que incumplan la normativa vigente. Y, por último, se habría planteado que las sesiones de la comisión sean públicas y abiertas a la participación de todas las asociaciones vecinales y entidades asociativas constituidas, cuyo ámbito de actuación se extienda sobre la zona objeto de análisis en la comisión.
El impulso a la constitución de esa nueva comisión se produce en un contexto en el que se han vuelto a multiplicar las denuncias por parte de los residentes del Casco Antiguo y del Centro Tradicional por la reactivación grandes afluencias en los locales de ocio de ambos barrios, especialmente en fin de semana, pero también entre semana, con la generación de molestias por ruido, además de comportamientos incívicos, generación de suciedad y la comisión de actos vandálicos. Además, según los residentes consultados, también se habría constatado la comercialización organizada de despedidas de soltero en el entorno de la calle Castaños desde inicios de septiembre, lo que habría agravado las incidencias.
Entre tanto, el proceso judicial instado por vecinos del Centro Tradicional a título particular con el fin de reclamar la declaración de una Zona Acústica Saturada (ZAS) en las inmediaciones de la calle Castaños sigue su curso con la elaboración del nuevo informe pericial sobre los registros captados por la red de sonómetros instalados por el Ayuntamiento en 2016, después de que el Juzgado de lo Contencioso Administrativo número 3 avalase su designación.
