ALICANTE. Ni el coronavirus, ni un posible pronóstico de lluvia. Una obra irregular ejecutada en una vivienda del Casco Antiguo amenazó hasta hace cerca de tres semanas el desarrollo de la procesión de la Hermandad de Santa Cruz: una de las más reconocidas de la Semana Santa de Alicante por la singularidad de su recorrido, a través de calles empinadas y estrechas que dificultan el traslado de las imágenes.
La voz de alerta la dio la propia hermandad tras advertir que se había generado un ligero hundimiento en el firme de la calle San Antonio: una de las calles por las que descienden las imágenes desde la Ermita del barrio. Ese aviso fue suficiente para que los técnicos del departamento municipal de Conservación de Inmuebles girasen una visita de inspección y certificasen la existencia de riesgo de derrumbe, según precisaron fuentes consultadas. Tanto que, según las pruebas de resistencia efectuadas entonces, el pavimento solo habría soportado un peso máximo de 200 kilos, lo que habría obligado, como mínimo, a modificar el itinerario de la procesión, para evitar el tránsito de los pasos y la concentración de público sobre el tramo en riesgo.
¿Qué había generado esa hundimiento? La obra de ampliación del sótano de una vivienda comprendida entre las calles San Luis y San Antonio que, según las mismas fuentes, se había efectuado sin la preceptiva autorización municipal con la intención de ganar espacio para la instalación de una bodega. El hallazgo de la infracción conllevó que la Concejalía de Urbanismo, coordinada por el edil Adrián Santos Pérez (Cs), apuntalase la estructura del sótano y promoviese el realojo provisional de los residentes de la vivienda situada justo enfrente.
Después, se abrió un expediente sancionador al promotor de los trabajos y se concertó una intervención de urgencia que permitiese consolidar el habitáculo subterráneo, primero, y reparar el firme, después. Esa actuación, ejecutada de forma subsidiaria, concluyó en la segunda mitad de marzo, con lo que se habría autorizado el desarrollo del desfile con garantías de seguridad, según las mismas fuentes, después de dos años de suspensiones motivados por la pandemia.