ALICANTE. La provincia de Alicante no ha parado de perder competitividad desde la salida de la anterior crisis económica, en 2015, en comparación con otras provincias 'competidoras' o equiparables por tamaño, estructura económica y PIB. A pesar de que la tendencia de la mayoría de variables macro es positiva desde que comenzó la recuperación de la anterior crisis, con la salvedad de una 'brecha covid' que ya se ha cerrado en casi todos los parámetros, Alicante no para de ceder cuota de mercado respecto a estas otras provincias incluso en dos sectores en los que es líder nacional, como el turismo y la construcción de viviendas.
Así lo refleja el estudio 'Perspectiva de la provincia de Alicante 2015-2022', elaborado por el Instituto de Estudios Económicos de Alicante (Ineca) y presentado este jueves por su presidente, Nacho Amirola, junto al director de Estudios, Paco Llopis, y el responsable del Comité de Estudios, Quino Palací. Dicho estudio analiza la evolución del peso específico de la provincia en cinco variables estratégicas: construcción, pernoctaciones, exportaciones, crédito al sector privado y depósitos, en comparación con otras provincias 'competidoras' que se han definido como las más dinámicas (sin contar Madrid y Barcelona) en el mismo periodo: València, Castellón, Murcia, Sevilla, Málaga, Guipúzcoa y Pontevedra.
La conclusión es que la economía de la provincia de Alicante crece, como en toda España, pero a un ritmo más lento que el de dichas provincias con las que se ha comparado. Según este microinforme (presentado junto al informe de coyuntura del tercer trimestre de 2022, cuyas conclusiones son similares), Alicante va perdiendo cuota de mercado en variables tan destacadas como las pernoctaciones en hoteles, en las exportaciones o en viviendas iniciadas, teniendo todas ellas su reflejo en la economía financiera, pues en la misma línea tanto el crédito como los depósitos a particulares recogen reducción en cuota de mercado.
Así, por ejemplo, en cuanto al turismo, la provincia de Alicante ha perdido este año 783.849 pernoctaciones en el periodo de enero a septiembre, comparado con el mismo periodo de 2015. Un retroceso que resta a la provincia un 8,6% de cuota de mercado, que ganan Málaga (+0,8%), Pontevedra (+18,3%), València (+19,3%), Guipúzcoa (+24,9%). En construcción, se han iniciado 269 viviendas menos entre enero y septiembre de 2022 que en el mismo periodo de 2015 (recién iniciada la recuperación del sector). Un retroceso que en términos absolutos parece poco importante pero que resta a la provincia un 49,2% de cuota de mercado. En el mismo periodo en València se han iniciado 2.417 viviendas más (+191,7% de cuota de mercado), y en Málaga 2.846 viviendas más (+91,6% de cuota).
En cuanto a exportaciones, la provincia ha vendido al exterior mercancías por valor de 1.525 millones de euros más entre enero y septiembre que en el mismo periodo de 2015, pero sin embargo, pese a crecer, lo hace menos que el resto, de forma que vuelve a ceder cuota. En concreto, el retroceso es del 8,6%, y aunque en este caso Pontevedra o Málaga también retroceden, lo hacen mucho menos (-4,6% y -1,4% de cuota, respectivamente). En cuando a los créditos y depósitos al sector privado, caen un 28,5% y un 20,9% respectivamente en comparación con septiembre de 2015. La provincia pierde en este caso un 22,9% de cuota de mercado en créditos y un 1,9% en depósitos. Todas las otras provincias con las que se compara lo ganan.
"Somos moderadamente optimistas sobre la evolución de la provincia tras conocer los datos del tercer trimestre y realizar esta perspectiva desde 2015", ha indicado el presidente de Ineca, pero "seguimos perdiendo competitividad, ojo con la construcción y el turismo, que crecen pero menos que el resto". En cuanto al escenario inmediato, Amirola ha advertido de que entramos en un año electoral, lo que condicionará las políticas que se apliquen en la provincia, y ha señalado una vez más la "falta de inversión estatal y autonómica en Alicante". Por ello, ha exigido a la Administración "que se esfuerce para llevar a cabo inversiones reales que impulsen nuestra economía y podamos ganar competitividad". Para ello, ha pedido también "eliminar trabas burocráticas y una mayor cooperación, que dejen el partidismo", con el debate sobre el Tajo-Segura como ejemplo.