'¿Algún romántico en la sala?' es la 'oveja negra' de las comedias de amor

ALICANTE. En la página de las dedicatoria no aparece mecanografiado, pero este libro está dedicado a "los bichos raros" que tienen un concepto de amor distinto al que está socialmente establecido; a quienes "no terminan de entender el amor como nos dicen que tenemos que tiene que ser". Así resume Juana Sánchez el argumento de su nueva novela, ¿Algún romántico en la sala?, que autopublicó el 29 de noviembre y que, en un primer momento, no estaba entre sus planes ver la luz: "Todo lo que hemos estado viviendo nos ha hecho darnos cuenta de que la vida es un suspiro y que no hay que vivir teniendo miedo a que te etiqueten", justifica el cambio de opinión.

Y es que la escritora confiesa que sentía "apuro" al reconocer que "había escrito una novela romántica, porque desgraciadamente se tiende a pensar que es un género muy sencillo de escribir y de lectura fácil", lamenta. Sin embargo, decidió retomar el libro cuando irrumpió la pandemia, pues lo había empezado a escribir en 2019 -vida precovid- y se sentía algo "incómoda" en el género; "pensaba que yo no sabría escribir una novela de este tipo", cuenta a Alicante Plaza.

El resultado es una comedia romántica que su autora tilda de "atípica", pues se sale "del cliché de chico conoce a chica, chica conoce a chica, chico conoce a chico… y va un paso más allá. La idea es contar la historia de una chica de 38 años que no termina de encajar en este siglo, que se lleva muy bien con sus ex y rehúye de esta idea de que al ex tienes que odiarlo y nunca más dirigirle la palabra". Por otro lado, la protagonista "tiene una serie de amigas que tampoco son muy normales: una está muy enganchada a Instagram y la otra está muy enganchada a tener muchas relaciones. Ella es la oveja negra de ese círculo", sintetiza sin spoilear demasiado.

Es por ello que Sánchez dedica su nueva novela a "todos esos bichos raros que hay en el universo, que son personas sensibles que no terminan de entender el amor como nos dicen que tiene que ser el amor". Una mirada que trata de ejemplificar a través de Paula, el personaje principal, un alma vieja anclada en el cine de Katherine Hepburn y en los libros de Jane Austin. "Creo que hoy en día hay muchas personas así, que no se identifican con la música actual o con algunas películas que se hacen para ese público objetivo; que quizás tienen que echar la vista atrás a hace 10 o 15 años para sentirse identificadas".

El personaje de Paula, en la ficción, está salpicado por algunas realidades de Sánchez. Empezando porque ambas se dedican a la escritura y siguiendo por el concepto alternativo del amor: "Sí que tiene que ver conmigo", desvela la autora. "Es una persona que intenta escribir una novela sin tener muy claro qué es el amor". En este sentimiento tienen cabida no solo las relaciones de pareja, pues el amor impregna las páginas de la novela a través, por ejemplo, de la estima hacia su gato o hacia sus amigas. Múltiples versiones que, "salvando las distancias, construyen una comedia del tipo de Love Actually, donde hay muchas historias dentro de una", establece la alicantina.

En ¿Algún romántico en la sala?, donde Elisabeth Ibáñez vuelve a repetir como ilustradora de la portada, "hay amor, humor y mucha música", cuenta. Y razona que, para ella, "el humor es una terapia, una forma de afrontar la vida. Ya lo fue en Agorafóbica perdida. Ahora es noticia que el programa de Andreu Buenafuente termina y para mí esto es horrible. Sin médicos y sin cómicos la vida no tiene sentido. Por eso intento meter el humor en mi día a día, como supervivencia", sentencia.