VALÈNCIA (EFE). El expresidente del Zaragoza, Agapito Iglesias, defendió este miércoles en el juicio por el posible amaño del encuentro ante el Levante de mayo de 2011 que todo el dinero que salió del club fueron primas a sus propios jugadores y que no se pagó de ahí a los jugadores del equipo valenciano.
Iglesias dijo que las primas se pactaron verbalmente con los capitanes y que un documento firmado por Gabi Fernández, excapitan de la plantilla, es "una prima conjunta" por la permanencia.
El total asciende a 727.000 euros y si se pagó en efectivo fue porque ante la mala situación económica del club, que acumulaba impagos, "los jugadores no confiaban en el pago porque estábamos en preconcurso y nos piden que el dinero esté encima de la mesa".
"Existe otra prima especial a varios jugadores, al entrenador y al director deportivo que se negocia esa semana. Me dicen que es bueno motivar a determinados jugadores que llevan el peso del equipo y un montante de un millón de euros", señaló.
A esa prima corresponderían los 965.000 euros que se transfirieron a nueve jugadores, a Antonio Prieto, director deportivo, y Javier Aguirre, entrenador, y que las acusaciones creen que sirvió para pagar a los jugadores del Levante.
Iglesias dijo que si en la instrucción dijo que no sabía a que correspondía fue porque no se acordaba. Afirmó también que eran primas por la permanecía y que si se pagaron antes del encuentro fue porque había un pacto verbal por el que en el caso de no haber logrado la permanencia "se les hubiera descontado" de sus nóminas.
Negó en cambio que, como han señalado algunos de los que recibieron ese dinero, se lo devolvieran en metálico. "No tiene ningún sentido que reciba nada porque yo unos días antes hago un préstamo de 8 millones".
"Si hubiera necesitado dinero lo habría sacado de mis cuentas, además que no estaba en España. No he recibido nada, absolutamente. Tengo claro que el Real Zaragoza ha hecho bien su trabajo otra cosa es lo que hayan hecho esos señores", concluyó.