ALICANTE. El Hércules y más concretamente Claudio Barragán tienen un problema con la lesión de Miñano, que se va a perder los tres partidos que restan de la primera vuelta.
Lo anterior reduce drásticamente las opciones con que cuenta el técnico valenciano para darle creatividad y circulación al centro del campo del equipo.
Ahora bien, todo problema es también una oportunidad. Ha llegado el momento, por tanto, de que Pepelu termine de explotar y haga gala de toda la calidad que atesora; también que Navarrete, si sus problemas físicos quedan atrás de una vez, demuestre su aptitud para jugar de 6 y de 8.
El chileno fue presentado este verano como un 'box to box' y el mediocentro dianense como pivote ofensivo.
Navarrete lució en el primer tiempo del partido de El Collao donde fue además autor del tanto de los blanquiazules y en la hora que estuvo sobre el terreno de juego en el derbi copero, pero se ha visto lastrado por una deficiente preparación física durante el verano. Cuando todo apuntaba a su vuelta a la primera línea, tras cumplir al dedillo un plan de trabajo específico, un edema muscular le ha dejado fuera de las últimas dos convocatorias.
Por lo que se refiere a Pepelu, es junto a Checa un fijo en el once al que se han visto destellos de su gran calidad pero sus 19 años parece que le pesan demasiado cuando se trata de jugar en el Rico Pérez: aquellos que tuvieron la oportunidad de verle jugar hace tres semanas en Paterna, por ejemplo, identificaban cierta clase de liberación en este chaval de Dénia que está llamado a jugar en categorías superiores con el Levante pero ahora defiende la camiseta de un Hércules que necesita que esta temporada sea recordada por aquella en la que tuvo la suerte de contar con él en sus filas.