ALICANTE. La sede de Suma Innova, en San Vicente del Raspeig, ha acogido esta semana un think-tank sobre Blockchain con el objetivo de explorar vías tecnológicas disruptivas. Moderado por el director del organismo autonómo Manuel Bonilla, el debate ha contado con la presencia del presidente de la Diputación de Alicante, César Sánchez, y el vicepresidente y diputado de Modernización, Adrián Ballester, además de un elenco expertos en la materia formado por: Miguel Angel Bernal Blay, director general de Contratación, Patrimonio y Organización en el Gobierno de Aragón; CarmenPastor, directora de BAES y profesora titular de DerechoMercantil de la Universidad de Alicante; Alberto GarcíaValencia, experto y asesor en Transformación Digital&Blockchain en solucionesblockchain.com (by VKMC,SL); Miguel Caballero, CEO de Tutellus y miembrode AlicanTec; Rubén García, marketing Expert en CostcoWholesale; Antonio Romero, de Technology Solution Architect; José Manuel Calabuig Rodríguez, subdirector del IUMPA. Universidad Politécnica de València; María Parga, vicepresidenta e Alastria Blockchain Ecosystem; y de Ramón Villarroig Moya, profesor titular de la Universitat Jaume I de Castellón y presidente del Tribunal Económico-Administrativo de Castellón.
El Think Tank constó de 3 partes: una primera parte dedicada a la exposición de los expertos participantes, una segunda que incluye la participación del presidente de la Diputación, y una tercera reservada para un debate final con trabajadores de Suma.
En su discurso de apertura, César Sánchez ha calificado al organismo autónomo Suma como la avanzadilla tecnológica de la institución y un “ejemplo a seguir”. Sánchez ha asegurado que el objetivo de la institución, con los avances tecnológicos, es ofrecer una igualdad de oportunidades a todos los rincones de la provincia, especialmente a los municipios más pequeños. “Es muy importante para ellos”, ha ensalzado.
El presidente de la institución provincial destacó que “el gran objetivo de las nuevas tecnologías es acercar las administraciones a la sociedad, aportar valor al ciudadano y no generarle barreras, porque de lo que se trata es de mejorar la calidad de vida de las personas”.
Con el objetivo de responder a ese reto, todos los participantes en el foro han comenzado su intervención con el primer objetivo de responder a la pregunta de qué entienden por tecnología blockchain. Así, María Parga, de Alastria, ha afirmado que blockchain es una cadena de valor, intangible y que ofrece transparencia y elimina los elementos que carecen de ese valor. Como ejemplo de cadena de valor, ha citado una donación a una ONG para unas vacunas en el que la persona que hace una donación sabe durante todo ese periodo que el dinero irá destinado ese fin, y no a otro.
Miguel Caballero, de Tutellus, califica el blockchain de un ecosistema que puede revertir la modalidad de un negocio y que aporta transferencias de tecnología a la industria. Rubén García, marketing expert en Costco Wholesale, considera que el blockchain es un vehículo que rompe ineficacias y módulos establecidos y que puede generar negocios si el dinero está bien empleado. Por su parte, Antonio Romero, de Technology Solution Architect, cita por primera vez el big data para hablar de blockhain; es decir, que puede permitir la conexión de dos tipos de tecnología de forma segura. Romero ejemplifica su definición con el bitcoin como una manera segura de conectar dos polos; en este caso, como una persona puede pagar y otro cobrar de forma segura con una moneda. Para Romero, el blockchain todavía está en el inicio de su fase de desarrollo; es decir, que “estamos en sus inicios”, matiza.
Por su parte, Ramón Villarroig Moya, profesor de la Universitat Jaume I de Castellón, habla de que el blockchain permite mecanizar y articular procesos, y Carmen Pastor, de Baes, retoma las ideas iniciales, ya aportadas por otros participantes y puntualiza determinadas aseveraciones: en su opinión, la tecnología blockchain conecta “nodos que no tienen confianza entre sí, es muy escalable, barata y eficiente y que en un futuro puede ayudar a salvar la brecha social entre ciudadanos”. Pastor insiste en que “no hay que confundir el blockchain con la economía colaborativa, más bien se trata de hacer confiar a la gente en algo y fomentar su participación en el bien público”.
Miguel Ángel Bernal Blay define el blockchain como una solución de problemas porque puede permitir que los ciudadanos ejerciten sus derechos en pro de una buena administración; es decir, que el blockchain se puede usar en el ámbito público y aporta valor a la prestación de los servicios públicos. Cita el caso de que se puede aplicar, en futuro, en la mejora y agilización de los procesos de contratación de una institución.
Alberto García Valencia, asesor en Transformación Digital & Blockchain, considera que el blockchain se puede aplicar en todos los activos que se pueden digitalizar. Y cita como ejemplo que se podría aplicar en un puerto comercial, con la división de pequeñas parcelas donde se ubicarían, por ejemplo, contenedores. Esa parcelación permite, por ejemplo, a los gestores del puerto vender cada uno de las parcelas en varios procesos. José M. Calabuig, de la Politécnica de València, introduce un nuevo elemento en el debate: la trazabilidad. A su juicio, para aplicar el blockchain es necesario previamente explorar los problemas que se puede solucionar.
Una vez aportados todos los puntos de vista sobre el blockchain, se inicia la segunda parte del debate. El director de Suma, Manuel Bonilla, pide a los participantes que aporten ejemplos que se pueden aplicar en la administración pública. Toma la palabra Miguel Caballero e introduce un elemento nuevo: la tokenización. ¿Qué es la tokenización? Según Caballero, se trata de una representación abstracta de cualquier activo; por ejemplo, una titularización de activos; es decir, convertir un todo en algo divisible, que se puede dividir y medir.
Carmen Pastor cita a la institución que representa, BAES, como ejemplo de blockchain. En ese caso, se trata de un conjunto multidisciplinar de investigadores, juristas, economistas e ingenieros de diferentes universidades y despachos de abogados. Ese conjunto de nodos conformaría la primera red de universidades para transferir conocimiento y la formación en la tecnología blockchain.
Miguel Ángel Bernal Blay afirma que el blockchain se podría aplicar en los procesos de contratación pública para simplificarlos y destaca que es algo que ya contempla la normativa. Expone que se trataría de aplicar una tecnología que permitiera presentar de forma electrónica las ofertas de una licitación y que todos los pujantes pudieran seguir el proceso con total transparencia y garantías jurídicas, sin necesidad de tener que convocar una mesa de contratación. Bernal habla de la posibilidad de automatizar el proceso mediante la implantación de contratos inteligentes, lo que él llama Smart Contract.
Alberto García Valencia habla de tres casos en los que se podría aplicar la tecnología blockchain. Menciona el caso de la Ley de Transparencia, que genera mucha inseguridad al hacer públicos muchos datos públicos. García Valencia propone distribuir los documentos originales de los currículums en varios discos duros o plataformas para evitar su manipulación. Como segundo caso, cita los sistemas de votación y las dudas que genera los métodos actuales de identificación digital y quien controla los registros. A su juicio, aplicar tecnología blockchain y mejorar el sistema de identificación digital, permitirían reducir los costes. García califica que un voto digital podía costar dos céntimos frente a los 17 euros que cuesta el sistema actual de voto presencial. Y, por último, vuelve a insistir en la tokenización de los espacios para su mejor gestión, como el caso del puerto, antes explicados.
María Parga, de Alastria, añade a las ideas lanzadas que la tecnología blockchain es fundamentalmente local y que su aplicación debe cumplir con la legislación local de cada sitio. Sobre el voto electrónico, Parda explica que en estos momentos se está trabajando en cómo aplicar cambios en la protección de datos para que el sistema de votación electrónica se pueda aplicar en todo el mundo. Según explica, el actual sistema ya cumple con la legislación europea y lo que se intenta en estos momentos es establecer un sistema de ámbito internacional.
El blockchain es, junto a la inteligencia artificial o el Big Data, una de las tecnologías disruptivas que está explorando Suma y durante la última parte del Think Tank los expertos participantes mantuvieron un debate con trabajadores de Suma.
Asimismo, se puso de manifiesto que Suma está trabajando en un proyecto piloto para tokenizar todo el padrón de impuestos de vehículos de la provincia de Alicante con el objetivo de ser más eficientes en la inspección y sanciones que imponen los ayuntamientos y su posterior cobro.