ALICANTE. Primero fue el Hotel Amérigo. Después, el Hotel Eurostars Pórtico Alicante: también de cinco estrellas. Más tarde llegaron los apartamentos de gama alta de RS Boutique. Luego, el bloque turístico de Amérigo Premium Apartments, gestionado por Renthas. Y, en breve, toda esa oferta sumará otro un nuevo actor que reforzará las alternativas de alojamiento en el mismo eje de la calle Rafael Altamira.
Ese próximo estreno es el del bloque de pisos turísticos Urban Oasis, en el número 6 de esa vía de referencia en los desplazamientos entre la avenida de la Rambla y la Plaza del Ayuntamiento que conecta el Centro Tradicional con el Casco Antiguo. La nueva propuesta para el hospedaje de visitantes, que todavía no se encuentra disponible para albergar a huéspedes, se sitúa sobre un edificio residencial rehabilitado y acondicionado que permanecía desocupado desde hacía años. Se trata de un inmueble de planta baja y cuatro alturas en el que tendrían cabida al menos cuatro unidades de alojamiento: una por planta.
El edificio se completa, además, con un bajo comercial que todavía permanece vacante, sin uso definido, en el que podría tener cabida un establecimiento hostelero o una tienda. Por lo pronto, las obras de adaptación y reconversión de ese espacio todavía no han concluido. De ahí que tampoco se haya procedido a la admisión de clientes en las estancias superiores, al margen de que siga tramitándose la obtención de permisos de actividad.
Su funcionamiento no queda afectado por el acuerdo de suspensión de licencias aprobado por el pleno del Ayuntamiento el pasado diciembre, toda vez que se trata de un edificio destinado al alojamiento turístico en bloque completo, y la moratoria en la concesión de autorizaciones municipales (expedición de certificados de compatibilidad urbanística y de licencias de actividad) se limita a las propuestas para habilitar pisos turísticos aislados, encuadrados en edificios residenciales. De este modo, no debería existir impedimentos para que Urban Oasis pueda abrir al público y amplíe el censo de unidades de alojamiento disponibles en la actualidad, que un informe encargado por la propia Concejalía de Urbanismo a la consultora especializada Eosa cifra en 4.108 pisos turísticos.
Alegaciones sobre el Generali
Lo cierto es que los datos de esa oferta continúan siendo cambiantes, a la vista de otros proyectos de apartamentos turísticos en bloque en ciernes o ya en fase de desarrollo, como el promovido por la socimi All Iron en la confluencia entre la avenida de la Rambla y la calle Gerona, en el edificio Generali. Lo cierto es que, además, se trata de uno de los edificios de apartamentos de mayor tamaño entre los disponibles en la actualidad, a la espera del desarrollo del living de Kategora en el Paseo de Gadea, toda vez que dará cabida a 61 unidades de alojamiento.
All iron retomó los trabajos de remodelación del inmueble el pasado diciembre con la previsión de que la reconversión pueda quedar completada entre finales de este año y principios de 2026. En todo caso, su puesta en funcionamiento depende todavía de la concesión de autorización, en un trámite que ahora queda sujeto al proceso de exposición pública para la presentación de alegaciones. Y, como mínimo, ha concitado el rechazo de la agrupación local del PCE-PCPV en Alicante y de la Asociación de Vecinos del Centro Tradicional, que han registrado el mismo paquete de objeciones frente a la resolución de ese permiso. En primer lugar, en esas aportaciones, se alega el exceso de concentración de oferta de alojamiento turístico en el Centro Tradicional, "una zona de la ciudad que lleva años sometida a un creciente proceso de turistificación de su tejido residencial que amenaza con despojarla de personas residentes reales, de vecinos, para convertirla en una simple zona de alojamiento temporal de turistas".
Y, en segundo término, se señala que la reforma que ya se está ejecutando en el edificio debe "respetar estrictamente las determinaciones contenidas" en la ficha del inmueble recogida en el catálogo de protecciones aprobado provisionalmente en pleno en septiembre de 2020, en el que se considera que el inmueble está reconocido con "el grado de protección general parcial" y que, en consecuencia, debe evaluarse la compatibilidad de la propuesta de reforma "especialmente en todo lo relativo a la introducción de nuevos elementos, como la piscina que se proyecta sobre la cubierta plana del edificio, y a la retirada de elementos impropios", según concretan fuentes del PCE-PCPV.