VALÈNCIA. (EFE/Ángel Alonso Giménez) El mapa de los rodajes de cine que se hacen en España empieza a tener cada vez más chinchetas de colores. Aunque Madrid y Barcelona son dos imanes y concentran la mayoría, varias provincias en Euskadi, Comunitat Valenciana, Andalucía, Canarias o Aragón aspiran a más protagonismo.
¿Ha cambiado el mapa de la producción de las películas españolas? Una tendencia parece consolidarse, desde luego, y es la de diversificación, que se debe en gran medida a la apuesta que han hecho numerosas administraciones autonómicas y municipales.
Proliferan en España las oficinas dedicadas a la atracción de rodajes, y esto obedece, a su vez, al aumento de las ayudas a la producción y a las exenciones fiscales.
Pero vayamos paso a paso.
Introducción: dos selecciones como ejemplos
15 películas españolas competirán en la sección oficial del próximo Festival de Málaga. ¿Dónde se rodaron? Ocho, total o parcialmente en las capitales madrileña y catalana, pero las otras siete se desarrollaron principalmente en otras provincias o ciudades.
La buena letra llevó el rodaje a la provincia de València; Lo que queda de ti, al Pirineo de Huesca; Jone, a veces a Bilbao; Sorda, a Murcia; El cielo de los animales, a Sevilla; La terra negra, también a València; y Ravens, a Tokyo, pues es una coproducción con Japón.
Buena muestra de que las empresas españolas que invierten dinero en el cine tienen a disposición un elenco de lugares cada vez más variado.
Madrid acogió los rodajes de La deuda, de Todo lo que no sé y de parte de La buena suerte, en este caso junto con localizaciones de Navarra y de La Rioja.
Barcelona, por su parte, comparte escenario en cinco filmes a competición: Una quinta portuguesa (con Portugal), Muy lejos (junto con la ciudad holandesa de Utrecht), Ruido (con México), La furia (con Teruel) y Los tortuga (con Jaén).

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Repasar las localizaciones de 11 de los últimos estrenos nacionales en salas (sin contar los del pasado viernes) enseña un retrato parecido, es decir, heterogéneo, territorialmente hablando.
Porque si bien Madrid acogió a Daniela forever, Miocardio, Mikaela (con Segovia) y La mitad de Ana (con Alicante), y Barcelona a Desmontando un elefante, cinco producciones en total, la diversidad se abre paso.
El rodaje de Nosotros transcurre, sobre todo, en Bilbao y otras localidades de Bizkaia; El secreto del orfebre, en lugares de Cataluña y de La Rioja alavesa; Padres, en Tenerife; Tierra baja, en la provincia de Teruel; Fin de fiesta, en Huelva; y Mala influencia, en València y Alicante.
El curso del dinero: Madrid, Cataluña y Euskadi
El último anuario hecho por el Instituto de la Cinematografía y de las Artes Audiovisuales (ICAA) es de 2023, pero ilustra bien de dónde viene y a dónde va el dinero que mueve el cine español.
El número de empresas productoras de cine, por ejemplo. Madrid y Cataluña lideran la tabla porque, según los datos del ICAA, tenían 195 y 107 empresas, respectivamente. La evolución de la cifra desde 2013 es reveladora en el caso madrileño: de 92 a 195.
Pero son también reveladores los casos canario, que en el mismo periodo aumentó el número de empresas de 9 a 32; andaluz, de 20 a 67; valenciano, de 17 a 41; y vasco, de 17 a 40.
En todas las autonomías, en realidad, se han montado más productoras, menos en Cantabria y en La Rioja, según el anuario. El total nacional llama la atención, de hecho: de 267 empresas en 2023 a 553 diez años después.
Lógicamente, las ayudas del Gobierno se dirigen, sobre todo, a Madrid y a Cataluña.
En 2023, 97 empresas de la Comunidad de Madrid recibieron más de 28,3 millones de euros para la producción de cine, mientras que 84 entidades catalanas percibieron más de 30,6 millones.
Son cuantías muy por encima de los 5,1 millones que recibieron 11 empresas canarias, los 4,4 millones para 20 entidades gallegas, los 3,7 para 25 empresas valencianas, los 2,3 para 7 navarras y los 2,3 millones para 17 sociedades andaluzas.
Pero no están tan por encima de los casi 16 millones que contribuyeron a sacar adelante los proyectos de 40 productoras vascas.
En resumen, de las 313 empresas beneficiarias en toda España, el 30,9 % proceden de la Comunidad de Madrid, el 26,8 % de Cataluña y el 12,7 % del País Vasco.

- Foto: TXUCA PEREIRA -
Un empujón político
Las ayudas que da el ICAA, entidad del Ministerio de Cultura, se dividen entre las generales, que son anticipos a las empresas productoras y que ascendieron a 62 millones en 2023, y las selectivas, 30 millones destinados a productoras independientes con proyectos más experimentales.
Las ayudas generales impulsaron en 2023 un total de 33 proyectos provenientes de Madrid, 31 de Cataluña y 22 de Euskadi.
En Cataluña, las ayudas selectivas facilitaron 36 proyectos, en Madrid 34, en la Comunitat Valenciana 13 y en el País Vasco 11.
Además, la Ley del Impuesto de Sociedades consagra una serie de incentivos fiscales a la producción cinematográfica y particularidades en Canarias, Navarra y Euskadi, según indica la web de la Spain Film Commission.
Precisamente, este organismo busca impulsar y favorecer la circulación de la financiación de proyectos cinematográficos por la geografía española. Coordina más de 40 oficinas territoriales dedicadas a la atracción de dinero, y sobre todo, a su optimización.
Todas las autonomías disponen de al menos una. Sobresalen Castilla y León (5); Canarias y Cataluña (4); y Andalucía, Aragón, Baleares y Comunitat Valenciana (3).
Señala el anuario del ICAA que 298 largometrajes españoles se hicieron en 2023. Recaudaron 82,3 millones. Subir el tamaño del negocio es el objetivo, y a ser posible, por todos los rincones del país.