EL CAMPELLO. El cine es un entretenimiento atractivo. Eso es así. No se puede negar que el séptimo arte se cuela entre los temas de conversación recurrentes, es un pasatiempo apetecible y un hobby cada vez más accesible, ya que se encuentra a golpe de clic -y de suscripción mensual-. Además es una afición multiplataforma: se puede disfrutar en la intimidad de un sofá, en una sala afelpada con olor a palomitas y Coca-Cola o más allá de la pantalla, en 3D, visitando los lugares en los que se han rodado esas películas o series de culto. Seguro que conocéis a alguien -en realidad, a más de una persona- que sueña con viajar a Nueva Zelanda para ver en primera persona las tierras del Hobbit o quien se ha sacado una foto en el londinense andén 9 y 3/4 traspasando la pared a lo Harry Potter.
Y ese fandom los lugares lo saben aprovechar bien. No hace falta salir de España para encontrar rutas cinéfilas que se han montado en cada rincón que ha escuchado ese "3, 2, 1, ¡Acción!". En el caso de la Comunitat Valenciana, Peñíscola ofrece un paseo en el que te tropiezas literalmente con las placas de "aquí se rodó [inserte el título]". La población castellonense presume de haber acogido al elenco de Juego de Tronos -como para no presumir-, pero no es el único municipio del territorio valenciano en el que se ha desplegado el frenesí de cámaras, maquillaje y su respectivo staff. Sin necesidad de buscar en otras provincias, son muchos los audiovisuales que han pisado municipios alicantinos, desde la propia capital -con estudios habilitados en Ciudad de la Luz- hasta enclaves como El Campello.
Es precisamente esta localidad costera la que se presenta, además de como destino turístico, como plató de cine. Escenario no le falta: con un término municipal de 55 kilómetros cuadrados, cuenta con 23 km de litoral, la desembocadura del Río Seco, monumentos y yacimientos arqueológicos calificados como bienes de interés cultural e, incluso, instalaciones habilitadas especialmente para los rodajes, como la finca 'Fun West', que simula un poblado del viejo oeste. Para potenciar este conglomerado cinematográfico, El Campello cuenta con una film office -que depende de la Concejalía de Turismo-, una entidad que también recibe la ayuda de Costa Blanca Film Comission, la oficina de cine creada por la Diputación de Alicante en 2017 para fomentar y facilitar los rodajes en la provincia.
En los últimos años, marcas como Afflelou o artistas como Melody han pisado El Campello para sus spots o videoclips. Pero definitivamente los audiovisuales que más abundan son los largometrajes y los cortometrajes. Entre estos destacan Noches de Casablanca (1963), rodada en la finca Villa Marco, a la que pertenece la canción de Sara Montiel Quizás, quizás quizás...; 15 años y 1 día (2013), con un elenco compuesto por Tito Valverde, Maribel Verdú, Aaron Piper, Belen López y Susi Sánchez, o Y la muerte lo seguía, un corto que cuenta con 130 nominaciones en festivales nacionales e internacionales y 20 premios.
De manera más reciente, El Campello parece haber experimentado un boom de los cortometrajes. Dentro de este formato, hace a penas un mes la productora Socraty Films comenzó con el rodaje de su nuevo proyecto audiovisual que reúne entre su elenco a la natural de Aspe Nadia Clavel, el alicantino Luis Caballos o el personaje infantil de Jacob Llopis, quien también se encuentra trabajando en la recién recuperada Alqueria Blanca. "Empezamos a rodar el corto el 17 de abril y necesitábamos un parking", cuenta el director, guionista y productor Cristian Martínez.
Ahí es donde entra en juego El Campello, con el parking subterráneo de Els Furs, tras un cambio de planes: "Íbamos a rodar en un parking al exterior, pero por tema narrativo decidimos cambiarlo a interior. Una semana antes pedimos todos los permisos y nos los concedieron muy rápido, dándonos todas las facilidades posibles", comenta agradecido. El hecho de escoger El Campello como localización responde a una necesidad de moverse por la zona de Alicante, "debido a la proximidad de las personas que trabajamos en el cortometraje", apunta el director. "Ese parking nos cuadró bien por cercanía y a nivel visual".
Los espacios naturales del municipio también han desempeñado un papel protagonista en ciertos trabajos audiovisuales, convirtiéndose incluso en escenarios de terror, como ha sucedido con el Río Seco. En este paisaje se enmarca la película de Jorge Núñez de la Visitación, The Night Flier AKA Fleeting AKA Full Exposure, un proyecto de Negre de la mano de Idensitat, una iniciativa que planteaba repensar los espacios fluviales desde la ficción.
Otro de los cortometrajes traídos a la vida en El Campello ha sido El porvenir, un trabajo audiovisual del valenciano Guillermo Alcalá-Santaella, en el que la Escuela de Cine de la UMH ha actuado como productora. El barrio del Bonny, la Casa de la Cultura (cedida por el Ayuntamiento) o el cercano restaurante El Casino han sido las localizaciones escogidas, además de un hostal en el vecino Sant Joan. "Nos quedamos con El Campello y Sant Joan porque lo conocido, al final, tira", admite el director valenciano, quien cuenta que dos de los requisitos para escoger las ubicaciones eran "que se pudieran ambientar en la época y que estuvieran cerca entre ellas, porque teníamos muchísimas escenas y únicamente cuatro días para rodar".
"Tenemos peticiones casi a diario de localizaciones", aseguran a Alicante Plaza desde la oficina de cine de El Campello, adscrita a la Concejalía de Turismo, de la que es responsable Marisa Navarro (PP). "Sin embargo, no todas se convierten luego en rodaje", aclaran. Uno de los últimos interesados en llevar su set de grabación al municipio ha sido Amazon USA, que está buscando localizaciones para un reality show. "Han pedido un chalé de lujo donde se rodarán las escenas del programa y necesitan también un terreno libre donde poder hacer las instalaciones", desvelan desde la film office.