ORIHUELA. El Ayuntamiento de Orihuela ha presentado alegaciones en el marco de la participación pública para la elaboración de la planificación hidrográfica tanto de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) como la del Tajo (CHT) del periodo 2021-2027. En este sentido han dirigido una alegación a cada uno de los organismos, dirigidas a lo que se ha categorizado como esquema de temas importantes. Una trata sobre la gestión del riesgo de inundación y la otra sobre caudales ecológicos.
La referente a inundaciones se ha dirigido a la CHS. Este apartado, según recoge el documento del organismo tiene por objeto conseguir que no se incremente el riesgo de inundación y que "en lo posible" se reduzca a través de distintos programas de actuación. La alegación que ha trasladado Orihuela, e hizo ayer público el edil de Agricultura, Víctor Valverde, recoge cuatro propuestas. En la primera solicita la revisión de la rambla de Abanilla y propone su encauzamiento o desvío. En la segunda también solicita la actuación en otra rambla, la Cañada de las Estacas. Esta se encuentra en la costa. Ante fuertes avenidas tanto la zona costera de su homónima playa como las calles adyacentes sufre importantes daños. Estas situaciones guardan relación con el hecho de la existencia de urbanizaciones de planta baja situadas junto al límite de ambos lados de la rambla a lo largo de dos kilómetros, hasta desembocar en el mar.
También para la zona de la costa, la tercera propuesta, solicita la revisión y actuación en el río Nacimiento para evitar daños en la playa de la Glea con el encauzamiento u obras de defensa de caudal para reducir el impacto de las crecidas. En la última propuesta, el Ayuntamiento solicita la revisión del encauzamiento del río Segura o el desvío de éste mediante by-pass.
Emilio Bascuñana, alcalde de la ciudad, y también presente durante la presentación, ha recordado que el viernes pasado en la reunión telemática con Mario Urrea, presidente de la CHS le trasladó una propuesta de "soluciones rápidas" como, -añadidas a las ya expuestas- actuaciones en la presa de Tabala, medidas de mitigación del cambio climático para que la desembocadura del río en Guardamar no cuente con obstáculos y así facilitar el desagüe ante fuertes avenidas. Estas propuestas, señala, vienen por la Universidad de Alicante. Están valoradas en unos 200 millones de euros, cuya financiación según defiende Bascuñana debería venir por la rama público privada. Estas medidas las ha descrito el primer edil como necesarias para "la supervivencia" de la ciudad y la comarca.
El martes, este diario preguntó a Urrea, en la inauguración de la nueva oficina de la CHS en Orihuela, si se había avanzado en cuanto a medidas que se adoptarían en la Vega Baja para reducir los daños ante futuras inundaciones. Señaló que "en breve" se dispondrán del informe y el marco director sobre el que trabajar. Basuñana, ayer, aunque enfatizó que su crítica no se dirigía a la persona del presidente de la CHS, sí ponía con sus palabras en entredicho la afirmación de Urrea. "Llevamos un año y dos meses [desde las inundaciones de 2019] y aún no se tiene [el marco director]. No me consta que ese estudio de la Universidad Politécnica de Valencia esté formalmente solicitado, no sabemos los plazos, ni las condiciones, ni si está contratado. Solo la promesa de que en breve tendremos el plan director" señalaba el primer edil.
La segunda alegación se ha remitido a la CHT y versa sobre el aumento del caudal ecológico en la cuenca del Tajo, en detrimento, según el edil Valverde, en los aportes del trasvase Tajo-Segura. El esquema provisional de temas importantes de la planificación hidrológica del Tajo recoge que el caudal ecológico en Almoguera tendría un valor medio de 8,48 m3/s, cuando anteriormente no disponía en este punto. En Aranjuez, se pasaría de un caudal mínimo de 6 m3/s a 8,52 m3/s, en Toledo de 10 a 17 m3/s y en Talavera -río Tajo desde río Alberche a la cola del embalse Azután- de 10 a 17,80 m3/s. Estos aumentos supondría, según recoge el documento de alegación una repercusión en el trasvase. Añade que "parece desprenderse [...] que el volumen medio anual trasvasado en origen pasaría de 314 hm3 a 234,5 hm3".
Los caudales ecológicos tienen la misión de mantener como mínimo la vida piscícola que de manera natural habitaría en el río, y su vegetación. "No se discute que el río Tajo deba mantener condiciones adecuadas de conservación de la flora y fauna. Pero ello no debe hacerse mediante medidas desproporcionadas que producirán daños irreparables en los usos del trasvase" indica el documento de alegación. Desde el Ayuntamiento consideran que no es equitativo "hacer recaer las consecuencias de la elevación de los caudales ecológicos fundamentalmente en los usuarios del trasvase que se verán afectados por dicha medida de manera sustancial". Por estas razones solicitan que se revisen estas medidas y se tengan en cuenta los impactos en "los usos existentes y potenciales, dado que una fijación desproporcionada de los mismos [caudales ecológicos] podría resultar en un impacto socioeconómico muy lesivo para los usuarios y sus derechos adquiridos".
En este caso, Bascuña también se ha expresado en términos de "supervivencia, en cuanto a nuestro progreso y desarrollo". Relaciona directamente la aportación del agua del trasvase con la generación de 60.000 puestos de trabajo. "Todo lo que se genera con el agua del trasvase y el regadío, y lo que somos capaces de generar con ese agua en la agricultura y el turismo, necesitamos ese agua para seguir aportando, tanto a la comarca, la provincia, España y a nivel internacional" argumentaba. En este sentido hace referencia a la relevancia de las exportaciones y la gran demanda de productos agrícolas durante el confinamiento.