Teniendo en cuenta las dimensiones del local, "un espacio muy chiquitito", concreta, "me he planteado exponer poco y bueno antes que mucho y abarrotado, porque si lo llenas todo pierde el contenido, te mareas al mirar y ya no valoras cada pieza", apunta con respecto a la cantidad de obras de la muestra. Además, como mamá orgullosa de todas ellas, confiesa que le ha costado seleccionar las que se exponen y que, pese a que se trata de trabajos de distintos períodos -ya que se incluyen obras desde el año 2009 hasta la actualidad-, "existe un cierto leitmotiv, como podría ser el tema de género, porque trabajo mucho con el cuerpo femenino", aclara la alicantina. "Además de la actitud, ya que soy yo quien les da vida y aunque cambie un poco mi manera de crear, lo hago con mi técnica", fija como otra similitud entre las obras que ha conseguido persistir en el tiempo.
Esta apertura al público de la recopilación de obras gráficas de Marina Palomo surge con la idea de "que no se queden en el taller y de poder mostrar mi trabajo, porque en Alicante he expuesto poco, pese a que es mi ciudad natal", explica la propia artista, quien adelanta que la intención es "moverla por otros espacios". Una especie de homenaje a su trayectoria gráfica -porque también es performance y pinta al óleo en grandes dimensiones-, en el que la alicantina ha "elegido el formato papel para atarlo un poco al espacio, porque el bar es también una librería. He seleccionado la obra más gráfica, de papel, de escritorio, como digo yo", confiesa. Un lugar especial este en que se combina gastronomía y cultura en sus vertientes literarias o artísticas, cuyo nombre ya refleja que no se trata de un espacio destinado únicamente a llenar la barriga de sus comensales, sino también su sed de cultura. El impulso heroico y la dimensión insoldable es, en sí mismo, un impulso a la cultura: "Expongo aquí porque viene mucha gente con un nivel cultural interesante y que creo que pueden entender mi obra, la cual es muy conceptual, casi filosófica", revela Palomo.
Unos trabajos que crea la artista pero que interpreta y completa el espectador añadiéndole su visión y su sentimiento subjetivo: "Las piezas que yo creo las termina el espectador, porque es quien le añade su carga. A mí el arte que me interesa es el que no me dan masticado", aclara. Y desvela su pensamiento respecto al arte, materia prima y resultado de su trabajo, alegando que "se trata de una recreación del mundo contemporáneo en el que vivimos. Sería como un puzzle de sensaciones e imágenes en las que nos vemos involucrados todos y todas diariamente y una resignificación de todo eso".