ALICANTE. Se acabó. Ángel Franco deja de ser un socio preferente para Ximo Puig en cuestiones internas socialistas. Este viernes, el PSPV ha comenzado a aplicar su política de aislamiento hacia el ex senador y factótum de la agrupación socialista de Alicante. Su último intento para enmendar la crisis generada desde el pasado lunes, con el relevo de la portavoz socialista Eva Montesinos y restitución, no ha sido tenido en cuenta. Franco desbloqueó este viernes, sobre las 13 horas, el nombramiento de los asesores del grupo municipal, dejando caer de la lista de los cuatro, el nombre de su mujer, Fini Nicolás, pero la cúpula socialista valenciana ni lo tuvo en consideración. El único consuelo que le queda a Franco es que ha logrado mantener a tres asesores, y que retiene el control de la agrupación local, aunque con un nivel de erosión mucho más alto que hace un mes, cuando se eligió a la nueva dirección, con Miguel Millana a la cabeza.
En Blanquerías siguen muy enfadados con el movimiento de la dirección socialista de Alicante, de querer apartar a Montesinos, y ha han comenzado a aplicar la política de bloqueo con Franco. Y todo hace presagiar que ese bloqueo interno se mantendrá durante meses, y posiblemente, años, si no hay un cambio de actitud radical de todo el entorno del ex senador. Los últimos puentes de comunicación que había, con el secretario de Organización, José Muñoz, se han roto esta semana. Las relaciones con los portavoces satélites, como pudiera ser el ex secretario de Organización del PSPV, Alfred Boix, o el asesor de Presidència, José Manuel Orengo, también se han dinamitado. Franco, en estos momentos, no tiene interlocutor con el PSPV, y el secretario general del PSOE de Alicante, Miguel Millana, ha quedado totalmente desacreditado: se ha mostrado un hombre sin criterio ni capacidad para hacer reflexionar a Franco desde que rumiaba la operación para apartar a la que fuera a la candidata a la Alcaldía de Alicante tras la salida de Gabriel Echávarri.
Y la prueba se ha producido este viernes, con la renuncia de Fini Nicolás. Su gesto no ha sido tenido en consideración. Aunque Montesinos como portavoz podría haber actuado de igual manera, pues sólo la portavoz la potestad de nombrar a los asesores, bien es verdad que Franco ha intentado acercar postura con al renuncia de Nicolás, pero su maniobra ha pasado sin pena ni gloria. No ha habido agradecimiento. Más bien, alivio para la portavoz, Eva Montesinos, para poder nombrar a Sonia Rodrigo, la antigua jefa de prensa del equipo de gobierno socialista, como asesora.
Pese a ello, Franco ha logrado mantener parte de la propuesta inicial: a Pedro Boj, hijo del histórico militante Pedro Boj; Lara López, hija del presidente de la agrupación local, y al secretario de Organización, Pedro Ródenas. Desde ese punto de vista, Franco no ha salido del todo mal parado, en cuanto su nivel de reputación dentro de la militancia socialista está por los suelos después de maniobra de intentar apartar a Montesinos, figura que en estos momentos tiene el expreso respaldo del presidente de la Generalitat y secretario general del PSPV, Ximo Puig. El intento de querer enterrar a todo lo que huele a Echávarri le ha generado un desgaste importante.
Franco ha sido una garantía interna. Ha controlado la agrupación socialista durante los últimos 20 años. Ha servido sus victorias al líder que requiriese de delegados para ganar un congreso o votos para unas primarias. Pero ahora Ximo Puig ya no necesita ese respaldo interno: ya ha anunciado que no se va a presentar a un nuevo mandato en el PSPV ni tampoco se van a celebrar primarias para elegir a un candidato a la Presidencai a la Generalitat. Puig tiene años de tranquilidad interna sobre su persona. La relación con Ferraz se ha reconducido en los últimos meses y al menos en la provincia de Alicante, donde Puig tiene más poder interno, hay paz en el seno de las agrupaciones. Su única derrota ha sido la de Elche, donde Alejandro Soler ha tomado las riendas del partido frente a la candidatura de Carlos González, el preferido de Ximo.
Ante este panorama y mientas no haya nuevos procesos internos en el PSOE, Puig puede prescindir de Franco durante los próximos meses. La única arma que le queda a Franco es la confección de la lista de Alicante: puede plantear un candidato si quiere de nuevo desafiar el poder del PSPV o pactar los nombres con el partido, pero su fuerza a día de hoy, ya no es el 80% del pasado 23 de marzo. Muchos de los que respaldaron a Millana hoy reconsiderarían su voto tras lo sucedido esta semana.
Sobre la situación vivida en la agrupación local, Ximo Puig ha reconocido este viernes en Alicante que "no ha sido la mejor semana" y ha defendido actuar "siempre" pensando en los ciudadanos y en "de qué manera el PSPV puede ser más útil para la ciudad".
Así, ha opinado que la agrupación local "está mejor" que a principios de semana y ha dicho que es "favorable" al diálogo "externa e internamente", porque es "un fin". Sin embargo, ha insistido en defender la generación de "ideas" en favor de la "cohesión" y "no planteamientos que producen confrontaciones estériles e innecesarias" y ha considerado que se está "encauzando" la situación. Además, ha señalado que será el partido "en un tiempo" quien determine el candidato local a la Alcaldía, aunque "en este momento la líder del grupo municipal es Eva Montesinos". Pocas dudas.