A TRAVÉS DEL PROYECTO 'TRANSITARTE'

El Campello recupera 'La plaza de los besos', un parque infantil y parada del 'Camino de los cuentos'

22/12/2020 - 

EL CAMPELLO. La Concejalía de Infraestructuras del Ayuntamiento de El Campello, dirigida por el primer teniente de alcalde, Julio Oca (Cs), vuelve a recuperar un espacio deteriorado de la vía pública a través de su proyecto Transitarte. En esta ocasión, en el parque infantil y la infraestructura aledaña situadas en lo que la propia área ha denominado 'La plaza de los besos'.

Este espacio, aún sin bautizar, pero que a la Concejalía le gusta referirse como 'La de los besos', está situada junto a la Avenida de Alcoy y se erige en la segunda parada obligada en el camino de los 'Cuentos callejeros', que arrancan en la Plaza del Carmen. Sus muros son el soporte de la creación de los artistas Krisztina Molnar y Roberto Baeza, que han sabido plasmar el sentimiento de pérdida de muchas personas a esas manifestaciones de cariño que han venido aparejadas a la pandemia.

Para el primer teniente de alcalde, Julio Oca (Cs), "esta segunda parada en la recuperación de los espacios públicos a través del arte es solo una más de un largo recorrido". De hecho, en la actualidad, la Concejalía, además de los trabajos de recuperación del área infantil del Parque Central y de los llevados a cabo en Cala Baeza, trabaja en la elaboración de un censo de parques y espacios públicos deteriorados para continuar con su plan de rehabilitación.

Grafitis por besos

Los trabajos de recuperación de esta área lúdica, que comenzaron el pasado 19 de noviembre, han supuesto la inversión aproximada de 10.000 euros entre las tareas llevadas a cabo por la Concejalía de Mantenimiento, consistentes en el acondicionamiento de las paredes que delimitan la zona infantil, que estaban colmadas de grafitis; el lijado, pintado y reparación de los juegos infantiles y bancos, y el posterior acabado de la obra de Krisztina Molnar.

Para la artista, reflejar el sentimiento de pérdida en el terreno de las emociones desde que comenzara la pandemia ha sido el eje de toda du obra. "Si te preguntan qué es lo que más echas de menos desde el comienzo de la pandemia seguramente muchos de nosotros responderíamos los besos, los abrazos, chocar los cinco, los bizcochos de la abuela… sentirnos queridos", manifiesta Krisztina Molnar.

Y es justamente eso lo que los autores han deseado reflejar, en ausencia de contacto físico: poder llegar al corazón con las palabras y los dibujos, "como nuestro regalo no solo para estas festividades navideñas, sino para cada día". Por este motivo, el nuevo mural contiene las cinco moléculas básicas de la felicidad: endorfinas, para el placer; adrenalina, el antídoto ante el aburrimiento y malestar; serotonina, que fortalece nuestra confianza; oxitocina, para la afectividad y, dopamina, para que cuando te digan "no puedes" contestes "mira cómo lo hago".

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