Planta solar de X-Elio en Xixona, imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINAVILLENA. Justo una semana después de que la asociación Salvatierra alegara que la instalación solar proyectada en Los Alhorines (Villena) amenazaría la biodiversidad y el valor arqueológico del paraje, Ecologistas en Acción ha lanzado su propia protesta. La agrupación también defiende el uso de la energía solar fotovoltaica por su contribución a un futuro descarbonizado, pero exige el establecimiento de “una normativa para la correcta ordenación e implantación de estas instalaciones” en un momento de proliferación de muchos proyectos. En el borrador al que ha tenido acceso Alicante Plaza, la entidad presenta un total de ocho alegaciones contra el impacto medioambiental que generaría la planta promovida por Abo Wind.
En la primera, se recrimina que “el Estudio de Impacto Ambiental (EsIA) desprecia los efectos sinérgicos del proyecto, teniendo en cuenta todos los de energías renovables que se están tramitando en la comarca del Alto Vinalopó y, más concretamente, en el término de Villena”. Así pues, aducen que hay previstas casi una docena de plantas solares al sur del municipio y alguna al norte, cuyas implicaciones acumulativas no se contemplan en el EsIA.
En segundo lugar, se expone que “el proyecto ISF Benejama 1 ocuparía terrenos de elevado valor agrológico y que es incompatible con las determinaciones de la Declaración Ambiental Estratégica del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) 2021-2030”. Según los ecologistas, las parcelas proyectadas, “como se demuestra en el Visor Cartográfico Valenciano”, sí son aptas para el cultivo, a diferencia de lo que argumentan los promotores.
En el tercer punto, se alega que “el EsIA no atiende de forma correcta a la existencia del Paisaje de Relevancia Regional (PRR) n.º 29”. Dado que las casi 120 hectáreas que ocuparía la planta solar están ocupadas por cultivos de secano, olivos y viñedos —paisajes representativos del territorio valenciano—, la asociación considera que el proyecto en cuestión “incumple los objetivos de calidad paisajística y, por tanto, es incompatible con la preservación de ese PRR n.º 29”.
La cuarta alegación establece que “hay un impacto severo sobre las aves esteparias y, en especial, sobre la cerceta pardilla, que no es valorado correctamente en el EsIA”. Como ya estableció Salvatierra, esta especie figura como vulnerable en los catálogos de Especies de Fauna Amenazadas y el terreno en el que se pretende ubicar la instalación bordea el límite de la zona de especial protección para las aves (ZEPA) de Los Alhorines, por lo que se pondrían en riesgo su hábitat y su supervivencia.
Como quinta reivindicación, se reprocha que la línea de alta tensión que evacúa la energía eléctrica afecta a un corredor o conector ecológico entre la ZEPA de la Sierra de Salinas y la de Almela-Moratillas, y la ZEPA de Los Alhorines. Según explican, estos conectores no deberían ser utilizados con tendidos aéreos de gran porte, algo que no se ha tenido en cuenta en el EsIA de la infraestructura.
La asociación Salvatierra alega que la planta solar de Los Alhorines amenazaría su biodiversidad
En sexto lugar, establecen que el Estudio de Impacto Ambiental “no evalúa el consumo de agua que precisa la limpieza periódica de los paneles fotovoltaicos e incluso afirma erróneamente que el cambio de usos del suelo supondrá un ahorro del consumo de agua”. La asociación califica de falso este último dato porque los cultivos existentes en la zona son de secano y, por lo tanto, no necesitan ser regados.
La penúltima alegación —al hilo de la cuarta— dicta que “la ISF Benejama 1 ocuparía terrenos incluidos en la Zona Periférica de Protección (ZPP) en el borrador de las Normas de Gestión de la ZEPA Los Alhorines”, las cuales tachan este tipo de instalaciones energéticas de “incompatibles con la conservación de los hábitats de las aves esteparias”. Por último, se alega que “en el EsIA, se omite un estudio de riesgos de la proximidad de la balsa de San Diego a la ISF y la consideración de la existencia de un Plan de Emergencia y Evacuación de esa balsa”, catalogada de “gran presa”.
Ecologistas en Acción lanza así un llamamiento a la responsabilidad institucional en la gestión y distribución de las plantas fotovoltaicas de la zona para garantizar su buen uso y evitar las burbujas especulativas. “Es necesario limitar y ordenar la procedencia de estas iniciativas emprendedoras y propiciar la titularidad comunitaria por encima del lucro privado”, sentencian en el documento. En la misma línea, critican el modelo centralizado de macroplantas que se está desarrollando y abogan por fomentar el autoconsumo de esta energía renovable, ya sea en hogares y centros de producción o en cooperativas y empresas de economía social.
