VALÈNCIA. El 24,4% de los valencianos está en riesgo pobreza, más de dos puntos por encima de la media nacional, que se situó en el 22,3% según la Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del INE realizada a partir de los ingresos medios de los hogares en 2015.
El ingreso medio anual neto por hogar se situó ese año en el conjunto de España en 26.730 euros, con un incremento del 2,4% respecto al año anterior. En el caso de la Comunitat Valenciana, el ingreso medio por hogar fue de 22.744 euros, lo que supone el primer aumento anual desde 2009.
La tasa de pobreza de la Comunitat descendió por segundo año consecutivo tras llegar a su máximo en 2014, con el 26,2% de los valencianos en riesgo de pobreza.
El umbral de riesgo de pobreza se fija en el 60% de la mediana de los ingresos por unidad de consumo de las personas. Por tanto, al crecer los ingresos por persona también aumenta el umbral de riesgo de pobreza.
En 2016 el umbral de riesgo de pobreza para los hogares de una persona –calculado con los datos de ingresos de 2015– se situó en 8.209 euros, un 2,5% más que el estimado en el año anterior. En hogares compuestos por dos adultos y dos menores de 14 años, dicho umbral fue de 17.238 euros.
El indicador AROPE de riesgo de pobreza o exclusión social se construye con la población que se encuentra en riesgo de pobreza o con carencia material o baja intensidad en el empleo. En base a estos tres componentes, el INE indica que la reducción global de esta tasa en 2016 se produjo en dos de ellos: la carencia material severa pasó del 6,4% al 5,8% y la baja intensidad en el empleo se redujo del 15,4% al 14,9%.
La carencia material severa es definida como la ausencia de al menos cuatro conceptos de los nueve que se preguntan en la encuesta: No puede permitirse ir de vacaciones una semana; no puede permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días; no puede mantener la vivienda con una temperatura adecuada; no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos; retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda; no puede permitirse disponer de un automóvil ni teléfono ni televisor ni lavadora.
Según la encuesta del INE, en 2016, el 49,5% de la población no tenía carencia en ninguno de los nueve conceptos, mientras que el 5,8% estaba en situación de carencia material severa (en al menos cuatro conceptos de la lista de nueve).
Asimismo, revela que de los nueve conceptos que determinan la inclusión de la población en este grupo, los más frecuentes fueron: no tiene capacidad para afrontar gastos imprevistos (afecta al 99,4% de las personas en situación de carencia material severa), no puede permitirse ir de vacaciones al menos una semana al año (99,2%), no puede permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada (81,1%) y ha tenido retrasos en el pago de gastos relacionados con la vivienda principal o en compras a plazos en el último año (75,7%).