EN LA SEGUNDA LÍNEA DE PLAYA

Calp autoriza libertad de alturas a cambio de edificios más estrechos para evitar el 'efecto pantalla'

4/07/2017 - 

CALP. A petición de los hoteleros de Calp, el ayuntamiento que preside el popular César Sánchez ha aprobado este lunes una modificación puntual del plan parcial cuatro, ubicado entre la Salinas y el cauce del barranco del Pou Roig, que permitirá libertad de alturas para los nuevos edificios que pidan licencia a cambio de que éstos sean más estrechos y deberán tener forma rectangular, de manera que el lado más corto esté paralelo al mar. El objetivo de la enmienda, presentada por los hoteleros, es evitar el efecto pantalla y que futuros edificios hoteleros se queden sin vistas al mar.

Además de cabida a la demanda de los hoteleros, la modificación aprobada también debe absorber la edificabilidad contemplada en los alrededores del yacimiento de época romana Baños de la Reina, de manera que sus propietarios de suelo adyacente, ya no podrán construir y recuperarán sus derechos urbanísticos en el plan del Saladar.

Y otro argumento más del equipo de gobierno del PP y los independientes: "el suelo urbano Saladar es el único suelo de Calp que tiene la posibilidad de absorber el crecimiento natural en primera residencia de la localidad, ya que prácticamente todo el Suelo Urbano de Ensanche existente está colmatado". De esta manera "se busca que dicho suelo funcione tanto desde el punto de vista residencial como comercial, creando un área de bloques de viviendas con los servicios que demandan actualmente las familias: aparcamientos subterráneos, bandeja comercial, viviendas de 2, 3 y 4 dormitorios, servicios comunes para los bloques con piscina", según figura en la propuesta aprobada

Así, de esta manera, éstas viviendas deberán destinarse principalmente a uso plurifamiliar. Según César Sánchez, "el objetivo de la modificación es que existan menos edificios, más altos y a ser posibles con una vivienda por planta". Los cambios introducidos también obligan a los promotores a destinar los bajos del edificio a comercios y a que los parkings sean subterráneos, y no en superficie, para ganar más espacio público, equipamientos y para zonas verdes.

Todo este engranaje urbanístico forma parte del encargo que el Ayuntamiento de Calp le hizo al urbanista Gerardo Roger,  uno de los padres de antigua Ley Reguladora de la  Actividad Urbanística (LRAU), para buscar una solución a los derechos que algunos propietarios tenían en los aledaños de los Baños de la Reina. Es decir, había propietarios que tenían sentencias ganadas para poder urbanizar, pero el consistorio no quería que las ejecutaran. Entonces había que compensarles. La primera propuesta de Roger fue trasladar toda esa edificabilidad al plan parcial Saladar, el único suelo urbano que dispone Calp y que no llegó a desarrollarse con la crisis inmobiliaria. Ahora, además de absorber la edificabilidad de la zona de los Baños de la Reina, denominada Morelló, o plan parcial 1, la zona del Saladar se le liberalizan las alturas a cambio de que se hagan edificios con más fachada horizontal que hagan de pantalla.

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