ELCHE. Aunque la crisis sanitaria ha provocado que no hayan grandes manifestaciones ni afluencias masivas este 8M, las reivindicaciones feministas han sido las mismas que las recientes, teniendo en cuenta que queda un largo camino por recorrer en igualdad. Además de los pequeños actos casi testimoniales y la decoración de los balcones, muchas de las reivindicaciones se centraron en las consecuencias de la pandemia, ya que han acrecentado la precarización o vulnerabilidad, sea por trabajos de cuidados, porque han estado en primera línea contra la covid en empleos muy feminizados como los de limpieza, sanitarias o cajeras.
Unas reivindicaciones comunes que se han trasladado estos días al debate público a través de los medios, ciberacciones y de los manifiestos leídos a final de la tarde del lunes en la Plaça de Baix por parte de la Coordinadora Feminista y de la Asamblea 8M. Además de los estragos de la pandemia, con mayor impacto en esos empleos más precarios, también las reivindicaciones salariales, proclamas contra el techo de cristal, la ablación femenina o la trata y en favor de otros aspectos como la corresponsabilidad. Una pequeña concentración testimonial para la que tampoco se hizo apenas difusión para evitar aglomeraciones por la situación sanitaria. Por la mañana, también desde el Ayuntamiento se hacía un pequeño acto de la corporación municipal con trabajadoras sanitarias y de limpieza de los hospitales ilicitanos.
Desde otras instituciones, también desde el CEU y la UMH se organizaron charlas, forums y lecturas de manifiestos, al tiempo que institutos como el IES Carrús organizaban un 'pueblo feminista', colocando placas de mujeres referentes del feminismo de otros países y etnias. También hubo alguna otra concentración, como la que se realizó durante la mañana en el Hospital General de Elche o el sindicato CCOO en su sede del polígono de Carrús.
Fachada de un edificio en Carrús
