VILLENA. Desde que acabaran las mayorías absolutas, Villena ha sido una ciudad apetitosa para todas las fuerzas electorales. Y dónde los Los Verdes rompieron el candado del bipartidismo, con las mayorías de 2011 y 2015 (absoluta). En Villena han gobernado todos. Desde 2019, lo hace el socialista Fulgencio Cerdán, con Los Verdes como socios; en este 2023, los populares quieren reconquistar la ciudad con Miguel Ángel Salguero -solo o en coalición-. Sea quien sea el ganador del 28M, tiene un reto: cómo gestionar el aluvión -34- de proyectos de plantas fotovoltaicas que asolan al segundo término municipal más grande de la provincia de Alicante.
Más allá de las disputas domésticas, del día a día, Villena es una ciudad de consensos en los grandes proyectos. Todas las fuerzas respaldan el proyecto del puerto seco del AVE, denominado Levante Interior, que pretende convertirse en el principal nodo logístico del interior, donde concluyen las provincias de Alicante, Valencia y, Murcia y Albacete y que ya cuenta con la empresa que quiere desarrollarlo Echo XXI. También parece haberse disipado el futuro de una ciudad sin el vertedero comarcal, que tanta solidaridad como residuos admitieron. Ahora el consorcio comarcal busca una nueva ubicación, mientras las autoridades locales respiran.
Pero también se han producido sobresaltos en este mandato: el crack de la cooperativa agrícola de Villena, toda una institución en la ciudad -y que estuvo al borde del concurso de acreedores-, que fue solventado con la venta de la entidad -la compró el grupo ProA- y los menores daños posibles. El otro gran asunto es el aluvión de los proyectos fotovoltaicos que se han presentado en el término municipal y que amenazan a su territorio. Hasta 34 se han presentado, y de los principales inversores nacionales. Y con éste asunto es donde han surgido las divergencias y las grietas -controladas- en el seno del equipo de gobierno entre el PSPV y Los Verdes.
Mientras que los socialistas han intentado aplacar determinados proyectos uno a no (de momento, han caído tres), Los Verdes siempre han sido partidarios de haber puesto en marcha una revisión del Plan General de Ordenación Urbana -que data de 1992- y haber delimitado las zonas en las que se ubicaran los proyectos. Es decir, seguir el modelo de Ibi o Castalla, que tomaron esa decisión y suspendieron licencias. Hasta tal punto surgieron las diferencias que, en el último pleno, Los Verdes y PP coincidieron en esa voluntad, con la abstención del PSPV. De ahí que, gobierne quién gobierne tras el 28M, no podrá huir de ese desafío: modular en la medida de lo posible el aterrizaje de los proyectos fotovoltaicos finalmente aprobados, aunque sea con modelos diferentes.
En materia de residuos, despejado el futuro de la planta de Vaersa, PSPV y Los Verdes mantiene otra divergencia: la gestión de la recogida de residuos y limpieza viaria. Mientras que los socialistas serían partidarios de externalizar de nuevo el servicio; Los Verdes defienden mantener la gestión pública del mismo. Ese servicios es el que ha logrado poner en marcha en algunas pedanías y barrios el sistema de recogida puerta a puerta, lo que a juicio de Los Verdes ha mejorado el aumento de la separación y la calidad del desperdicio orgánico.
Además de PSPV, PP y Los Verdes, aparecen otros actores políticos que pueden tener protagonismo la noche del 28M: por un lado, la coalición Podemos-Esquerra Unida y, por otro, Vox. En 2019, el PP fue la lista más votada con 5.053 votos y ahora busca mantener ese liderazgo para poder gobernar. Miguel Ángel Salguero se estrena como candidato y busca esa victoria holgada que le permitir gobernar en solitario. El actual alcalde, el socialista Fulgencio Cerdán, también aspira a ganar las elecciones locales -la última vez que lo consiguió el PSOE fue en 1991- y a disfrutar de una amplía mayoría. En 2019, logró 4.504 votos y empató a 7 concejales con el PP.
Los 5 representantes de Los Verdes (y sus 2.917 papeletas) han permitido que la izquierda gobierne con holgada mayoría. Ciudadanos obtuvo dos escaños en 2019 y ahora no se presenta: 1.400 votos que buscan destino. En la corporación se podrían estrenar Vox, con Ana Cerdán, como candidata y la coalición Esquerra Unidas-Podemos, que sí tienen opciones de conseguir representación.
Además de la contienda local, el resultado de Villena se mira con lupa para la futura composición de la Diputación Provincial. En 2019, los socialistas le arrebataron al PP el único diputado provincial que elige el partido judicial. Fue merced al buen resultado del PSPV en Onil y por 20 votos de diferencia en el cómputo global de la comarca. Ahora, los ojos están puestos en el resultado de Villena.