ELCHE. La catástrofe en València por la Dana ha sacado a la palestra el debate sobre las zonas inundables de Elche, además de las posibles actuaciones a ejecutar en estas áreas. Principalmente en el barranco de San Antón, al que el Ayuntamiento monitorizará junto al resto de barrancos con medios propios. Precisamente, primero en la red social X se recordaba de nuevo que el futuro colegio Virgen de la Luz, ya en ejecución, está al lado de este barranco. A lo que este martes Contigo pide que se paralice. Sin embargo, la actuación cuenta con el permiso de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), así como con medidas correctoras en el proyecto.
La obra ya está en marcha en una parcela de 8.384,04 metros cuadrados, y según el proyecto constructivo, el inmueble estará a unos 20 metros del barranco de San Antón para respetar el espacio hasta el cauce, con el cual linda. Precisamente el Plan General establece una línea límite de edificación y servidumbre de cauces de 20 metros que no puede ser rebasada por la edificación. La parcela presenta una pendiente descendente hacia el cauce del barranco de San Antón, siendo la parte más alta de la parcela la que se encuentra en el límite con el Colegio Princesa de Asturias. En resumen, presenta un desnivel de unos 3,6 metros.
Ahora bien, como ya estaba recogido en la actuación, el emplazamiento queda afectado por el plan de inundaciones autonómico, el Patricova. Según el mismo, la zona es de peligrosidad de nivel 1, la más alta por riesgo de inundabilidad. Aplica cuando la probabilidad de que en un año cualquiera se sufra, al menos, una inundación superior a 0’04 (equivalente a un periodo de retorno inferior a 25 años), con un calado máximo generalizado alcanzado por el agua superior a ochenta centímetros. Al estar en zona inundable, desde Contigo piden paralizar las obras y replantear estas actuaciones a nivel autonómico.
En este caso concreto, hay que destacar que aunque la zona inundable afecta al linde de la parcela, dentro del cajón de barranco, no afecta a la zona ocupada por la edificación. Dentro de su perímetro se prevén calados de entre 30 y 60 centímetros. Para mayor detalle en la evaluación, el promotor consultó los datos de la Confederación Hidrográfica del Júcar resultando en calados entre 5 y 60 centímetros como valores mínimos y máximos considerando todos los tiempos de retorno: en un período de 10 años, máximo calado de 0,28 metros; en 25 años, máximo calado 0,87 metros; 50 años, máximo calado 1,14 metros 100 años, máximo calado 1,43 m; 500 años, máximo calado 1,81 metros. Asimismo, el estudio geotécnico realizado por Geolab, descarta el riesgo por deslizamiento, tanto como la posibilidad de que el terreno expanda en el caso de aumentar su humedad.
Por otra parte, de cara a la edificación, dado que esta no se ubica en zona donde el calado de inundación supere los ochenta centímetros, no se precisará disponer de acceso a la cubierta o azotea a través de escalera desde el interior del inmueble. De hecho, se apunta desde Arkítera, quienes diseñaron la actuación, que "el riesgo de inundación por la proximidad al cauce del barranco de San Antón queda delimitado a una zona próxima a su cajón y que en ningún escenario (hasta T=500 años) se prevé la inundación de la zona ocupada por la edificación".
El despacho de arquitectura agrega que el riesgo quedará minorado al preverse la cota final de edificio a aproximadamente 2 metros sobre el nivel actual de la zona al sur con mayor riesgo de inundación, quedando además protegida toda la parcela por el muro de la urbanización que supondrá el límite físico entre las zonas exteriores del centro y las propias del barranco. En cualquier caso, la disposición del inmueble evitará causar efectos barrera que produzcan sobreelevación del calado alcanzado por las aguas en el entorno.
Como se recordará, el proyecto se modificó, de ahí que aumentara de precio. En el definitivo, ahora ya materializándose, quedaron fijadas las actuaciones especiales a acometer: vaciado completo de la parcela con una profundidad de 1,80 metros debido a la falta de capacidad portante del estrato superficial de rellenos no apto para cimentación ni apoyo de firmes. También se definió la solución de cimentación mediante losa como optimización de la inicialmente supuesta por elementos aislados dada la escasa carga admisible del terreno incluso en el estrato resistente.
Además, se ejecuta un pilotaje en pórtico limítrofe con el barranco afianzando la construcción en el terreno frente a posibles deslizamientos, así como en el muro de vallado a él recayente. También se trata el talud del barranco con técnicas de bioingeniería o empleo de soluciones naturales posibles mediante escollera, gaviones y/o muros vegetados, según indicaciones de la CHJ. Se incorporaron debidamente valoradas al presupuesto como obras especiales inicialmente no previstas y que justifican el incremento final respecto al del anteproyecto municipal.
En retrospectiva, el Ayuntamiento solicitó el permiso de construcción a la mencionada Confederación en marzo de 2022, donde autorizaba la obra, eso sí, incidiendo en la zona de Peligrosidad 1, y que por norma general no se recomienda la implantación de edificios o instalaciones destinados a albergar personas en zonas con riesgo de inundación. Con todo, la autorización se emitió sometida a condiciones, entre ellas, las relativas a la construcción del muro de protección del margen en el límite de la parcela con el cauce, integrándolo en el talud, con las mencionadas condiciones de cimentación, entre otras. Además, el Servicio de Policía de Aguas y Cauces Públicos de la CHJ debe estar al corriente de las obras.
Por su parte, el alcalde Pablo Ruz explicaba este martes que el proyecto ya estaba en trámite, aunque ha sido adjudicado este año, y aludía a que el centro tiene ese sistema de hormigón, "unos diques de hormigón paralelos al barranco y que contó con la propia supervisión de la CHJ", añadiendo que en todo caso, todos los entornos del barranco de San Antón serán los primeros advertidos en casos de "emergencias climatológicas adversas", en el caso de posibles notificaciones ante evacuaciones, "sin querer alarmar a nadie", apostilla.
Asimismo, en retrospectiva, con el Partido Popular en la oposición, en 2020, ya denunciaban la situación de esta parcela por su inundabilidad como la elegida y cedida por el Ayuntamiento a Educación para acelerar el proyecto. Lo mismo hicieron ese mismo año, a principios del mismo, sobre el centro de salud Elx-Travalón, al estar en el entorno del barranco de San Antón, aunque no junto a la linde. El proyecto, ahora ya con adjudicatario, se diseñó con diversas medidas correctoras, en este caso construirlo más al Oeste y altura de 12 metros.