Ante el interés de algunos promotores por levantar supermercados y restaurantes

Villena renuncia a la gestión directa de tres áreas urbanísticas para construir superficies comerciales

6/10/2021 - 

VILLENA. El pasado jueves, 30 de septiembre, la corporación municipal de Villena aprobó en pleno la renuncia a la gestión directa de tres unidades urbanísticas para la implantación de medias superficies alimentarias y de restauración. Lo hizo, según ha revelado el concejal de Urbanismo, Javier Martínez, a Alicante Plaza, porque “promotores privados han manifestado su interés en desarrollarlos siendo propietarios mayoritarios del suelo”.

En estos casos, explica el edil, “el agente urbanizador es por defecto la Administración Pública”, por lo que la cesión es en realidad una “formalidad”. “No estamos hablando de que el Ayuntamiento plantee una dejación de funciones o una externalización; simplemente es que, para que un propietario pueda postularse como agente urbanizador porque es el propietario mayoritario, tiene que mediar esa renuncia a la gestión directa”, detalla. De hecho, apunta que algunos ayuntamientos emiten documentos de renuncia en todo el municipio para “estandarizar este tipo de propuestas”. Así, los mismos propietarios pagan por la urbanización, el acerado y otras obras necesarias para luego repartirse las cargas y los beneficios.

En Villena, las áreas en cuestión son dos parcelas ubicadas junto a la avenida Rosalía de Castro —en las que en breve comenzarán las obras para suprimir el paso a nivel— y una tercera situada en los aledaños de la estación de tren. No obstante —declara el concejal—, las promotoras se han interesado sobre todo por las dos primeras, puesto que la eliminación del cruce entre la vía férrea y la carretera convertirá los terrenos anexos en zonas idóneas para albergar supermercados y restaurantes de tamaño medio. “Lo que se pretende con esta obra es dar rienda suelta a aquellos promotores que quieran desarrollar sus proyectos en la zona”, ha precisado el regidor.

Hasta la fecha, según confiesa Martínez, “hay al menos tres medias superficies alimentarias interesadas en instalarse” e incluso con contratos firmados. Adelanta que son cadenas muy conocidas, pero prefiere no desvelar nombres, porque si las obras se retrasan, estos podrían caducar y se sustituirían los inquilinos. “Como son parcelas de uso comercial, el solar se cede con unos estándares y luego es el cliente final el que contrata a ese promotor el alquiler o la compraventa”, detalla.

Así pues, tras la aprobación de la renuncia en el pleno municipal, ahora cada promotor deberá presentar y tramitar su propuesta. En palabras de Martínez, algunos proyectos no requieren ningún tipo de cambio y “simplemente” se han de gestionar. Otros propietarios, sin embargo, plantean unas ligeras modificaciones para encajar las superficies que necesitan en la legislación actual. “Lo que sí es un factor común es que todos los candidatos a agente urbanizador quieren hacerlo a través de la gestión de propietarios y, para eso, el Ayuntamiento tenía que renunciar a la gestión directa”, concluye.

Impacto urbanístico e impulso económico

Con todo, el responsable de Urbanismo garantiza que esta actuación “va a suponer que el pueblo, por primera vez en este siglo (esto es, en las dos últimas décadas), crezca de una manera ordenada y natural, pues hasta ahora dependía de promociones inmobiliarias”. Esta vez, concreta, no habrá un constructor que decida levantar una vivienda, sino “una programación para una ejecución al unísono”. Un cambio de concepción que el regidor villenense subraya especialmente: “Podemos hablar de crecimiento urbanístico en unos términos que ni siquiera se pudieron contabilizar en el boom del ladrillo, porque entonces se fueron rellenando terrenos por edificar, pero no se fue conquistando el campo”.

En la práctica —calcula—, esta inversión privada generará unos 200 puestos de trabajo directos entre las tres superficies alimentarias, a los que habría que sumar posteriormente los de los restaurantes que se instalen (dos o tres locales en función del espacio que requieran). Pero además de ofrecer empleo, los nuevos establecimientos servirían para fomentar el consumo y el ocio en una ciudad que, pese a ser capital comarcal, no dispone de centros comerciales y ha sufrido, por tanto, la absorción de tráfico por parte de Elda y Petrer. De hecho, Javier Martínez revela que “ante la mera oferta de estas unidades urbanísticas, se está notando una cantidad de solicitudes superior por parte de franquicias de restauración”, no solo para instalarse en estas parcelas, sino también en las zonas cercanas con acceso directo a la autovía de Alicante. Se está generando, asegura, “un efecto llamada”.

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