Representantes del equipo de Gobierno de San Vicente durante la presentación a medios de los presupuestosALICANTE. Con la llegada de enero, los presupuesto municipales para 2023 de los ayuntamientos de San Vicente del Raspeig y Mutxamel han entrado en vigor. Para poder empezar el nuevo año con nuevas cuentas, ambos hicieron los deberes en 2022. Así, el Consistorio sanvicentero aprobó el documento presupuestario -de 46,3 millones de euros- el 23 de noviembre (oficialmente, el 23 de diciembre, por haber recibido alegaciones durante su exposición al público), mientras que el Ayuntamiento de Mutxamel dio luz verde a los 24,5 millones el 9 de diciembre.
San Vicente y Mutxamel son, en concreto, dos de los municipios que en 2022 también contaron con cuentas nuevas. Es decir, no prorrogaron los números de años anteriores. ¿Pero cuál es la situación presupuestaria en otros municipios de la comarca de l'Alacantí? Alicante tiene elaborada su propuesta presupuestaria de 326 millones de euros (12,1 millones más que en 2022), pero todavía no se ha aprobado en sesión plenaria. Algunos grupos municipales ya han mostrado su postura contraria y ha anunciado alegaciones, como es el caso de Vox, que se ha desmarcado del bipartito por el plan anticontaminación, las 151 enmiendas que ha registrado Unides Podem o el planteamiento de un presupuesto alternativo por parte del PSOE.
En cuanto a Sant Joan d'Alacant, las cuentas de 2022 las aprobó casi finalizando el año -en octubre- con una cantidad de 25,4 millones de euros, siendo este un "presupuesto de transición" para 2023. Sin embargo, no se anunciaron fechas ni trabajos en este sentido, por lo que esto, ligado a la situación de turbulencias políticas que vive el Ayuntamiento, parece apuntar a que el documento presupuestario no se aprobará antes del fin de la legislatura, o sea, mayo. Para mayor inri, el nuevo gobierno sanjuanero está en minoría (4 ediles Cs y 6 ediles PP), por lo que el voto de Vox sería clave para sacarlos adelante.
Por lo que respecta a El Campello, las últimas noticias sobre unas cuentas para 2023 se dieron en octubre. En el mismo momento en que se asumía que el municipio no tendría nuevos presupuestos para 2022, pero que "ya se trabajaba" en los del año actual. Y es que El Campello trabaja con los presupuestos prorrogados de 2020, lo que significa que ni en 2021 ni en 2022 la localidad ha tenido un nuevo documento presupuestario, adaptado a la situación postpandémica actual, entre otros cambios que ha experimentado la sociedad.
Como ya contó Alicante Plaza en su momento, las cuentas de 2023 en San Vicente ascienden a 46,3 millones (1,2 millones más que en 2022), mantiene congelados impuestos y tasas por octavo año consecutivo y reduce de manera inicial el dinero destinado a inversiones para poder hacer frente al gasto energético, que se ha triplicado. Sin embargo, el Ayuntamiento sanvicentero ha estimado que entre febrero y marzo se podrá disponer de 24 millones del remanente de Tesorería para hacer frente a actuaciones ya puestas en marcha y poder arrancar otras nuevas.
En cuanto a los 24,5 millones de euros del presupuesto 2023 de Mutxamel (1,4 millones menos que en 2022), se centran en afrontar el reto social, el cambio climático y la protección del patrimonio cultural. El consistorio mutxamelero también mantiene congeladas las tasas e impuestos y, en un principio, no incluye las cantidades correspondientes al Plan Edificant, que se pretendían consignar una vez entrara en vigor el documento presupuestario.
