ALICANTE. Un museo al aire libre sobre el pasado romano de Alicante para el disfrute de alicantinos y turistas. Ese es el concepto que resume el proyecto trazado por las concejalías de Cultura y Medio Ambiente en coordinación con la Universidad de Alicante (UA) para poner en valor el yacimiento arqueológico del Parque de las Naciones, en el que ya se ha identificado las huellas de un barrio periurbano de la antigua ciudad de Lucentum, en el cercano Tossal de Manisses.
La propuesta comprende la generación de un centro de interpretación sobre el valor histórico de ese núcleo de modo que pueda ser contemplado por los visitantes a través de un entramado de pasarelas de madera que permitan recorrer el conjunto del yacimiento, con una extensión de unos 15.000 metros cuadrados en su primera fase. Ese recorrido quedará acondicionado, además, con la instalación de varias estructuras en forma de pérgola que procuren la sombra necesaria para la realización de las visitas turísticas.
Se trata de implantar una infraestructura mínima (no invasiva) que garantice la protección de los restos arqueológicos y facilite la experiencia de conocer su significado, la naturaleza de las huellas de los edificios conservados y su trascendencia sobre los orígenes de la ciudad actual. El proyecto se inspira, así, en otras propuestas desarrolladas en yacimientos arqueológicos situados en los municipios de Santa Pola y l'Alfàs del Pi, como el Portus Ilicitanus o el Museo Villa Romana de l'Albir, en los que también se ha contado con la implicación del departamento de Historia de la UA.
Además, también se ha anticipado la previsión de que puedan instalarse paneles explicativos mediante vinilos, así como la proyección de vídeos con realidades aumentadas para dar a conocer cómo se gestó el Alicante del presente, a partir del asentamiento romano Lucentum.
El desarrollo de los trabajos de musealización se plantea en varias fases, como una intervención plurianual a desarrollar en un plazo de entre dos y tres años, que debería comenzar a desplegarse con una próxima campaña de excavaciones, consolidación y musealización en 2024. De hecho, la Concejalía de Cultura que coordina el edil Antonio Manresa, preveía que la intervención pudiese retomarse entre este verano y este otoño, aunque las dificultades de encaje contable apuntadas por el departamento de Intervención ha acabado demorando la firma del convenio de colaboración con la UA con el que se pretendía llevar a cabo esa nueva campaña.
En principio, se preveía destinar una nueva aportación próxima a los 70.000 euros para desbrozar la parcela y afrontar la denominada Fase 1 de los trabajos con los que se pretende consolidar y musealizar el yacimiento, una vez completada la Fase 0 de localización, identificación y diagnóstico de los restos encontrados entre el verano y el otoño de 2021.
El inicio de las actividades arqueológicas en el Parque de las Naciones se remonta a la década de 1980, con los primeros trabajos que llevó a cabo el antiguo COPHIAM. Los distintos sondeos realizados entonces sacaron a la luz un destacado centro de época romana que ocupaba una gran superficie dentro de los 15.000 m² de la totalidad del solar.
Las estructuras más importantes exhumadas mostraban una zona dedicada a la producción de vino o aceite, estancias termales y un conjunto de estancias organizadas en torno a un patio, además de otras estructuras no bien identificadas.
Cuando las excavaciones finalizaron en 1990 las estructuras exhumadas quedaron al descubierto, expuestas a años de abandono y falta de mantenimiento, a excepción de una intervención arqueológica puntual realizada entre los años 2010-2011 en una de las zonas residenciales de la villa. Los trabajos de estudio y excavación se retomaron en 2021 con labores de limpieza, diagnóstico y consolidación, en las que se contó con el uso de un geo-radar, lo que permitió identificar la estructura del yacimiento.
En concreto, en la realización de esa Fase 0 se confirmó la existencia de un barrio periurbano de la ciudad de Lucentum, con varias viviendas, calles, la presencia de una almazara dedicada a la producción de aceite o de vino y su correspondiente bodega para su almacenaje, además de unas termas y de una gran villa romana datadas entre los siglos II y IV después de Cristo.
De ahí que se pretendiese avanzar en la protección de los restos y en su apertura progresiva al público para contar con otro elemento cultural que pudiese resultar atractivo para los visitantes en el distrito de Playa de San Juan, junto al yacimiento de Lucentum y al conjunto de las Torres de la Huerta.