ALICANTE. La construcción de la nueva estación de tranvía en Renfe, concebida como primera fase de la futura terminal intermodal (destinada a aunar tranvía, ferrocarril y autobuses), requiere de forma obligatoria del entendimiento entre la Generalitat y el Ministerio de Transportes, a través del ente Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), al margen de los reproches y manifestaciones cruzadas en las últimas semanas desde distintas instancias. Entre ellas, las formuladas por el presidente del Consell, Carlos Mazón, respecto al supuesto bloqueo de los permisos del Gobierno; y por la exconsellera de Obras Públicas, Rebeca Torró, en una entrevista concedida a Radio Alicante, en la que conminó al Consell a adjudicar sin más demora la construcción de la estación del Tram sin buscar excusas para no ejecutarla.
Ese entendimiento debe sustanciarse en la firma de un convenio por el que Adif autorice la ocupación de los terrenos de su propiedad, situados en el entorno de la actual estación de Renfe, para que se pueda dar inicio a las obras de la nueva estación de tranvía, concebida íntegramente en subterráneo en el emplazamiento que ocupa el parking anexo al edificio de la estación de ferrocarril.
Ese convenio -completamente independiente al proceso de contratación de su construcción, ahora en marcha- debe regular la concesión demanial de los terrenos en favor de la Generalitat (el derecho de uso del suelo que queda sujeto a la futura explotación como estación tranviaria) y su cesión patrimonial (fijando posibles compensaciones por el valor de los terrenos de Adif que pasarán de forma permanente a manos de la Generalitat).
Así se estableció en los encuentros celebrados entre las dos administraciones a principios de este año. En concreto, se produjo una reunión técnica el 8 de febrero en la que se acordó la necesidad de suscribir un protocolo de colaboración que establezca los pasos para la realización de las obras y fije los instrumentos a utilizar para facilitar la ocupación de los suelos de Adif y Adif Alta Velocidad, según precisaron fuentes del administrador ferroviario.
En esa cita, también se acordó que la Generalitat, a través de la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat (FGV), redactaría un primer borrador de ese protocolo, a partir de la información que Adif remitiese, en la que se delimitasen sobre plano los suelos de su propiedad. Y ese plano fue remitido por Adif el 17 de febrero a FGV.
De este modo, según las mismas fuentes, Adif recibió el borrador de ese protocolo el 20 de septiembre, y el 6 de octubre remitió sus observaciones, en las que se contemplan, entre otras cuestiones, la necesidad legal de solicitar la autorización administrativa para la ejecución del proyecto (ya expuesta en la reunión de febrero), "acompañada de los correspondientes títulos habilitantes para la ocupación de los terrenos de Adif". Hasta ahora, según el administrador ferroviario, no se ha recibido respuesta a las observaciones que se trasladó a la Generalitat y a FGV.
Fuentes de la Conselleria de Infraestructuras consultadas por Alicante Plaza precisaron este jueves que los técnicos del departamento están trabajando en la reelaboración de esa propuesta de convenio. En todo caso, las mismas fuentes recalcaron que el Consell pretende solventar posibles discrepancias al respecto mediante el desarrollo de una reunión presencial. Así, ya se habría solicitado formalmente una reunión de trabajo con el área de Patrimonio de Adif "para avanzar en la firma del convenio para la cesión de los terrenos".
En principio, se confía en que ese encuentro pueda celebrarse "en las próximas semanas para resolver los aspectos patrimoniales que quedan pendientes", según precisaron portavoces oficiales. "Las tres instituciones (Generalitat, Ayuntamiento y Gobierno) debemos trabajar para que este convenio regule las bases para la construcción de gran estación intermodal que conecte el área metropolitana de Alicante con la costa y la alta velocidad", añadieron las mismas fuentes.
Sea como fuere, la negociación de ese convenio está desvinculado del proceso de contratación de las obras de la estación de tranvía, aunque sí resulte un instrumento indispensable para que, una vez adjudicadas, pueda iniciarse su ejecución. En este sentido, fuentes de Infraestructuras insistieron en que se sigue revisando la documentación del concurso convocado por el Consell del Botànic (PSPV-PSOE, Compromís y Unides Podem EU) el pasado mes de abril, en el que ya se ha superado la fase de evaluación de las ofertas técnicas y de las propuestas económicas.
De hecho, como informó este diario, la licitación quedó pendiente de que se valorasen posibles bajas y de que se elevase una propuesta de clasificación (el último paso previo a la adjudicación), el pasado mes de julio, después de que se constatase que las diez ofertas en liza se distanciaban en un máximo de 8,5 millones respecto a los precios propuestos.
Con todo, la resolución del concurso no se ha producido tres meses después. Ni la anterior directora gerente de FGV, Anaïs Menguzzato (que se mantuvo en el cargo hasta finales de agosto), ni su sustituto nombrado por el nuevo Consell (PP y Vox), Alfonso Novo, han llegado a firmar la propuesta de adjudicación.
En ese periodo, los nuevos responsables de la Conselleria de Infraestructuras, con Vicente Dómine como director general de Transportes, han sometido a revisión el proyecto trazado durante la pasada legislatura, por un presupuesto de 132 millones, con el propósito de conocerlo en profundidad, compararlo con proyectos previos de menor coste, en un escenario en el que se prevé moderar la partida presupuestaria para inversiones, y analizar posibles cambios tanto para esa estación concreta como para la organización del conjunto de la intermodal, en los terrenos de la denominada Operación Integrada número 2 (OI/2). Se trata de un análisis en el que también habría intervenido el Ayuntamiento de Alicante y se prevé que siga haciéndolo en sucesivas reuniones, según fuentes consultadas. De ahí que el mismo alcalde, Luis Barcala, apuntase la conveniencia de "repensar" tanto la terminal de tranvía como el diseño del conjunto de los terrenos de la actual estación de Renfe ante una hipotética reorganización de todas las piezas de la futura intermodal (tranvía, ferrocarril y autobuses).
A partir de ahora, está por ver si llegan a abordarse posibles modificaciones sustanciales en el proyecto de la estación de tranvía que puedan alterar el proceso de contratación en curso. En principio, todo parece indicar que, como mucho, podrían abordarse cambios mínimos que pudiesen amoldarse a las condiciones del concurso, sin llegar a invalidarlo. Cuando menos, así lo aseguró el jefe del Consell, Carlos Mazón, en su última comparecencia en Alicante, en la que, no obstante, se remitió a la Conselleria de Infraestructuras respecto a los detalles.
Entre tanto, representantes de PSOE y Compromís siguen apremiado al actual Consell y al Ayuntamiento con distintas iniciativas políticas en el Congreso, en les Corts y en el Ayuntamiento para que se ejecute el proyecto en las mismas condiciones en las que se licitó. La última en exigir el respeto a esa concurso fue la portavoz del PSOE, Ana Barceló, este jueves, para apuntar que "lo que debe de hacer Mazón con toda celeridad es responder a Adif para poder continuar con la tramitación del proyecto, que debería de empezar a construirse en el primer trimestre de 2024. No puede boicotear una infraestructura que es crucial para el futuro de Alicante y su área metropolitana, como está haciendo, precisamente, el alcalde de Alicante, que no sabe lo que quiere ni lo que es bueno para la ciudad", concluyó.