ALICANTE. La predisposición a negociar no parece ser suficiente para que el equipo de gobierno del Ayuntamiento de Alicante, compuesto por Partido Popular (PP) y Ciudadanos (Cs), encuentre el camino despejado para aprobar el último presupuesto del mandato. De hecho, los cuatro grupos políticos que ejercen funciones de oposición -PSOE, Unides Podem EU, Compromís y Vox- continúan manteniendo su rechazo a la propuesta de planificación económica del bipartito después de que se haya aceptado debatir 45 de las 207 enmiendas parciales presentadas: las que cumplen las condiciones formales requeridas para ser consideradas, según el informe técnico de la Oficina Presupuestaria de la Concejalía de Hacienda notificado este lunes.
Lo cierto es que esas posiciones no han hecho más que reforzarse con la materialización de dos plantes políticos. El primero lo dio a conocer la síndica del PSPV-PSOE en les Corts y candidata a la Alcaldía, Ana Barceló, que ha pasado a tomar las riendas de la postura de su partido en el debate sobre las cuentas municipales. La exconsellera de Sanidad siguió los pasos anticipados hace cerca de dos semanas por Unides Podem EU y aseguró que el PSOE no se sentaría a negociar con el equipo de gobierno salvo que derogase la ordenanza de convivencia cívica.
La advertencia se mantuvo durante la jornada de este martes en la medida en que no hubo respuesta socialista al intento desplegado por la edil de Hacienda, Lidia López, de concertar un encuentro con sus representantes para tratar de acercar posturas. Fuentes del grupo municipal señalaron que Barceló había dejado clara la consigna y confirmaron que no se producirá tal encuentro a menos que el bipartito cumpla con esa condición previa, a pesar de que no guarda una relación directa con la confección de las cuentas, como señalaron los representantes de PP y Cs también este martes.
Así, nada parece indicar que pueda producirse un respaldo explícito por parte del PSOE que permita que el presupuesto quede aprobado con sus votos, pese a que fuentes municipales hubiesen anticipado su pretensión de admitir las 11 enmiendas formuladas por los socialistas que han superado el filtro de la viabilidad técnica.
Y el segundo plante se escenificó en la reunión que sí se concertó y se celebró con los representantes de Unides Podem EU. Al término de esa cita, portavoces de la confluencia señalaron que no habría posibilidad de acuerdo que permitiese desbloquear la aprobación del presupuesto con su participación salvo que el bipartito anulase la ordenanza de convivencia cívica y asumiese la propuesta de reforma fiscal con el que la confluencia aspira a lograr "una redistribución de la carga impositiva que grave más a las rentas altas, proteja a la mayoría social y aumente los recursos disponibles para impulsar los retos en inversiones y proyectos que Alicante requiere".
Así, lo recalcó el portavoz de Unides Podem EU, Xavier López, quien, tras agradecer el encuentro, lo enmarcó en "una normalidad anormal, ya que Barcala y su equipo no propician espacios de diálogo ni con los agentes sociales y con el resto de partidos con representación en el pleno". En esta línea, López reivindicó la enmienda a la totalidad presentada por su formación -la única que ha pasado el corte técnico tras el rechazo de las presentadas por PSOE y Vox- con la que se pretende "obligar al bipartito a devolver las cuentas para que sean redactadas con participación de los órganos municipales donde tienen representación asociaciones vecinales y organizaciones sectoriales".
Así, no llegó a abordarse la posibilidad de que Unides Podem EU se abriese a una hipotética abstención en el caso de que PP y Cs aprobasen las 19 enmiendas parciales que llegarán a debatirse en la comisión de Hacienda, este viernes, con lo que el bipartito ya solo quedaría pendiente de un posible acuerdo con Compromís o Vox, con quienes se prevé mantener encuentros este miércoles.
De antemano, los dos grupos mantienen su rechazo a la propuesta de planificación contable. La coalición valencianista viene argumentando que el planteamiento de PP y Cs no responde a las necesidades de la ciudad puesto que no contemplan las inversiones demandadas para combatir la crisis económica y climática. Y, además, han recriminado al bipartito su "falta de voluntad real" por abordar un proceso de diálogo que permitiese negociar el presupuesto.
Vox, por su parte, ha sido el partido que ha expresado su rechazo a las cuentas con mayor contundencia al sostener que no podía apoyar una propuesta que amparase el desarrollo de la Zona de Bajas Emisiones (ZBE) que resulta de aplicación para los municipios de más de 50.000 habitantes en cumplimiento de la Ley de Transición Ecológica. Nada parece atisbar que sus dos ediles vayan a modificar ese criterio. De hecho, su portavoz municipal, Mario Ortolá, volvió a descartar este martes, a consulta de este diario, una posible variación en su posición de voto.
De ahí que los representantes del bipartito ya contemplen la posibilidad de no llegar a convocar el pleno de presupuestos en el caso de que la comisión de Hacienda del viernes concluya con un dictamen desfavorable. Por lo pronto, los portavoces de PP y Cs, Antonio Manresa y Manuel Villar, señalaron este martes, en la comparecencia posterior al desarrollo de la Junta Local, que la convocatoria del pleno podría quedar condicionada por el resultado de la comisión. Es decir, que podría descartarse en el supuesto de existir la certeza de que la propuesta vaya a quedar rechazada.