ALICANTE. La llegada de los Reyes Magos a todos los rincones de la provincia este domingo cautivó la imaginación de los más pequeños, que llevaban un año esperando esta noche y 'portándose bien', como piden Sus Majestades para corresponder con sus paquetes. Este año, además, trajo consigo varias innovaciones, algunas de las cuales no han sido bien recibidas, como el nuevo itinerario de la Cabalgata de Alcoy, la más antigua de España y una de las más singulares por sus conocidos 'pajes' armados con escaleras rojas para subir los regalos a los balcones durante el recorrido.
La importante apuesta promocional de la ciudad de los puentes por su trilogía navideña, que culmina con la Cabalgata, y el hecho de que este año se celebrase en domingo, favoreció un recorrido abarrotado de alcoyanos y visitantes. Unos 200.000 espectadores, según cálculos oficiales. El itinerario, en vez de arrancar en El Camí, se 'estiró' hasta el instituto Pare Vitoria, mientras que por el final se acortó para que finalizase, como las entradas de Moros y Cristianos, al final de la avenida País Valencià. Una decisión no exenta de polémica. Alrededor de las 20,30 horas, en cualquier, caso, Melchor, Baltasar y Gaspar (en Alcoy el 'rei negre' va en el medio) estaban en la plaza de España adorando al niño Jesús, como manda el canon.
Los 450 pajes reales repartieron centenares de paquetes por las casas situadas en el recorrido de la Cabalgata, a las que accedieron mediante sus tradicionales escaleras rojas de madera, dejando escenas icónicas de este singular acto. En la Cabalgata de los tres Reyes Magos, declarada fiesta de Interés Turístico Nacional en 2001, participaron más de mil personas entre pajes, antorcheros, servidores, escoltas, bandas de música y grupos de danza. A su llegada a la plaza de España, Melchor, Gaspar y Baltasar se dirigieron al pesebre para adorar al Niño Jesús y le hicieron entrega de oro incienso y mirra, mientras un coro interpretaba el 'Mesías' de Haendel.
También hubo adoración en la Cabalgata de Alicante, por primera vez en su historia. Un 'contagio' cultural en el que puede tener algo que ver la identidad del organizador, Vectalia, que también opera en Alcoy. Imposible no fijarse en la indumentaria de los pajes de los reyes alicantinos, muy, muy similar (por no decir idéntica) a la de los alcoyanos. La adoración en un Belén viviente algo más elaborado que el simple pesebre de la ciudad de los puentes, eso sí, llegó después de la clásica aparición de Sus Majestades a bordo de la lancha de la Guardia Civil en la Marina Deportiva de Alicante, su traslado a la plaza de toros y la Cabalgata por el centro de la ciudad.
En Elda, donde también pueden presumir de Cabalgata singular, la innovación no se concretó en un nuevo itinerario o una adoración debutante, sino en el uso de tecnologías sostenibles para su tradicional Bajada de Antorchas desde el Bolón. Al caer la noche, tres centenares de antorchas que en realidad son luces 'led' tiñeron de naranja la senda de Bolón, para simbolizar la estrella que guió a los magos hasta el portal, según la tradición. Uno de los actos más queridos por los eldenses, porque significa que para los más pequeños ya ha terminado la espera y que los Reyes Magos van a llegar a la ciudad.