Empieza septiembre y se inicia el curso político. En la gestión pública, esta etapa del año es el momento de comenzar a preparar el presupuesto, municipal en este caso, que si todo va bien debe quedar aprobado antes de que acabe el año. Se trata de un trámite administrativo que a pesar de estar muy normatizado y ser repetitivo, supone siempre un reto para encajar gastos e ingresos. Solo en épocas de bonanza económica podría ser más fácil preparar este documento, pero esos ciclos brillan por su ausencia casi desde 2008.
Cuando no es el mercado o el petróleo es una pandemia y cuando no, nada más y nada menos que una guerra en la zona geográfica de la que depende principalmente el suministro energético a Europa. Llevo días intentando profundizar en las causas de la subida de precios y la crisis que se nos va a echar encima estos próximos meses. Como se dice en mi generación, “soy de letras” y no termino de entender qué ha pasado.
Si tienen interés hay varios analistas y artículos en este diario y en otros que les pueden ofrecer las claves para empezar a entenderlo, aunque es verdaderamente mucho más complejo de lo que yo inicialmente pensaba.
En cualquier caso, nos preparamos para apretarnos el cinturón y ello después de haber “sobrevivido” a los dos años de pandemia que la economía se vio obligada a dar un frenazo en este caso para atender una cuestión más importante, la supervivencia.
Así las cosas entramos de puntillas en septiembre volviendo a la realidad y preparándonos para lo peor. Con este panorama el equipo de gobierno que sin duda ha tenido la legislatura más compleja de cuantos yo recuerdo, se enfrenta a hacer cuentas con dos asuntos en mente, la gravísima crisis y las elecciones en mayo de 2023. Hay numerosas investigaciones sobre cómo afecta la economía al voto, pero llevándolo a la máxima simplificación se podría decir que el voto económico va mayoritariamente orientado al cambio.
En esto tiene ya la vista puesta los asesores y políticos locales que van a trabajar para elaborar un presupuesto municipal para la ciudad de Elche que intente cumplir todos sus objetivos. Ni una planificación le ha salido aún bien ni a este gobierno ni a ningún otro. La alcaldesa de Santa Pola Loreto Serrano, decía ayer que estas son las primeras fiestas que realmente organiza. Y lleva tres años gobernando. Va a ser un otoño duro, por muchas razones y solo podemos intentar adaptarnos, ser resilientes y empezar a pensar que vivir es esto.
El presidente local del PP Pablo Ruz abría ayer curso político en Elche con una convocatoria a los medios de comunicación pidiendo una oportunidad para gobernar. “Menos cuentos y más hechos”, decía y añadía que vienen para hacer las cosas “de otra manera”. De momento ha cogido el primero el paso de la rentrée. Hace unos meses presentó ya su proyecto político, con eslogan, logo y todos los elementos que lo acompañan y en breve empezaremos a conocer los nombres de las personas que se incorporarán en la primera fila con él a ese proyecto. Habrá algún disgusto con los que se quedarán en el camino. No va a ser un año fácil, por muchas razones.
Propongo evitar ansiedad y estrés mirando al futuro como recomiendan las personas expertas en psicología etc., vamos poco a poco, planificando hasta dónde podamos y abordando los problemas uno detrás de otro cuando lleguen.
