Todavía inmersos en los últimos o no, coletazos del coronavirus, la guerra en Ucrania con el horror de las bombas sin parar de cruzarnos la cara cada día en los telediarios y la crisis económica que venía de antes, del virus, y ahonda en la llaga con los precios de los combustibles y otros productos, nos embarcamos en una Semana Santa que de momento nos trae agua.
La esperanza para el turismo y la hostelería se desmorona porque pocos quieren venir a disfrutar de sol y playa si no hay sol y no pueden ir a la playa.
Y así las cosas asistimos a los inicios, mas o menos evidentes, de la larga precampaña electoral que nos espera, para las municipales y autonómicas previstas en mayo de 2023.
Son los preliminares que los que ya hemos cubierto mas de dos y tres campañas advertimos en gestos, fotos, declaraciones y movimientos. De todos modos el presidente de la Diputación Carlos Mazón no tiene complejos y ayer reconocía en Elche que “le pudo su posición como futuro candidato a la presidencia de la Generalitat”.
Les cuento. El sábado pasado, con una Plaza de Baix de Elche a rebosar de gente alrededor de los puestos de venta de Palma Blanca, Mazón vino de visita, primero a un desayuno con militantes y simpatizantes y luego a darse una vuelta y saludar a los artesanos y a la gente que las compraba. En esas estaba cuando anunció que iba a encargar un estudio para ver si es posible implantar el Tram en Elche para conectar la ciudad entre barrios, a través de la Avenida de la Libertad, o con algunas pedanías o enclaves estratégicos como Elche parque Empresarial.
En seguida tuvo contestación del alcalde, Carlos González, con el que no tiene mala relación, pero que con contundencia, le acuso de ser un desconsiderado “institucional” , “electoralista” y de proponer algo sobre lo que no tiene competencias y sin contar con la ciudad y sus gobernantes.
Así estaban los ánimos apenas unas horas antes de verse ayer en una reunión prevista en ambas agendas desde hacía semanas. En la reunión se trababa de iniciar el proceso para adquirir los terrenos donde se ubicará el Auditorio Provincial que va a sufragar la diputación en Elche. Un asunto que también trajo lo suyo y que acabaron cerrando con una buena solución “ni pa ti ni pa mi”, ambos dirigentes de manera discreta y sin interferencias.
Podía haber sido un encuentro cordial si no hubieran calentado el ambiente por las dos partes. Uno enciende la mecha y el otro mide tiempos para alimentarla el día que toca. Permítanme decirles que esto es fachada todo, porque luego en el cara a cara se llevan bien. Los dos son personas serias y tranquilas.
Comparecían en la rueda de prensa posterior al tema del Auditorio y un periodista cumplió con su obligación de preguntar por el cruce de declaraciones de los días previos. Con buen talante pero uno y otro en la misma posición se mantuvieron en sus posiciones. La de Mazón reconociendo la clave electoralista de su anuncio del Tram y González insistiendo que antes de estudiar nada es necesario mejorar las cercanías.
Los periodistas esperábamos mal rollo, alguna tensión en el ambiente o un poquito de algo, pero no. Y eso seguramente porque es todo fachada, de cara a la galería y cada uno pensando en lo que tiene por delante como tarea profesional o política, que para ellos es bastante independiente de otras cosas.
Me llama la atención lo fácil que algunos políticos llevan esto, (ojo, no todos), y lo diferente que lo vive la ciudadanía, con unas barreras y una crispación peligrosa que muchas veces acaba en broncas, peleas, enfados e incluso amenazas. No se si saben que acaban de condenar a un tipo por planear matar a Pedro Sánchez a 7 años y medio de cárcel. No iba de broma se proponía para ello en foros y diseñó y preparó incluso el plan para hacerlo.
Dice la sentencia del juzgado que lo ha condenado que tenía “fijación y determinación a llevar adelante sus planes” y añade que no tenía alteradas sus facultades psicológicas.
Ante semejante panorama y visto lo visto estos días con los Carlos, uno del PP y otro el PSOE, ¿no deberíamos aprender a tomarnos esto de otro modo? Conozco a gente con un odio y un resquemor político en su interior que les amarga la vida. Y luego veo a estos dos tan normales y pienso ¿pa qué? Relax.