ALICANTE. El Museo Arqueológico de Alicante quiere traer en 2019 a los famosos guerreros de Xi'an. Ese es el difícil objetivo que se ha marcado la delegación de la Diputación que se encuentra estos días en China negociando con sus autoridades.
La comitiva, encabezada por el diputado de Cultura, César Augusto Asencio, se ha reunido esta semana con representantes del Centro de Promoción del Patrimonio Cultural y del Museo Nacional de Historia de Shaanxi. Según destaca Asencio, "se trata de la primera vez que la institución china entabla relaciones de intercambio cultural con museos españoles".
El objetivo planteado es complicado pero no imposible. Varias figuras originales pasaron por Madrid y Barcelona en 2004 y 2005. Asencio presume de haber dado "un paso importantísimo" pero concede que "quedan muchos más". El diputado expresa que "estamos dispuestos a avanzar hasta alcanzar el sueño de exponerlos".
La expectación que despierta este ejército compuesto por enormes esculturas de terracota es enorme allá por donde van. En la actualidad gira por España una exhibición compuesta por réplicas y consigue grandes cifras en visitas. En los museos que han albergado las originales estas les han supuesto récords de visitantes.
La delegación cultural del Marq, formada también por su director técnico, Manuel Olcina, el director gerente, Josep Albert Cortés, y el director de exposiciones, Jorge Soler, ha visitado el monumental mausoleo de Qin Shihuang, primer emperador de China, que alberga el ejército imperial de terracota reconocido en 1987 como Patrimonio de la Humanidad.
El Museo Nacional de Historia de Shaanxi, abierto el público en 1991, reúne la historia del pasado imperial y fue diseñado con el estilo de la Dinastía Tang (618-907) de antigua China. Es uno de los ocho museos estatales más importantes, cuenta con una colección de más de un millón setecientos mil objetos exhibidos en sala y recibe más de tres millones de visitantes al año.
Hasta el momento han aparecido en Xi’an más de 8.000 soldados de tamaño ligeramente superior al natural, ataviados con uniformes de acuerdo con su rango, vistiendo armadura, pintados de colores brillantes -aunque apenas quedan restos de estos pigmentos- y cada uno con un rostro diferente.