La estación en una imagen de archivo. Foto: RAFA MOLINA.BENIDORM. La zona comercial de la estación de autobuses de Benidorm no pasa por su mejor momento, si es que lo tuvo. Uno de los activos más importantes cierra próximamente: Mercadona. Según han confirmado a este diario fuentes de la empresa, está previsto que baje la persiana en la primera semana de enero, para no volver. Y no es el único, según apunta el PSOE local, también se irá de la estación la tienda de ropa Lefties en enero. Una situación que tiene poca solución de momento.
Según explicaron fuentes de Mercadona, el cierre del supermercado obedece a que el establecimiento actual no responde a los estándares que ahora mismo requieren para ofrecer a los clientes. Y el cierre no prevé una apertura próxima en otra ubicación. Así, explicaron que los trabajadores de la tienda de la estación se recolocarán en las otras tres que tiene la ciudad, en la calle Invierno, en el Mercat y la de la Cala, junto al hotel Bali. Eso sí, sin cerrar la posibilidad de buscar nuevos emplazamientos si se diera la oportunidad idónea para un cuarto supermercado nuevo.
Como consecuencia, más allá del servicio regular de autobuses, que fue para lo que fue concebido en un principio, la zona comercial se queda más vacía que nunca. Solo el gimnasio Fitness Corpore mantiene su actividad en 2022, además del hotel gestionado por la cadena local Poseidón. La primera lleva ahí desde los inicios del complejo, después de que la tienda de muebles cerrara, pero no todos han aguantado.
Las últimas en abandonar el barco antes de que lo hagan Mercadona y Lefties fueron Moopies & Coffee y My Crepe hace más de dos años. La zona comercial no llegó a ocupar sus 24 locales nunca. El furor de la apertura tampoco les acompañó, en aquel momento abrieron GameStop, Teabla, Orange, Sun Gallery y Optica 2000, pero fueron cerrando en los siguientes años. También salieron de la estación marcas como Picota, Belros o Décimas.
Como se decía, el que ha hecho saltar la liebre ha sido el PSOE local. El grupo municipal mandaba un comunicado este martes apuntando a los dos cierres próximos y recordando la situación de abandono que aparenta el complejo cuando se transita por él. Goteras, ascensor averiado habitualmente, paredes rotas y locales vacíos que sirven de utilidad al menos para los sin techo que han encontrado en él un lugar en el que cobijarse y evitar los temporales. Por ello piden al gobierno local que saque a licitación el contrato cuanto antes.
Tal y como ha venido explicando este diario, la estación está a la espera de que el Ayuntamiento licite el nuevo contrato para buscar otro gestor y dar cumplimiento así a la sentencia dictada por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana en 2007 -y ratificada por el Supremo en 2012-.
De este modo, lo aprobado por el pleno del Consistorio le quita la condición a la empresa adjudicataria, Estación de Autobuses de Benidorm SL, participada por el empresario Enrique Ortiz. Ambas partes llegaron a un acuerdo hace un año para resolver el contrato y liquidar la estación de autobuses por un importe máximo de 24,5 millones de euros, cuantía que defienden desde el Consistorio que no comportará desembolso alguno al Ayuntamiento ya que se cubriría en el precio de la nueva licitación.
Con ello, el actual concesionario tendrá que abandonar la estación y las zonas de uso comercial y hotelero. Y aquí viene uno de los puntos que podría evitar los problemas actuales: se compromete a dejar las instalaciones en perfecto estado. Para ello, Estación de Autobuses de Benidorm SL deberá ejecutar un proyecto de rehabilitación integral del complejo que asciende a 287.141,07 euros. Pero hasta que no se complete el proceso de licitación, este último punto no se desarrollará.
