La saga de los Morente se reúne en Alicante

VALÈNCIA. Los Hermanos Morente Carbonell abren las puertas a su celebración navideña. En familia, se reúnen, cómo no, a cantar y a celebrar. Como las cenas navideñas, se juntan jolgorio, recuerdos, y villancicos. Pero en esta ocasión, son flamencos. Calle del Aire, el álbum que su padre Enrique produjo para Estrella y que nunco llegó a girar en directo. Ahora, Estrella, Soleá y Kiki se reúnen por primera vez para dar la vuelta a España durante las semanas navideñas para celebrarlas.

Calle del Aire se estrenó hace tan solo unos días en Madrid, con el cariño unánime del público, pero antes de haber presentado el espectáculo, el hecho de que los tres hermanos se hayan reunido en un proyecto común, ya tiene un valor simbólico muy importante. Es la primera vez que se embarcan en algo así, y lo hacen bajo la sombra de su padre: “Le tengo un amor y una admiración infinita a mis hermanos, Kiki es uno de los cantaores más importantes con el que cuenta el flamenco actual y, por el camino que lleva, le auguro una carrera larga e importante dentro de esto. Soleá es el mejor ejemplo que una hermana mayor pueda tener por su tenacidad, honradez y su seriedad en el arte… y cada día canta mejor. Para mí es la voz “de cristal y fuego” y conquistará cuánto se proponga, cómo está demostrando. Con todo esto, partimos de la base del disfrute y la dedicación a través de la música que siempre se ha escuchado en nuestra casa. Es un repertorio familiar que hemos ido hilando entre todos y que se ha encargado de dirigir el maestro Antonio Carbonell musicalmente, y escenográficamente otro gran maestro como Natalio Grueso. Ellos nos han ayudado a reconducir todas esas emociones que necesitábamos expresar juntos en un escenario. Yo definiría el proceso como inolvidable”, declara Estrella a este diario.

Es todo un acontecimiento ver a la saga de los Morente Carbonell junta, y más devolviendo a la vida unas canciones que nunca han muerto. “El público no está recibiendo con un entusiasmo y una colaboración que nos llenan el alma. Mi único deseo es que lo disfruten tanto como nosotros”, resume la hermana mayor. A ellos tres les rodean tres guitarras, tres músicos de percusión y un coro nutrido —entre la formación, las guitarras de Montoyita y Monty, el cante de Ángel Gabarre o el baile de La Globo (“Todos son unos musicazos de los que estoy muy orgullosa y suenan a gloria bendita”). La casa por la ventana porque este espectáculo no deja de ser un reflejo de la alegría navideña.

Preguntada por si la Navidad la entiende desde un sentido más familiar que cristiano, Estrella Morente tiene claro que “Para mí lo más importante es que se celebra el nacimiento de Jesucristo”. En el repertorio, clásicos populares como El tamborilero o Noche de paz, pero también las Nanas Morentianas o Calle del Aire, que son piezas fundamentales que pasaron por la mente creativa de su padre Enrique. “Todo lo que hacía mi padre tenía, por una parte, los cimientos de lo clásico y el respeto a los grandes maestros y a las músicas de los pueblos; por otra parte, las influencias y las necesidades de la propia actualidad en la que vivía, y eso le llevaba a juntarse con gente joven, a colaborar con ellos en todo lo que podía artística y humanamente y, sin quererlo, era el más moderno, el más actual y el más visionario”, loa su hija.

La historia de Calle del Aire

Estrella Morente, que fue quien le puso voz a Calle del Aire, explica cómo fue el proceso creativo: “Cuando le propusieron hacer este trabajo sobre los villancicos él quería hacer algo que se pudiera escuchar en Navidad pero también en agosto. Que fuera algo temporal y universal, y que se pudiese compartir en cualquier época. Trató el proyecto con el sello que le caracterizaba que era la libertad. Y para ello reunió algunas canciones que se cantaban, no solo en casa en Granada, sino también nanas recogidas por la familia de Federico García Lorca, y también introdujo algunas canciones populares que se cantaban por pascua en Castilla y el norte de España. Luego siguió sumando otras diferentes de fuera de España: canciones sefardíes, como es el caso del Chavico. Incluyó Noche de Paz tocada por la guitarra magistral abstracta y futurista de Juan Manuel Cañizares. Y acompañaba todo con instrumentos tan sencillos y tan antiguos como unas campanillas o una botella de anís tocada con una cuchara, o una batería moderna”.

Sobre el escenario, dos horas de música, dramaturgia, escenografía, y mucha generosidad ante el público. En València la cita es el lunes 19 en el Teatro Olympia; en Alicante, el jueves 29 en el ADDA.