Aunque en algunos momentos podamos ver descensos puntuales en los precios de unos y otros, entendemos que la tensión de fondo seguirá siendo elevada
MADRID. La volatilidad en los precios del crudo, un mes después del comienzo de la invasión de Ucrania por parte de Rusia, sigue manteniendo su protagonismo y llevando incertidumbre a países, productores, ciudadanos en general y por supuesto, a inversores de todo tipo.
Como vemos en el gráfico, después de un proceso de recuperación de precios durante el año 2021, el futuro del Brent experimentó una relevante subida desde comienzos de diciembre, que desembocó en fuertes avances los días anteriores al comienzo del conflicto armado y posteriormente correcciones y rebotes. Todo ello dejando el precio en el momento en que escribimos estas líneas, en el entorno de los 116 euros por barril, lejos de los niveles de primero de año (en el entorno de los 80 dólares), pero también lejos (menos) de los 140 dólares que se llegaron a alcanzar el 7 de marzo.
¿Qué ha ocurrido entre el 16 de marzo y hoy para generarse ese rebote? De todos es sabido que la Unión Europea (UE), a instancias de Estados Unidos, está considerando imponer un embargo petrolero a Rusia. Desde el jueves 24 y durante al menos dos sesiones, van a tener lugar dos importantes cumbres, una de la OTAN y otra de la UE. A esta última se ha invitado a los líderes del G7, con la participación confirmada del presidente Biden, que tratará de que los líderes europeos concreten más sanciones contra Rusia, enfatizando en las exportaciones de petróleo ruso.
Para enfangar más el terreno de juego en la complicada ecuación, aparece la Agencia Internacional de la Energía (AIE). Este organismo que el año pasado instó a poner fin a los nuevos proyectos de inversiones en petróleo, gas y carbón como una forma de ayudar al medio ambiente, la semana pasada publicó un informe en el que se señaló que, ante los elevados precios del crudo la demanda podría caer, rebajando en un 35% sus previsiones de demanda desde 3,23 millones hasta 2,11 millones. También dijo que, a partir de abril, van a desaparecer del mercado 3 de los 8 millones de barriles diarios que exporta Rusia, enfatizando de un riesgo real de falta de oferta a partir de la primavera.
El informe no sólo quedó ahí, ya que venía acompañado de un plan de 10 puntos enfocado a reducir el consumo, proponiendo medidas como disminuir los límites de velocidad en las autopistas, el uso compartido de automóviles, el trabajo desde casa, la eliminación de los viajes aéreos por negocios, el uso de trenes en lugar de aviones y la adopción de "domingos sin automóviles"… Todo muy en línea de lo que, los que “somos más mayores”, vivimos durante los años 70 del siglo pasado y que desencadenó un período de estanflación, que mantuvo congelada la economía global durante casi una década.
Además de lo ya relatado, las noticias que se filtren sobre las negociaciones que sigan manteniendo Ucrania y Rusia en los próximos días, van a seguir siendo determinantes en la fijación de los precios del crudo y de otras materias primas, industriales y agrícolas más expuestas a las exportaciones ucranianas y rusas.
Aunque en algunos momentos podamos ver descensos puntuales en los precios de unos y otros, entendemos que la tensión de fondo seguirá siendo elevada y que mantendrá el actual proceso de volatilidad, que nos viene acompañando en las últimas semanas.
Antonio Castelo es analista de iBroker