este sábado, desde las 12 horas, en la fundición

La epidemia (de baile) se expande en el Vermut Electrónico de Villasonora con Estrasburgo 1518

12/03/2020 - 

ALICANTE. No se trata del Coronavirus, sino de algo mucho más increíble. Han pasado ya más de quinientos años desde que la ciudad de Estrasburgo, en Francia, acogiera el origen de una documentada epidemia mortal, muy curiosa debido a su difícil explicación. Una mañana de julio de 1518, Frau Troffea, una vecina de la ciudad, salía a la calle iniciando un baile compulsivo y frenético que se alargaría hasta seis días. A pesar de su sufrimiento, era incapaz de parar. Todo lo contrario, a ella se iban uniendo decenas de vecinos, hasta que al mes habían fallecido casi cuatrocientos de ellos, ya extenuados.

Esa ‘coreomanía’ o epidemia de baile le valió a unos murcianos para dar nombre a su colectivo, Estrasburgo 1518, quienes pondrán música al Vermut Electrónico de Villasonora que se celebra este sábado, 14 de marzo, en las instalaciones de La Fundición, en Alicante. El evento sigue adelante, a pesar del coronavirus. "Por lo que nos han dicho las autoridades, no hay por qué cancelarlo por ahora", explica la organización. La epidemia que se expandirá será la de baile y no serán seis días, ni tampoco un mes, pero sí serán doce horas de música electrónica y experimental. Desde las doce del mediodía hasta las doce de la medianoche, donde se conjugarán también con otros muchos factores.

Vuelve así a la actividad el festival Villasonora, tras permanecer un año ‘en barbecho’, pero como aperitivo celebrará este Vermut Electrónico que se repetirá en varias ediciones. “En estas citas cambiaremos la finca en el campo por unas instalaciones industriales cerca de la urbe, para estar más cerca de la gente”, explica Arturo Núñez, colaborador de esta iniciativa en la que la música se entremezcla con el arte conceptual en diversos formatos. “La Fundición es la bomba; es un entorno que le va a encantar al público y que nos permite hacer todo lo que veníamos haciendo hasta ahora”, apunta.

Villasonora cambia de escenario, pero mantiene la misma hoja de ruta: música electrónica y arte contemporáneo al más alto nivel para disfrutar por el día y por la noche. La idea era mantener la filosofía del festival de verano, pero dándole un giro sin tener que meter a la gente entre cuatro paredes. “La nave tiene un espacio interior muy amplio y es un lugar muy luminoso, pero además dispone de un jardín que nos permite hacer ahí otras muchas actividades”, detalla.

El entorno, por tanto, tiene su encanto. De hecho, la estructura industrial de la nave aporta un curioso detalle al evento. Y es que posee una de las pocas estructuras que se conservan que imitan el hierro forjado estando fabricadas de hormigón. Algo que llamará la atención de los amantes de la arquitectura. Por otro lado, en el jardín se ubicará un espacio gastronómico con foodtrucks y mesas de pic-nic. Un espacio donde también estará la zona para niños, quienes podrán disfrutar del día con talleres en los que compondrán sus propias canciones. Una actividad en colaboración con la escuela Yamaha de Alicante.

“Gran parte del público que viene a Villasonora tiene ya hijos, así que les gusta disfrutar también con ellos… y esta es una actividad para que se pueda compaginar”, explica el organizador. Una iniciativa con la que desarrollar el talento creativo de los pequeños, que podrán llevarse a casa su canción, al tiempo que se introducen en la cultura musical de sus padres. Aunque los chavales también podrán aprender a tocar instrumentos musicales y aprender sobre la economía circular. “Queremos involucrar al público del festival con acciones medioambientales”, sentencia.

Para el espacio artístico contarán con la plataforma Arquitectura Actual de la Cultura (AADK Spain), un grupo de artistas residentes en Berlín que conciben varios proyectos de diferentes disciplinas y que han abierto su sede española en el Centro Negra de Murcia. Allí, liderados por Abraham Hurtado, han concebido un espacio de investigación y creación contemporánea para desarrollar iniciativas artísticas en el ámbito rural, donde la temática de lo local a lo global se presenta en las distintas intervenciones creadas en residencia.

Juan Conesa, Elena Azzedin y Nicolá Dardano, presentarán así sus últimos proyectos de instalación y de obra audiovisual. Por otra parte, el modisto Lindo Frido aportará el toque de color con una performance, a lo largo de todo el día, en la que vestirá a varias personas que se irán integrando entre el público con temática futurista. “Siempre habrá algún artista creando y la gente podrá interactuar con los autores”, apunta Arturo Núñez. Obra en directo que dará vida al espacio expositivo con el objetivo de acercar a al público las curiosidades de los procesos creativos. Participarán también María Durá, Fardou Keuning, WD-40, Mot Visuals, Bea Verdú y Truecolors Tattoo.

Aunque parezca mentira, Villasonora no busca un cartel musical de relumbrón. Les basta con la calidad, más allá de que quien se ponga al mando sea más o menos conocido y atraiga a más o menos público. El festival lo que busca es lograr la perfecta conjugación entre todos los factores anteriores, mezclados, eso sí, con buena música. y este año acude Estrasburgo 1518, pero también Nat Vegas, Miyagui, Hamann, Radioclash, Tarab Live! y Brightness

Noticias relacionadas

next
x