MADRID. De extremo a lateral, de canterano blanco a icono rojiblanco, Juanfran Torres cerrará esta temporada su etapa en el Atlético de Madrid, el club que cambió su trayectoria al retrasar su demarcación, le convirtió en su 'rayo' por su velocidad, le dio títulos y le abrió las puertas de la selección absoluta.
Juan Francisco Torres Belén (Crevillente, Alicante, 1985), pasó de ser un veloz extremo regateador en la cantera del Real Madrid, cedido al Espanyol una temporada y contratado por el Osasuna después, a convertirse por méritos propios en uno de los emblemas del Atlético, del que saldrá como uno de sus capitanes.
Su entrega como lateral derecho, posición en la que le puso circunstancialmente Gregorio Manzano y en la que le potenció hasta su máximo nivel el argentino Diego Pablo Simeone, le hizo partícipe de una etapa dorada del club con siete títulos y 354 partidos, con el premio de la selección y el título de la Eurocopa 2012.
Una singladura de rojiblanco que también jalonan dos grandes decepciones: las dos finales de Liga de Campeones perdidas contra el Real Madrid, en 2014 y 2016, esta última particularmente dolorosa para el lateral alicantino, que en Milán (Italia) falló la pena máxima que llevó a la derrota del Atlético, tras el acierto posterior del delantero portugués Cristiano Ronaldo.
Juanfran, formado desde los nueve años en el Kelme de Elche, ingresó en la cantera blanca con 16 años y debutó con el primer equipo del Real Madrid tres años después, en enero de 2004 ante el Eibar en octavos de final de la Copa del Rey, tras haber sido subcampeón del mundo sub-20 con la selección española. Admirador del portugués Luis Figo, coincidió con él en el primer equipo madridista.
En el verano del 2005 fue cedido al Espanyol, con el que disputó 33 partidos, tuvo su primera experiencia europea en la Copa de la UEFA y logró el primer título de clubes de su carrera: la Copa del Rey de 2006 ganada al Zaragoza en el Santiago Bernabéu.
Regresó a la casa blanca para volver a marcharse, esta vez traspasado, al Osasuna, donde completó cuatro temporadas y media en las que disputó 166 partidos, marcó 14 goles y entregó 17 asistencias, llegó a semifinales de la Copa de la UEFA en 2007 y compartió vestuario con su futuro compañero, Raúl García.
En enero de 2011 se concretó su fichaje por el Atlético, a cambio de 4 millones de euros para un contrato de tres temporadas y media, con el objetivo de cubrir la baja del portugués Simao Sabrosa.
"El Real Madrid, como el Espanyol y Osasuna, forman parte de mi pasado. Les agradezco lo que han hecho por mí, pero ahora empiezo una nueva etapa y el Atlético de Madrid es lo más importante, espero agradar a su estupenda afición", manifestó en su presentación en el Vicente Calderón, un acto en el que el presidente Enrique Cerezo le auguró una convocatoria con la selección absoluta en el futuro.
Debutó como jugador del Atlético, entonces dirigido por Quique Sánchez Flores, en el Santiago Bernabéu, en un derbi de cuartos de final de la Copa del Rey con derrota por 3-1 ante su exequipo.
A la siguiente temporada, con Gregorio Manzano en el banquillo, las bajas del colombiano Luis Amaranto Perea y el portugués Silvio hicieron que el técnico jienense le ubicara como lateral ante el Granada y el Betis, pero tuvo poco protagonismo hasta la llegada, a finales de diciembre de 2011, de Diego Simeone.
Con el entrenador argentino, Juanfran encontró su hueco, primero como extremo en el debut del 'Cholo' ante el Málaga, y a partir de entonces, como lateral. "Personalmente es un segundo padre para mí (...) Futbolísticamente le debo todo", aseguró en una entrevista a EFE en 2013.
Ese año ganó la Copa del Rey, en la final del Bernabéu ante el Real Madrid; al siguiente llegaron la Liga lograda en la última jornada en el Camp Nou ante el Barcelona, y la primera final de 'Champions' en Lisboa contra el Real Madrid, donde el Atlético recibió el empate en el tiempo añadido y perdió en la prórroga.
En todos esos encuentros, Juanfran se reveló como un futbolista fundamental en el esquema de Simeone, especialmente por su química en la banda derecha con el turco Arda Turan, cuyo talento arrastraba a los defensores hacia el interior y dejaba el carril diestro expedito para las subidas del 'Rayo', como le apodaron entonces.
Su evolución le permitió debutar con la selección española absoluta (había sido campeón europeo sub-19 y subcampeón mundial sub-20), con la que ganó la Eurocopa 2012, así como participó en el Mundial 2014 y la Eurocopa 2016.
Durante sus ocho temporadas, Juanfran se ha ido distinguiendo no solo por su aportación en el campo, sino por ser uno de los pesos pesados del vestuario, un portavoz que se fue impregnando de los valores del Atlético desde su llegada, de la mano de veteranos como Adelardo Rodríguez, el exfutbolista con más partidos del club.
"Mi papá era del Real Madrid y me inculcó todo lo relacionado a su equipo, encima pude jugar ahí y debutar, solo tengo palabras buenas porque me trataron fenomenal (...), pero el Atlético de Madrid me ha transmitido unos valores que van mucho más con mi persona, me ha hecho sentir y vivir el fútbol de otra forma", reflexionó en una entrevista con EFE en junio de 2015.
En el club rojiblanco también vivió el momento más duro de su carrera: el penalti que estrelló en el poste en la tanda de penas máximas de la final de 'Champions' de Milán en 2016. Sus lágrimas fueron las de todo el Atlético, que le dedicó múltiples muestras de cariño, y al que respondió en una carta abierta.
Meses después, con la selección en la Eurocopa 2016, aseguró que volvería a lanzar un penalti decisivo si el seleccionador se lo pidiera. De hecho, meses antes del fatídico fallo de la final, un lanzamiento suyo ante el PSV Eindhoven holandés había dado el pase a cuartos de final de 'Champions' a su equipo.
El lateral alicantino, que en su última temporada ha disputado 29 partidos, afectado por las lesiones como toda la zaga rojiblanca, dejará el Atlético con 354 encuentros -355 si juega el sábado ante el Levante- ubicado entre los 20 futbolistas con más encuentros de la historia del club, a poco más de una decena de los 368 de Luis Aragonés.
Ocho temporadas y media después, Juanfran decidió no aceptar la oferta por un año del Atlético y poner punto y aparte a la trayectoria en el club que cambió su carrera, en una decisión que hace semanas anticipó que sería "personal".
"Esta es mi casa y lo será el año que viene esté o no esté", aseguró hace unas semanas el alicantino, que probablemente podrá despedirse en un acto del club que le catapultó a los títulos y a la selección española absoluta.