José Luis Ferris. Foto PEPE OLIVARESMADRID (EFE). María Teresa León, mujer de Rafael Alberti, es una "desconocida absoluta para el público medio" a pesar de que fue una escritora de la generación del 27, una mujer esencial de la cultura y la política española y un símbolo del exilio, y por ello José Luis Ferris ha querido reivindicar su figura en un libro.
Palabras contra el olvido: vida y obra de María Teresa León es el título de esta biografía con la que Ferris (Alicante, 1960) obtuvo el Premio Internacional Domínguez Ortiz de Biografías 2017 y que ha sido publicada por la Fundación José Manuel Lara. Autora de novelas, cuentos, biografías, guiones, teatro, artículos de prensa..., María Teresa León (Logroño, 1903 - Madrid, 1988) se caracterizó en su obra y en su vida "por dar voz a quienes no la tienen", explica a Efe Ferris.
Escribió durante toda su vida y estuvo vinculada a Alberti durante más de 50 años, una escritora extraordinaria que fue "silenciada por la vida y la sociedad" de la época, asegura el autor de su biografía, que la considera "una de las mejores prosistas de la generación del 27, por no decir la mejor".
De su infancia, el autor destaca la influencia que tuvo en ella una prima de su madre, la primera mujer que estudió en la universidad española y que estaba casada con Ramón Menéndez Pidal: su domicilio fue una casa "tapizada de sabiduría", según recordaba María Teresa.
Según Ferris, María Teresa León luchó por la libertad en todos sus órdenes y encarnó el papel de la nueva mujer emancipada que preconizó la República, con una fuerte vertiente feminista. Un personaje que en su obra, de acusado carácter autobiográfico, como muestra Memoria de la melancolía, dejó numerosas pistas de un itinerario marcado por el amor y el desamor, el combate y el destierro, el compromiso y la soledad.
El autor relata que fue una de las escritoras "más deslumbrantes, profundas y bellas" de la generación del 27 y considera que, si se pusiera su talento literario en una balanza con la del propio Alberti, ambos quedarían muy igualados.
Muy activa políticamente, viajó con el poeta a la URSS en 1932, de donde volvieron "completamente sovietizados", una posición ideológica a la que nunca renunció, asegura Ferris.
Aunque insiste en que su obra "no es una biografía contra Alberti", considera que en el trato que dispensaba a su esposa "las cosas dejaban mucho que desear: María Teresa era profundamente generosa y en su autobiografía siempre hablaba en plural, mientras que Alberti siempre lo hacía en primera persona de singular. Nunca cuenta que ella estaba a su lado".
Por eso, explica, hay grandes amigos de Alberti que no le perdonaron que se alejara de ella tras su regreso a España del exilio -vivieron 23 años en Buenos Aires y luego se trasladaron a Roma-, cuando tuvo que ser ingresada en un geriátrico ya con pérdida de la memoria. El biógrafo recuerda que esta escritora tuvo que compaginar la creación literaria, el compromiso político y otras tareas intelectuales con la maternidad y la administración familiar, lo que unido al exilio da como resultado una autora "sepultada por el olvido
