Juicio Brugal: El catedrático que revisó el informe que puntuaba más a Urbaser, se ratifica en su visto bueno
Juicio Brugal: El catedrático que revisó el informe que puntuaba más a Urbaser, se ratifica en su visto bueno
ORIHUELA. El juicio el Caso Brugal continúa su curso y ayer fue el turno de tres testigos, entre ellos el interventor municipal de Orihuela entre los años 2006 y 2014, que dio cuenta de algunos aspectos económicos relacionados con el proceso de las contratas, nuevos pliegos y pagos de facturas en la época. El testigo apuntó a que realizó reparos en las facturas de pagos por el servicio de recogida de residuos a Colsur en la época, que operaba desde hacía años sin contrato en Orihuela. Pero que, a su vez recomendaba el pago de estas, por la ley de Enriquecimiento Injusto. No obstante, el interventor asegura que advirtió al equipo de gobierno, de que se incurría en una irregularidad. Y es que, a pesar de la recomendación, la tramitación de pagos tras ese consejo no era estrictamente la correcta, a juicio del interventor. En este sentido, aseguró que los pagos se realizaban aún sin el levantamiento de reparo -medida reservada únicamente al alcalde o alcaldesa, sin posibilidad de delegación-.
A preguntas de la Fiscalía y de los abogados de la Defensa, las respuestas del testigo dejaron ver que el pago de facturas (más aún con reparos), es un asunto muy complejo a nivel administrativo. Además, dio a entender que si bien la ley de Enriquecimiento Injusto asume que hay que pagar a quien está aportando unos servicios, al mismo tiempo, queda patente que las contrataciones eran irregulares y que, por lo tanto, esa vía no podía ser adoptada por sistema en el Ayuntamiento. Al haber una continuidad en esta situación, que se alargó durante años después de que se declarara desierta la contrata de 2005, viene cuando el interventor considera que se habría alargado más de lo adecuado esta situación. De hecho, el edil apuntó que "en la época en la que Monserrate Guillén (Los Verdes) fue alcalde, también se puso reparos en algunas facturas pero no se levantaban del mismo modo". Y señaló, además, que su postura ante el pago de facturas con reparos fue siempre el mismo, en cualquier circunstancia.
En otoño de 2007, según el testigo, el edil de Hacienda, durante el mandato de Mónica Lorente, Antonio Lidón Gea, le solicitó al interventor un informe para evaluar posibles repercusiones económicas de la contrata que daba más puntuación a Urbaser -que en pocos días quedó, finalmente, desierta-. La petición se realizó, de forma verbal, en nombre del equipo de gobierno, a entender del interventor.
En este informe, aseguró el testigo, planteó varias posibilidades de evolución que podría llevar el futuro contrato. En concreto, cuatro supuestos. "No concretaron mucho, lo dejaron a mi criterio y planteé cuatro escenarios hipotéticos que podrían darse en el futuro". Entre esos supuestos planteó una posible reclamación patrimonial o a qué situación llegaría el Ayuntamiento en el caso de que el concurso quedara desierto. El testigo manifestó que fue tajante en sus conclusiones y que el documento "no concluye de forma categórica el hecho de dejar desierto el concurso". El técnico aludió directamente a la premura solicitada y la falta de tiempo para hacer el informe y asegura que dejó claro que "quizá no sería lo más exacto posible".
Juicio Brugal: El catedrático que revisó el informe que puntuaba más a Urbaser, se ratifica en su visto bueno
Después de pedir este informe, el Ayuntamiento declaró desierto el pliego, en noviembre de 2007. El testigo aseguró que en sus conclusiones no recuerda si apuntó que veía riesgo o perjuicio para el Ayuntamiento por la posible actualización de precios de la contrata, pero sí que advertía de un aumento de coste. El Ayuntamiento de Orihuela, en su día, se basó en un supuesto acatamiento del informe para justificar el hecho de dejar desierto el concurso. No obstante, ayer el interventor mantuvo que no fue tajante.
En una junta de gobierno de 2007, con Mónica Lorente al frente, se llegó a aprobar más de 20 facturas a Proambiente y Colsur que sumaban más de un millón de euros. El interventor mantiene que era una situación que era la norma en la época, porque "la situación del Ayuntamiento no era todo lo deseable que se pidiera y por eso se realizaba los pagos, pero pasaba con estas y contras firmas, con o sin reparos". Afirma que los reparos a Colsur y Proambiente eran mayores, porque eran los pagos más elevados del Ayuntamiento, y que los pagos no se realizaban con regularidad.
Durante la jornada de ayer también testificaron un empresario y un comercial a los que, supuestamente, se les encargó realizar merchandising, desde el entorno de Ángel Fenoll, para la campaña del PP a favor de Mónica Lorente, en 2007. El primero de estos testigos aseguró que Ángel Fenoll le encargó mecheros para la campaña del PP, aunque negó que se hicieran gorras, porque su empresa no trabajaba con textil. Sobre la facturación de la empresa, el testigo dijo no recordarlo porque él no manejaba la tesorería, que era labor de un familiar. El segundo de los testigos, un comercial, aseguró que habló con Ángel Fenoll que le pedía material para publicidad "unos encendedores y espejos que se grabaron con el mensaje Vota PP". El modelo para serigrafiar se lo facilitó el propio Fenoll. En aquellas semanas, recuerda el testigo, también realizó material para sus empresas, Colsur y Proambiente y cree recordar que las facturas se hicieron a nombre de Proambiente.