ALICANTE. El Departamento de Salud Alicante- Hospital General se suma este miércoles, 31 de mayo, al Día Mundial Sin Tabaco, con una jornada que pretende sensibilizar a la ciudadanía y los profesionales acerca de los peligros que supone el consumo de tabaco. La Unidad de Tabaquismo del Servicio de Neumología ha instalado una mesa informativa en el vestíbulo principal del centro hospitalario, en el marco del "Programa centros sanitarios libres de tabaco", creado hace un año en el Departamento de Salud Alicante-Hospital General, en colaboración con el Hospital Sant Vicent del Raspeig. Este programa, impulsado por un grupo de trabajo multidisciplinar, ha desarrollado un plan de actuación para evitar el tabaquismo en profesionales y usuarios de los centros sanitarios, según han informado fuentes de la Generalitat, a través de un comunicado.
"Hemos instalado una mesa dirigida a fumadores/as, familiares y cualquier interesado/a en la materia, en la que personal médico y de Enfermería entregamos material informativo de apoyo para dejar de fumar y realizamos pruebas complementarias de cooximetría, espirometrías, etc", explica el doctor Santos Asensio, responsable de la Unidad de Tabaquismo del Servicio de Neumología.
El tabaquismo es una enfermedad adictiva crónica que se estima que producirá el fallecimiento de la mitad de las personas que lo consumen. De acuerdo a la encuesta sobre alcohol, drogas y otras adicciones en España (EDADES), un tercio de la población de 15 a 65 años fuma a diario.
Durante esta jornada se ha desarrollado asimismo una sesión formativa dirigida a profesionales del Departamento, en la que tres expertos han ofrecido sendas ponencias. Francis Camarena, psicóloga clínica de la Unidad de Conductas Adictivas (UCA) del centro de salud San Vicente I, ha abordado el tratamiento psicológico del tabaquismo y el doctor Vicente Garijo, facultativo responsable de la UCA del centro de salud de Benalúa, ha actualizado las novedades en torno al tratamiento farmacológico.
Por su parte, el doctor Santos Asensio ha abordado el tema de los nuevos dispositivos susceptibles de liberación de nicotina: cigarrillos electrónicos o 'vapeadores' y productos de tabaco por calentamiento (IQOS). Además de explicar las diferentes variantes y su composición, el doctor ha subrayado los potenciales daños y enfermedades asociadas a estos productos.
"Los componentes propelinglicol y glicerina son inocuos al consumirse oralmente, pero al calentarse y formarse el 'aerosol' conllevan efectos negativos para la salud, ya que producen radicales libres que irritan las vías respiratorias. Al ser sometidos a combustión generan compuestos orgánicos como el formalheido, el acetalheído y la acroleína que son mutagénicos y cancerígenos", ha remarcado. Además, ha añadido que "su consumo se ha correlacionado con agravamiento del asma bronquial, EPOC e infecciones respiratorias". Asimismo, estos dispositivos contienen metales pesados como el cromo, que tiene efecto carcinógeno, con afectación de la vía respiratoria; zinc y cobre que también afectan a la vía respiratoria; estaño, que está relacionado con la enfermedad pulmonar conocida como neumoconiososis; o pentadiona, que provoca fibrosis en la vía aérea.
Además, "al calentar la nicotina, ésta se degrada en nitrosaminas que son componentes carcinógenos. Todo ello supone un importante potencial daño cardiovascular y efecto tóxico en el organismo, no solo en quien lo consume, sino también en las personas que se ven expuestas a su aerosol. Los estudios más recientes apuntan que, debido a las sustancias cancerígenas que se liberan en la combustión de este tipo de líquidos, existe un riesgo también en otras personas".
Por otro lado, como indica el neumólogo, "la eficacia y seguridad de la utilización de los cigarrillos electrónicos para dejar de fumar no ha sido demostrada científicamente. No existe un 'prospecto' para dejar de fumar ni una dosificación, a diferencia de otros métodos demostrados, como la Terapia Sustitutiva de Nicotina (TSN). Por ello, existe una alta probabilidad de que los fumadores que intentan dejar de fumar con los e-cigarrillos se conviertan en fumadores duales o que continúen con e-cigarrillos después del cese de cigarrillos convencionales".
Varios indicios apuntan más bien a la posibilidad de que sea una puerta de entrada al tabaco. En este sentido, "los estudiantes que empiezan a fumar cigarrillos electrónicos tienen hasta cuatro veces más riesgo de empezar a fumar cigarrillos convencionales que los que no lo han probado". En conclusión, "disponemos de métodos seguros para ayudar a dejar a fumar, por lo que no tiene sentido utilizar otros métodos no demostrados y que se sabe que son perjudiciales para la salud a corto y medio plazo".