ALICANTE. La histórica harinera Harinas Cloquell pone en funcionamiento su nuevo centro de producción en el polígono industrial de Mutxamel tras superar con éxito la fase de pruebas desarrollada en sus nuevas instalaciones a lo largo de las dos últimas semanas. De hecho, la previsión que maneja la compañía es que esa nueva fábrica, construida en poco más de diez meses, funcione al 60% de su capacidad en torno al día 20 de este mes de septiembre, lo que conllevará el consiguiente traslado de más de la mitad de su plantilla actual. El resto de los trabajadores permanecerán en la fábrica original, situada en el barrio de Benalúa de Alicante, en la que ya se ha comenzado a programar el desmontaje y vaciado de la maquinaria con el propósito de incorporar aquellos elementos útiles a su nueva sede, caracterizada por la incorporación de sistemas dotados de una mayor automatización.
En principio, salvo imprevisto de última hora, la operación de mudanza se desarrollará a partir del día 30, tras la instalación de una grúa en el patio interior de la fábrica que permita extraer la infraestructura que se ha venido utilizando para la fabricación de harina hasta ahora. Después, se organizará el traslado de todo ese material acopiado hasta el polígono industrial de Riodel.
Con su transporte, se pondrá fin a un periodo de 86 años: toda una vida en el que la fábrica ha permanecido como uno de los edificios más reconocibles del acceso sur de la ciudad de Alicante, junto a las instalaciones de la fábrica de Harinas Bufort. En este caso, su aterrizaje en Benalúa fue incluso anterior, ya que la fábrica se puso en funcionamiento en 1934, como ya ha informado este diario.
La propia Harinas Bufort seguirá los pasos de Harinas Cloquell, ya que también trabaja ya en la adaptación de la nave industrial adquirida en el mismo polígono de Riodel para trasladar parte de su operativa a partir del mes de noviembre. Con la marcha de ambas industrias, se pondrá fin a la existencia de las dos últimas fábricas conservadas a pleno rendimiento en el casco urbano de Alicante. Y, además, se abrirá el proceso para el desarrollo de la Unidad de Ejecución número 2 del Plan Parcial de Benalúa: la que afecta a la manzana ocupada por los edificios de las dos fábricas.
Para la reurbanización del sector, debe aprobarse todavía el proyecto de reparcelación, en el que se contempla la conservación de parte de los edificios históricos de las dos fábricas. De hecho, el Ayuntamiento ha concertado ya un acuerdo de compra por el que amplía la superficie de los inmuebles industriales susceptible de ser conservados con el propósito de darles un uso público. En principio, se plantea que puedan utilizarse como dependencias de uso cultural y deportivo, además de como sede de otros servicios administrativos municipales.
Ese acuerdo de reparcelación sigue sujeto, no obstante, a un paso adicional posterior: la modificación del planeamiento del Plan Parcial, de modo que se redistribuyan los derechos de edificabilidad pendientes de materializar en la superficie de la manzana liberada por los edificios de las fábricas que sí serán demolidos (en la versión inicial del Pla Parcial se preveía su derribo por completo). Así, se debe resolver el encaje para la construcción de cerca de un centenar de viviendas, salvo que se acuerde una modificación sobre los usos del suelo y se acuerde ampliar la superficie destinada a usos terciarios que pudiesen incorporar otros elementos no residenciales, como un hotel.