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“han pesado más las relaciones públicas de los candidatos que su perfil intelectual”

González-Varas cuestiona el proceso en el que se ha nombrado a Pérez Vázquez directora del Gil-Albert

17/04/2020 - 

ALICANTE. Santiago González-Varas, catedrático de Derecho Administrativo y uno de los tres finalistas que optaba a dirigir el Instituto Alicantino de Cultura Juan Gil-Albert, se ha mostrado decepcionado con el resultado del proceso de selección. No solo por cómo ha sido conocedor del desenlace —según explica, se enteró a través de la prensa y no por la institución—, sino también por el propio resultado en sí mismo, que califica de “sorprendente” al considerar que “han pesado más las relaciones públicas de los candidatos que su perfil intelectual”.

Las declaraciones del jurista y escritor se producen tras anunciar la Diputación de Alicante la elección de María Teresa Pérez Vázquez como directora del organismo cultural. La primera mujer al frente del instituto es vicerrectora de Relaciones Institucionales de la UMH y cuenta con una dilatada carrera científica en el campo de la Medicina y Veterinaria, aunque sin conexión con el ámbito cultural. Por tanto, esa designación le ha llevado a sentirse “apenado y nada valorado” ya que, así, entiende que no se ha tenido en cuenta la trayectoria cultural de los candidatos. “Hay diferencias abismales; no entiendo cómo un centro cultural pone a alguien que no tiene absolutamente nada que ver con la cultura”, afirma rotundo. 

Por primera vez, la Diputación anunció que dejaría de elegir "a dedo" este cargo para someterlo a un concurso público al que se presentaron 15 aspirantes. Además, se difundió que entre los requisitos más variados se valoraría la experiencia en tareas de dirección, coordinación y gestión de proyectos culturales, especialmente en el ámbito público. También se iba a tener en cuenta la autoría de publicaciones como novelas, ensayos o biografías, la posesión de doctorado y la experiencia en docencia universitaria en el ámbito de la cultura.

El catedrático, autor de múltiples libros y artículos, confiesa que, cuando vio la lista de candidatos, pensó que no sería difícil. “Si se hubiese presentado una escritora como Matilde Asensi, habría sido distinto”, explica. “Si fuera más o menos comparable, pues yo lo asumo, pero cuando las diferencias son abismales, pues es cuando no se entiende; lo que están diciendo va en contra de las bases, inventándose lo de 'cultura en sentido amplio' para encajar a su candidata, porque no se puede decir que en la cultura entra todo para justificarlo”.

“Yo tengo un perfil cultural muy marcado; no veo valorados mis 16 libros literarios, además de mis 70 libros jurídicos, que han sido publicados con las mejores editoriales”, apunta. En su opinión, “han triunfado las relaciones públicas sobre el perfil intelectual”, pero afirma que tampoco se ha tenido en cuenta el perfil académico. “María Teresa es Catedrática de Escuela mientras que yo soy Catedrático de Universidad; tengo tres doctorados cuando ella tiene uno; también tengo un doctorado honoris causa y he sido asesor del Gobierno alemán”, describe.

González-Varas, que con esta designación no siente apreciada toda su trayectoria jurídica, asegura que con su candidatura pretendía dar un impulso nacional e internacional al instituto, en comparación con el proyecto “localista” que se ha presentado por parte de María Teresa. “Yo habría estado a tiempo completo, mientras ella ya está haciendo declaraciones en las que afirma que no va a tener tiempo —compaginará la dirección del Gil-Albert con el vicerrectorado de la UMH— y que confiará por tanto en su equipo”.

“En las propias bases se pedía cultura y yo no entiendo cómo ahora se nombra a una persona que no tiene nada que ofrecer en lo cultural; mi programa pretendía impulsar al centro para que se conociera a nivel nacional e internacional y se ha preferido una línea de nula proyección y sin ideas de fondo, lamenta el escritor, añadiendo que le “entristece mucho esta situación que no acaba de entender. Aquí debería haberse tenido en cuenta el perfil intelectual del candidato; eso es lo que debería haber primado”. 

Además, ha lamentado las palabras de la secretaria del Gil-Albert, Amparo Koninckx, durante la presentación telemática de María Teresa Pérez Vázquez, celebrada este miércoles, donde afirmaba que había “otras personas más especializadas en el ámbito de la cultura, pero con apenas experiencia en la gestión” y donde aseguraba que para este puesto “no es necesario hacer una exposición, sino dirigir bien el organismo”. El escritor ha criticado también dichas declaraciones. Eso lo puedes decir en otro ambiente, pero no en un centro que se dedica a la difusión de la cultura; entonces, que no hagan perder el tiempo a la gente, sentencia González-Varas.

José Ferrándiz Lozano y María Teresa Pérez Vázquez en una actividad en el IAC Juan Gil-Albert

Fuentes de la Diputación de Alicante han respondido a estas declaraciones afirmando que el proceso se ha llevado a cabo con total transparencia y siguiendo criterios de meritocracia, con un exhaustivo análisis de las propuestas presentadas basado en criterios técnicos. En la evaluación, según destacan, se ha tenido en cuenta la preparación, el perfil profesional y la experiencia en tareas de dirección, coordinación y gestión, la autoría de publicaciones y la titulación de doctorado y docencia universitaria. También el proyecto de gestión presentado para el IAC Gil-Albert.

Por su parte, el anterior director del instituto, José Ferrándiz Lozano, se ha limitado a lamentar la demora con la que se ha desarrollado el proceso. “Debería haberse hecho antes, pero no me corresponde opinar sobre la elección porque ese criterio es de la institución y tampoco conozco el proyecto de María Teresa”, ha afirmado. También ha felicitado a la ganadora del concurso, a quien ha trasladado su enhorabuena a través de un mensaje.

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